Micronesia en el Cerebelo

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Monday, January 08, 2007

Especial Verhoeven Nº 5: El Desafío Total. La producción imposible



Existen películas que no podemos analizar con la cabeza. Cuando Desafío Total se estrenó, yo tenía nueve años. No la ví en los cines, sino tiempo después en VHS, y para entonces era yo ya un fervoroso preadolescente que devoraba libros de ciencia ficción (Asimov y Heinlein para empezar).
El sentido del ritmo, de la aventura, los giros, persecuciones, trampas de los guionistas, recovecos, te atrapaban. A partir de (¿Cuántas, diez…?) unas pocas páginas de Philip K. Dick, Verhoeven demuestra que se mueve como pez en el agua manejando monumentales presupuestos para carísimas películas de ciencia ficción, coordinando escenografías de un futuro imperfecto con los efectos especiales que hagan falta, mujeres de tres tetas mediante.
Existe la creencia de que esta película es mero entretenimiento. Que no entra a fondo en el paranoide universo de Dick. Pues que quieren que les diga, aquí el tema de realidad y ficción, de la memoria, de la identidad, de la tecnología que redefine la mente humana, está más que presente.
Pero Verhoeven es un admirador de Edgar Rice Burroughs y sus novelas “marcianas”. Su sentido de la aventura se traslada a un thriller rebosante de acción, una película de espionaje, una fábula sobre los recuerdos y como éstos nos hacen ser quienes somos…
Esto es sobre todo entretenimiento inteligente. Aquí no hay profundidad, el mundo del mañana no se apodera de la cinta, sino que es un marco susurrado en el que la aventura se desarrolla, pequeñas pinceladas nos sitúan en un modelo dickiano de realidad, pero Verhoeven no se va por las ramas, el espectador debe llenar los huecos, no es una distopía, sino un viaje iniciático, no es “1984” sino “La Odisea”.
Quaid desea insertarse unas vacaciones en Marte en la mente, pero algo sale mal. Él ya “ha estado en Marte” pero ha sido programado para olvidarlo, para ser incluso otra persona…
Quaid descubre que toda su vida no es más que una apariencia de vida, repleta de decorados, atrezzo y actores como Lori, su “mujer”.
A partir de aquí una huida hacia delante, una persecución en busca de sí mismo, un redescubrimiento de la verdad entre disparos, malvados agentes, la resistencia marciana, mutantes oprimidos, mujeres atractivas, y malvados de comic (Ronny Cox y el excelente Michael Ironside). En realidad toda la película ES un comic. Con un final absolutamente inverosímil. El espectador entra en el juego, acepta las convenciones que se le proponen, se implica en la aventura, y acaba razonablemente satisfecho.
Total Recall es un blockbuster. Efectos especiales, violencia, acción, estrella taquillera…
Pero es a su vez algo más complejo, construyendo un entramado de realidad e ilusión, de lo aparente, de un héroe que puede ser un villano, pero acaba siendo héroe. Y por debajo de todo un entramado realmente consistente, un pulso narrativo envidiable, sin pausas, sin flaquear en tiempos muertos.
Verhoeven demuestra su capacidad para sugerir más de lo que realmente muestra, De manejar enormes presupuestos, de rodearse de grandes profesionales (atención a los efectos especiales, como el recordado líder de la resistencia “Kuato”).
De coger un film a priori poco más que un producto espectacular, y convertirlo en algo más personal. Incluso su amor por el realismo sucio y lo escatológico viene a cuento al retratar el estilo de vida suburbial de los mutantes. Verhoeven convierte los encargos en algo tan específicamente ”verhoeviano” que no nos imaginamos la película rodada por ningún otro director.
Pero lo cierto es que Verhoeven llegó al proyecto como por casualidad. Desde la primera versión del guión firmada por O’Bannon y Shusett, la historia de Total Recall era una patata caliente. Una superproducción maldita que pasaba por manos de productores y directores que renunciaban o se rendían, que se peleaban o directamente enloquecían.
Desde el intento de Disney de incorporar a John Carpenter parea rodar una especie de Starman en Marte, hasta las docenas de intentonas de De Laurentiis: Richard Rush, Russell Mulcahy, Fred Schepisi (que llegó a reescribir el guión siete veces)…
Destacan dos intentos. Uno con Bruce Beresford al mando y ¡Patrick Swayze! de protagonista. Construyó enormes decorados en el desierto australiano, para topar con una legislación austral que impedía que rodara en condiciones. Para entonces De Larentiis se había gastado seis millones de dólares de la época sin haber filmado un solo plano.
Schwarzenegger estuvo avispado y contactó con el productor Mario Kassar para hacerse con los derechos cuando nadie creía que pudiera filmarse Total Recall. Él recomendó a Verhoeven.
Pero antes de que esto ocurriera, entre la demencial danza de directores que De Laurentiis puso en marcha destaca uno cuanto menos curioso: David Cronenberg.
Y es que el apóstol de la “Nueva Carne” estuvo a punto de filmar una especie de “Videodrome en Marte” con Richard Dreyfuss de protagonista. Buscó localizaciones en Túnez y elaboró un guión del que Verhoeven echa pestes:
“Su script era extremadamente excéntrico. El principio era prácticamente igual al mío, pero de inmediato devenía realmente extraño. No utilicé nada de la versión de Cronenberg que databa de 1985 pues, indiscutiblemente, había sido escrita para sí mismo. Se había convertido en algo muy sombrío y espantoso. Había personalizado el proyecto añadiendo un montón de ideas locas, sobre todo concernientes a los mutantes en Marte. Creí que era una mala idea y volví al relato de Dick…”
No se ustedes, pero yo me alegro de que Verhoven entrara en juego, de que su maravilloso sentido del ritmo y la aventura brillara especialmente, de que su irónico talento para complicar historias y hacerlas parecer sencillas saliera a flote, de que nos regalara un Dick obsesionado con el tema de la identidad y la memoria, pasado por el turmix y listo para convertirse en algo divertido, excitante y entretenido.
Y sobre todo esa apenas insinuada doble lectura: ¿Es toda la película un “recuerdo implantado”? No es posible descartar que la trama de espionaje que sustenta el metraje sea tan solo las “vacaciones como espía” que Quaid contrata para que se las implanten. Pura paranoia Dickiana.
Por una vez a Verhoeven no le crecen los enanos, sino que curtido en contrariedades pasadas y despilfarros varios, proyectos accidentados y preproducciones de espanto, llega a triunfar donde todos han fracasado. Rodó la producción maldita de la época, con el presupuesto más alto de aquel entonces, y el resultado no solo no le hundió, sino que fue muy bueno.
Es solo ciencia ficción, pero me gusta.

8 comments:

Yukio Seki F1 said...

HE CONSEGUIDO A UN PRECIO MAS QUE ACEPTABLE...STARSHIP TROOPERS... espero haga un post de la misma...

Anonymous said...

Yo también espero ese post de Star ship troopers. La cual también es puro blockbuster de ciencia ficción. De hecho son mis dos pelis favoritas de Verhoeven, que por cierto Desafío total yo también la vi mucho después en VHS aunque no sé cuantos años tenía cuando se estrenó pero supongo que por el estilo

Un saludo!

Mycroft said...

Pues pueden esperar sentados. Por su significado, será la última que comente de su extensa filmografía. Anda que no queda...Intento combinar la etapa holandesa y la americana. Si dejo De Vierde Man (por ejemplo) para el final, no hay emoción. Y ya he comentado Robocop y esta (maravillosa) Total Recall!

Anonymous said...

Una gozada!

Anonymous said...

Ya lo creo que le salió bien la jugada. De hecho, "Desafío Total" puso en el mapa a aquella efímera productora que se llamó CAROLCO.

Poco que añadir a su exahustivo análisis. La película es redonda y como tal fue aceptada en su día (la crítica la puso por la nubes), aunque la cultura academica de la época la relegase a la hora de la concesión de premios. Al fin y al cabo, "era solo una peli palomitera".

Aun así, e insistiendo en que la película como espectaculo visual es insuperable, pienso que aunque el universo de Dick no desentona con el de Verhoeven, al director holandés le falta introspección. Su visión periférica es demasiado simple a la hora de traducir en imagenes las palabras del escritor.

Por cierto, yo la vi en pantalla grande, y no quisiera ser jactancioso, pero su efecto se multiplica por mil vista en las circunstancias adecuadas.

Más que la matanza de insectos, me gustará leer su visión de "Showgirls". La obra que le equiparó con Fosse o Hal Ashby. Su cinta más revolucionaria. La que demuestra su espíritu agitador.

Anonymous said...

hola

tuve la suerte de verla en el cine, tendría cerca de diez años, con un tío mío que andaba sobre los 20. botamos en las butacas, reímos, gritamos, fue único. desde entonces es una de mis pelis favoritas de siempre y la he visto muchas veces. cogimos la costumbre de ir juntos a ver todo lo que hiciera Arnold, como "El último gran héroe" o "El fin de los días"

muy buenos los comentarios

va el abrazo

Anonymous said...

Muy buen post. Aunque he de reconocer que en su día no vi tanta profundidad en la peli. Tampoco había leído lo que he leído de P.K.Dick.
La vi en el cine y si no me falla la memoria fue un "extraño" programa doble con Evil Dead II. Curioso, ¿no?

Plissken said...

No me jodas que voy a tener que volver a verla para que me vuelva a gustar. Parezco Quaid, sin saber si voy o vengo.

Enhorabuena por el post, caballero.