Rock, cine, comics, ciencia ficción, cervezologia y sueños rotos.
Monday, October 09, 2006
La última cena
Hoy hace 28 años que nos quedamos huérfanos de genialidad. La voz de Brel devenía en silencio, puro silencio. Quizás el letrista más grande de la historia musical europea se quedaba sin palabras ante el abismo. Pero él era inteligente y previsor, y tenía en "Le Dernier Repas" preparado su discurso de despedida. Desde entonces hay un hueco que nadie ha sabido llenar. Puedo echar un vistazo a mis discos preferidos, y leer las letras, pero comparadas con la sutileza, mala ostia, belleza y patetismo de Brel, parecen cosa de niños.
La última cena
En mi última cena quiero ver a mis hermanos a mis perros y a mis gatos y la orilla del mar en mi última cena quiero ver a mis vecinos y también a algunos chinos a la manera de primos Y quiero que en ella se beba además del vino de misa De ese vino tan bueno que bebíamos en Arbois Quiero que en ella se devoren además de algunos curas una faisana venida de Perigord
Quiero después que me lleven a lo alto de mi colina a ver como duermen los árboles entrelazando sus brazos Y después todavía quiero Lanzar piedras al cielo Gritando:-"Dios está muerto" Una última vez En mi última cena quiero ver a mi burro a mis gallinas y a mis ocas a mis vacas y a mis mujeres En mi última cena Quiero ver a esas bribonas de las que fui señor y rey o que fueron mis dueñas Cuando ya tenga en la panza con que alimentar la tierra romperé mi vaso para imponer silencio Y cantaré hasta desgañitarme a la muerte que avanza Las cancioncillas lascivas que asustan a las monjitas Quiero después que me lleven a lo alto de mi colina a ver la tarde que camina lentamente hacia el llano Y allí todavía en pie insultaré a los burgueses sin temor y sin remordimientos una última vez
Después de mi última cena quiero que se marchen que se termine la juerga Fuera de mi casa Después de mi última cena quiero que me instalen sentado solo como un rey recibiendo a sus vestales En mi pipa quemaré Mis recuerdos de infancia Mis sueños inacabados Mis restos de esperanzas Y yo me guardaré para arropar mi alma Más que la imagen de un rosal Y un nombre de mujer Miraré después Lo alto de mi colina Que danza que se adivina que acaba por disiparse Y en medio del olor de las flores que pronto se extenderá sé que tendré miedo Una última vez.
5 comments:
Anonymous
said...
C'est comme ça depuis que le monde tourne, y a rien à faire pour y changer, c'est comme ça depuis que le monde tourne... et il vaut mieux ne pas y toucher.
Precisamente Brel rehuía la palabra poeta. Él afirmaba que escribía "climas poéticos" y se consideraba indigno de ser llamado poeta. Según él al tener que adaptar las palabras a un ritmo y un tiempo marcados por la música, se perdía algo por el camino. Lo paradójico de Brel es que se le tiene por un romántico, cuando su idea del amor suele ser amarga, cínica, trágica o devastadora. Tal vez por eso me gusta tanto.
Ese ramalazo de modestia reafirma que era un poeta.
Supongo que era un romántico decimonónico. Entendía el romanticismo de un modo trágico, como muchos de los escritores y poetas del XIX. Aunque pensandolo bien, ¿hay algún modo de considerar al amor que no sea trágico, cínico o amargo?.
Lo dicho, lamento no conectar mejor con el mundo de Brel.
Maldito sea el 9 de Octubre. Quedarnos sin Brel ha sido una de las mayores tragedias inevitables de la historia del s. XX, de los años setenta más en concreto.
Alex, déle otra oportunidad a Jacques que seguro que una persona como usted conecta con su mundo.
Mutando desde 1981. Rock, Pop, cine, comics, literatura, filosofía, conspiranoias, cyberpunk, y tecnomisticismo. Explorador de sensaciones, romántico y cínico, especialista en venenos rápidos, pluma mercenaria, sindicalista, anarco-socialista, utopista
5 comments:
C'est comme ça depuis que le monde tourne, y a rien à faire pour y changer, c'est comme ça depuis que le monde tourne... et il vaut mieux ne pas y toucher.
Pero Brel era un poeta, Mycroft. Por encima de todo.
Ya quisiera yo sentir la intensa pasión que le profesa usted.
Precisamente Brel rehuía la palabra poeta. Él afirmaba que escribía "climas poéticos" y se consideraba indigno de ser llamado poeta. Según él al tener que adaptar las palabras a un ritmo y un tiempo marcados por la música, se perdía algo por el camino.
Lo paradójico de Brel es que se le tiene por un romántico, cuando su idea del amor suele ser amarga, cínica, trágica o devastadora.
Tal vez por eso me gusta tanto.
Ese ramalazo de modestia reafirma que era un poeta.
Supongo que era un romántico decimonónico. Entendía el romanticismo de un modo trágico, como muchos de los escritores y poetas del XIX. Aunque pensandolo bien, ¿hay algún modo de considerar al amor que no sea trágico, cínico o amargo?.
Lo dicho, lamento no conectar mejor con el mundo de Brel.
Maldito sea el 9 de Octubre. Quedarnos sin Brel ha sido una de las mayores tragedias inevitables de la historia del s. XX, de los años setenta más en concreto.
Alex, déle otra oportunidad a Jacques que seguro que una persona como usted conecta con su mundo.
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