Siguiendo las referencias de Otto Rank, descubrimos en el nucleo de subjetividades heroicas el drama de una enfermedad muy temprana que lo penetra todo.
Lo que vuelve hacia sí a los héroes, carismáticos y profetas, es el recuerdo sufrido en silencio y, posteriormente, efectivo, de una total hipóstasis o subsistencia incomunicable. Antes de reflexión alguna, la vida se da en ellos como un dolor total indistanciable. Al héroe no le duele en especial ninguna parte de su ser, sino todo. Ahí no hay situación que no sea deseperada. El motor de la formación del Yo Heroico es la total autoexaltación desde el total hundimiento en el océano del desamparo. El héroe es el hombre que viene del mar de la desesperación y echa pie a tierra.
(Peter Sloterdijk)
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4 comments:
ya que convivo con un héroe que no sabe que lo es, puedo apreciar de lo que habla, Mycroft.
Sigue habiendo mucho inconsciente (sino crétino) que piensa que los héroes son los capullos que pegan patadas a un balón entre sesiones de polvo blanco y el polvo con la groupie/modelo/petarda de turno.
El héroe no es Shane (Alan Ladd), sino Van Heflin. No es el vaquero que llega a un pueblo perdido, pega cuatro tiros y se larga. El héroe es el que se queda.
Nico si que acabó entendiendo al menos de heroínas.
Esa señora necesita una ducha y dormir doce horas del tiron jejeje
Por cierto, quien es? Me suena vagamente su ojerosa cara.
Save the cheerleader, save the world.
Como bien señalaba Horrorscope, es Nico de la Velvet Underground.
Héroes es una gran serie porque a pesar de todo, se intuyen unos personajes dolorosamente humanos.
La reflexión de Sloterdijk va más allá, y presenta el heroismo como algo alejado del mito, es un recuerdo del dolor y un miedo a que el dolor exista y se reproduzaca, es haber estado roto y recordar ese estado.
Y como usted dice, el héroe como mito no vale de mucho. El héroe que se queda es el que vale.
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