Micronesia en el Cerebelo

Rock, cine, comics, ciencia ficción, cervezologia y sueños rotos.

Wednesday, September 26, 2007

Super Salidos


Hoy cumplen años Michael Ballack, Bryan Ferry, y un servidor. A partir de los 25, empiezan a pesar, y las resacas duelen más. 26 parecen esta vez un millón de años.
Aunque en realidad mi vida está anclada en una época postadolescente de precariedad, paro, ingresos nulos, comics, cerveza, nuevas carreras universitarias (puedo acabar con derecho, politicas y comunicación audiovisual en mi haber. Con tiempo y una caña. Eso si no me meto en el ejército, o en la Legión Extranjera, que el hambre es muy mala), todo un estilo de vida lleno de incertidumbre, oscuro futuro, indefinición, indecisión, una violenta reluctancia a la especialización, y un cierto rechazo al way of life imperante...pero con cierta libertad a cambio.

Superbad es una película de Judd Apatow que ha llegado justo en el momento de una tácita aceptación por mi parte de esa prórroga de un estilo de vida juvenil y desarrapado.
La verdad es que cuando tenía la edad de los protagonistas, pensaba que ahora mismo estaría en las últimas, viviendo una vida de bohemia, perdición, y malos versos plagiarios.

Porque, salvo que mi fracaso sexual ha sido más palmario, y devastador en su completa dimensión de indiferencia, la película parece narrar mi propia juventud con precisión.
Es una película que hereda lo mejor de Porky's. Su procacidad es menos atrevida, sus chistes gruesos, vulgares pero extrañamente elegantes. Su retrato mucho menos generacional, pero también menos superficial.

Porque es una película sobre ritos de iniciación, fines de época, juventudes malgastadas en tardes aburridas (Entroncando con el sinsentido de Mallrats, un nihilismo pop contemporáneo pocas veces bien retratado, y menos bien entendido), fracaso social, auténtica necesidad sexual, y sobre todo es un análisis de la amistad.

Es una película muy divertida, pero sobre todo es la historia de dos compañeros de armas. Es esa fraternidad, ese hermanamiento consciente de que la época de inocencia y despertar, la época de primeras aventuras y primeros fracasos luchados a medias, toca a su fin.
La vida nos desplaza, nos separa, nos coloca estratégicamente en su tablero, y a cada jugada cambiamos.

Superbad son los últimos días de dos amigos, y en su paso a la madurez, las peripecias son solo parte del viaje, en realidad interior, que experimentan.
Tal vez es un punto de vista muy cerebral para una película con sus chistes de tetas, y con ese personaje secundario que realmente se roba más de un plano (McLovin, el Nerd que acaba creyendo el papel representado de hombre intrépido, junto a un par de policías de cuidado).

Sin duda gran parte de mis años mozos se han pasado en colas de supermercado, comprando alcohol, organizando aquelarres, y ese recuerdo de los tiempos en que el que parecía mayor daba la cara frente a la cajera, es sin duda parte de la complicidad que la película despierta en mi. Además está explotada con un humor inteligente, que mezcla incluso slpastick (impagable Michael Cera intentando salvar una botella lanzandose en plancha) con diálogos naturales, un tratamiento poco prejuicioso y casi exento de suplementos moralizantes.

También es cierto que uno de mis propios grandes amigos ha partido en un viaje iniciático, y veo en los actores protagonistas un talento que tal vez sobrevaloro por llegarme especialmente sus peripecias etílicas, sus momentos vergonzantes (y yo también tuve los míos) y el espíritu irreverente de un cineasta que viene avalado por maravillas como Freeks and Geeks.

Hoy que soy más viejo, me siento en parte más joven gracias a Superbad.
Dedico la canción que versionean Niños Mutantes a los amigos ausentes.

5 comments:

BUDOKAN said...

Hola, antes que nada quería desearte feliz cumpleaños!! Espero que la pases bien en estos festejos. Por otro lado me han dado muchas ganas de ver este film que además parece haver roto la taquilla en los Estados Unidos. Saludos!

Emilio Calvo de Mora said...

Hace quince que dejé tu edad, pero no la he perdido. El don de la ebriedad sigue agazapado. El don fastuoso. Hace quince y no parece ayer, pero he ido acumulando vicios nuevos y no he dejado ninguno antiguo. Feliz cumpleaños, hombre.
En esas edad, a ver, a ver, yo acababa de ser padre. Mira tú. No hay que correr, de todas formas. O sí. O da lo mismo.

Emilio Calvo de Mora said...

ah niños mutantes tocan en mi pueblo pronto con algunos grupos parejos como Lori Meyers, que me gustan, Amigos imaginarios o Nixon. No iré.

Libertino said...

Cumple?
Felicidades!
La veré el día 3 y el 4... pa Sitges!!!!!!!!!

Fernando Siles said...

Pues aunque sea con dos días de retraso: felicidades!!! o mi más sentido pésame o lo que sea jejeje

Saludetes