Micronesia en el Cerebelo

Rock, cine, comics, ciencia ficción, cervezologia y sueños rotos.

Friday, December 01, 2006

7. ¿Ya has sentido el deseo de dejar de leer periódicos y de romper tu televisor?


En tal caso, has entendido que:

* a) Los diarios, la radio, la televisión son los vehículos más groseros de la mentira. No solamente nos alejan de los auténticos problemas - del "¿cómo vivir mejor?" que se plantea concretamente cada día -, sino que además nos empujan a identificarnos con unas imágenes prefabricadas, a situarnos de manera abstracta en el lugar de un jefe de Estado, de una vedette, de un asesino, de una víctima, en suma, a reaccionar como si fuéramos otro. Las imágenes que nos dominan es el triunfo de lo que no somos y de lo que nos expulsa de nosotros mismos; de lo que nos convierte en objetos a clasificar, etiquetar, jerarquizar, según el sistema d ella mercancía generalizada.
* b) Existe un lenguaje al servicio del poder jerarquizado. No está solamente en la información, la publicidad, las ideas preconcebidas, las costumbres, los gestos condicionados sino también en todo lenguaje que no prepare la revolución de la vida cotidiana, en todo lenguaje que no esté al servicio de nuestros placeres.
* c) El sistema mercantil impone sus representaciones, sus imágenes, su sentido, su lenguaje cada vez que se trabaja para él, es decir, la mayor parte del tiempo. Este conjunto de ideas, de imágenes, de identificaciones, de conductas determinadas por la necesidad de acumulación y de renovación de la mercancía constituye el ESPECTÁCULO en el que cada uno de nosotros desempeña el papel de lo que no vive realmente y vive falsamente lo que no es. Ello se debe a que el rol es una mercancía viviente y la supervivencia un malestar interminable.
* d) El espectáculo (ideologías, cultura, arte, roles, imágenes, representaciones, palabras-mercancías) es el conjunto de las conductas sociales por las que los hombres entran en sistema mercantil, participan en él en contra de sí mismos convirtiéndose en objetos de supervivencia - mercancías -, renunciando al placer de vivir realmente para sí mismos y de construir libremente su vida cotidiana.
* e) Sobrevivimos en un conjunto de imágenes a las que nos sentimos obligados a identificarnos. Cada vez actuamos menos por nosotros mismos y cada vez más en función de abstracciones que nos dirigen según las leyes del sistema mercantil (beneficio y poder).
* f) Carece de gran importancia que los roles o las ideologías puedan ser favorables u hostiles al sistema dominante puesto que permanecen dentro del espectáculo, del sistema dominante. Sólo lo que destruye la mercancía y su espectáculo es revolucionario.

En realidad, ya está harto de la mentira organizada, de la realidad al revés, de las muecas que imitan la vida auténtica y acaban de empobrecerla. Ya estás luchando, conscientemente o no, por una sociedad en la que el derecho de comunicación real pertenezca a todos, en la que cada uno de nosotros pueda dar a conocer lo que le interesa gracias a la libre disposición de las técnicas (imprentas, telecomunicaciones), en la que la construcción de una vida apasionante liquide la necesidad de desempeñar un rol y de conceder más importancia a la apariencia que a la auténtica vida.
(Raoul Vaneigem,De la huelga salvaje a la autogestión revolucionaria)

4 comments:

Anonymous said...

Estando parcialmente de acuerdo con los seis puntos que propuso Vaneigem, tengo que decir que asumirlos supondría renunciar a prácticamente todo aquello que nos conecta a la realidad. Paradojicamente el efecto que causaría sería el inverso al buscado, Mycroft.

Lo que comparto de un modo incondicional es su visión del derecho a desarrollar nuestro propia visión del mundo. Ya dijo Coppola que el cine (y las artes en general) únicamente serán libres cuando cada indivíduo pueda crear su propio arte, su propia obra, su propia visión del entorno. Pero para eso sucediese, deberíamos ser educados en un entorno completamente distinto al que lo hemos sido. Nunca olvidaré una conversación que mantuvimos varios alumnos con un profesor de mi facultad en la que nos dijo que él no había sido formado para enseñar, sino para cribar a los rezagados. Años antes vi un documental britanico en el que un profesor inglés venía a decir lo mismo: "Mi misión es desanimar a los débiles, no estimularles".

Cruel mundo este.

El Miope Muñoz said...

Que grande. Yo leo el manifiesto amoroso de Barthes que no tiene nada que ver pero en fin, ¿entropía no?

Mycroft said...

Lo que me fascina de Vaneigem es que es un soñador. Tal vez uno de los últimos teóricos políticos que han tenido fé suficiente en el hombre como para soñar un mundo distinto.
Partiendo de un análisis socioeconómico marxista, este tipo repartía tanta estopa a la izquierda de la época, totalmente ciega a nada que no fueran sus propios dogmas de fé, como al capitalismo voraz.
El lema de Vaneigem vendría a ser "Basta de ideologías, la verdadera revolución esta en la imaginación."

Anonymous said...

La mundo es un cagadero puto y sin talento, mendiós!