Me enfrenté, con un farol en mano, a mi imagen en el espejo...Y como solo estaba, al propio silencio grité:
-¡Estoy buscando a un hombre!Y a la mañana siguiente
los basureros reman despacio
en el mar de escollos
y botellas rotas,
restos de una fiesta
de aguas demasiado profundas.
Cantos de sirenas
dicen que oí anoche
en la reunión tumultuosa
de bar en bar
de calle en calle
de botella en botella
de desesperanza en desesperanza...
Y es mi sed de mil sueños perdidos
lo que el agua salada,
no calma.
Con bravura el oleaje herido
de esta intoxicación etílica
golpea mi cabeza insatisfecha
y mi bote de remos zozobra
casi descontrolado,
haciendo eses por el pavimento.
Me doy miedo, digo bajito,
y me enamoro solo un segundo,
mientras me ahogo
en un océano tan mortífero
como mis ásperos labios temblorosos
agotados de no besar
más que el silencio.
Observo, como capitán de navío
que se hunde con su barco en el mar,
un vaso roto, mil pedazos de fulgor,
y mi ceguera serpenteante
recuerda mil películas,
apenas celuloide mojado
en que el héroe errante
roe sus muñecas,
melancólico y desesperado,
con cristal y plástico,
con vidrio triste
y definitivo,
dejando en el suelo
apenas una firma de pintor
de color vermellón.
No importa
el sol hace tiempo
que asoma atronador,
mientras los basureros tenaces
reman, reman, reman,
como al ritmo de timbales,
y consiguen despertarme
del banco en que dormido
aún sueño despierto.
(Del diario de
Mycroft)
4 comments:
Genial Mycroft, genial
Es agradable volver para encontrarme con estas cosas.
No me quedé a gusto con mi comentario. Me parece escaso. Me gustó porque, es difícil leerte, pero cuando tenemos oportunidad, pues claro... yo me quedo sobrecogida. Es genial y es desgarrador...
Jo, solo conozco a otro Mycroft y es Mycroft Holmes. Mío, con todos y cada uno de sus ripios y versos blancos...
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