Tuesday, May 30, 2006
Mi Mp3 se retuerce...
Qué suena y que no suena por mis reinos subterraneos??? Comentarios hechos en estado de enajenación mental...
Adam Ant - Gotta Be A Sin
Sería un pecado que estando Franz Ferdinand a lo que pescan en los ochenta, nos olvidáramos de los genuinos y bizarros músicos de aquel entonces. El Señor Hormiga vence y convence. Ante la visita del Papa, pequemos...
Adrian Belew - Looking for a U.F.O.
En la órbita Krinsom, de los que fue guitarrista, sorprende. Su carrera en solitario se nutre de ejercicios minimales a lo Eno, descartables, y el pop increíble, arriesgado y comercial a un tiempo, que representa canciones como esta. Antecedente claro de Frusciante. Fascinante y extraño como un pájaro viviendo en un yacimiento petrolífero.
ANDY CHANGO - 02 - QUEDA MUY POCO DE MI
Queda muy poco de mí/ soy un barco sin timón/ te guardo el corazón en un frasco de formol…
Icónico, Chango ha creado un personaje que ha devenido un manoseado cliché del maldito que se refugia en paraísos artificiales. Pero a mí, cuando da resultados como este himno del derrumbe personal, eso me da lo mismo. Divertido. El hombre que debió protagonizar piratas del caribe.
Billy Bob Thornton - Everybodys Talking
Un clásico en toda regla interpretado al relentí por un actor famoso de profunda voz. Una alternativa para no aburrirse oyendo canciones míticas del mismo modo siempre. Todo el mundo habla, nos dice un Billy Bob alucinante y balbuceante en pleno trip psicodialéctico.
Billy Idol - Dancing with myself
Ídolo caído que baila solo, como muchos de nosotros, moviéndose frenéticamente para no caer al suelo. Notable. Enérgico, contagioso como la lepra.
BLUETONES – IF
Repescada de la época del Britpop, es la canción que actualmente no puedo dejar de oír una y otra y otra vez. Potente, con pegada y llegada que diría un periodista deportivo, himno de estadio, sin un público masivo que lo llene y lo coree. Lástima que Bluetones se quedaran en una canción.
Burning - Balada Para una Viuda
Letras canallas, historias de viudas calientes que quieren llenar “huecos que él dejó”. Rock macarra y eficaz. Trobadores de calentones varios en el metro.
Duman - Her seyi Yak
El rock en Turquía se lía. Tanto da la influencia grunge, el heavy, el punk, el post rock. Ellos lo mezclan todo. Como una paella musical increíble.
Erik Satie - Premiere Gymnopedie
Clásico, etéreo…Aire almacenado, oxígeno de contingencia en forma de un piano atrancado en la habitación del pánico, llorando a ratos. Muy tranqui.
Etta James-Anything to Say You're Mine
La voz en grito, esa voz que llega envalentonada, rugiente, que derriba obstáculos, como para llevar la contraria a semejante trueno vocal…
Foo Fighters- Everlong (acoustic)
Una canción tremenda en un formato…curioso. Dave Grohl en un momento de hipnosis, poseído por Ryan Adams. Vade Retro, satán.
Guns N Roses- Used To Love Her
Rock, malos tratos, historias truculentas…Actitud y aptitud. Axl Rose solía amarla, pero ya no...en esos tiempos la sensibilidad sobre el maltrato era otra.
Hollies - He Ain't Heavy, He's My Borther
Pop de campanillas. Escucharlos le da a uno un plus, una sensación indescriptible: Como estar medio borracho una noche de verano, y caerse por un precipicio, flotar y llegar al firmamento estrellado. Estoy muy rayado, mejor dejarlo.
John Frusciante and Josh Klinghoffer-Walls
Explorando. Red Hot son su propia parodia. Frusciante investiga guitarra en mano.
Johnny Cash - The Mercy Seat (Nick Cave cover)
Brutal. Es el único adjetivo que va con Cash. Si la música se inyectase, Cash sería sobredosis segura...inferior sin embargo a otros momentos más lucidos.
King Krinsom- Prozakc Blues
Estás cansado de oír lo mismo. Pásate a los Krinsom. Al menos son diferentes. ¿Es música? A veces sí, por lo menos si lo comparas con Captain Beefheart. Una de sus (pocas)canciones accesibles.
Los Salvajes - Una Chica Igual Que Tu
Eran los ases de los sesenta, el grupo eléctrico que amaba a los stones y a los troggs y se atrevían con cualquier versión…
Tremendos, necesarios, reivindicables.
Los Super Elegantes- Por Que Te Vas
Clásico de Jeannette reinterpretado con más nervio. Una bonita tonada sin el elemento pánfilo-pachulitesco original. Pierde encanto "naif".
Macca - Young Boy
Ex beatle es un joven mozo en busca de amor…
No tan joven ya...
De aquellos amores, estos divorcios...
Monty Python- Galaxy Song
El sentido de la vida, lo minúsculo de nuestra existencia. No somos nadie, así que danos tu riñón, o ya puestos tu hígado. Desternillante.
Motel- Querida Depresión
Grupo de Castellón. Una letra desgarradora, una interpretación emocionante, para una de las cuatro o cinco mejores canciones de los últimos diez años en este país.
Niños Mutantes - Las Horas Perdidas
El grupo español más en forma últimamente, con una trayectoria coherente, una voz increíble, una letras a gran nivel, guitarrazos de talento…Premio de la regularidad.
The Langley Schools Music Project- Space Oddity
Un coro de niños canta esta ópera espacial, y el resultado acojona y sorprende…
Como una peli de Bela Lugosi en el espacio...
Oasis- Full On
Se describe con una palabra: Tralla. Se acercan a las guitarras pesadas, incluso al heavy. La melodía es setentera, las guitarras se las han afanado al Iron Maiden menos en forma. Notable, ejecutada impecablemente, una canción casi digna de Alice Cooper revestida de ruido inteligente por los cuatro costados. Una explosión sónica, contundente. Una estampida de búfalos biomecanoides...
Polnareff - Je T'aime
El sentimentalismo esta pasado de moda. Yo también. Que más da…Polnareff firma una canción blandengue, amorosa, cursi y por qué no decirlo, hermosa, perfecta e inmortal. Una flor desangrandose y gritando. No llega al nivel de Brel, pero muy intensa.
ROD STEWART - ROCKS (PRIMAL SCREAM COVER)
Rod esta en el bar afilando su voz de cuchilla de afeitar cazalla tras cazalla…Antes de ser cool y aburrido se fijó en este frenético homenaje-robo a los stones…
Sucias peleas de bar, incendios en hoteles, y la peli stoned de fondo(me muero por verla)
SAVAGE GARDEN - BREAK ME SHAKE ME
Para mi vergüenza eterna, se han instalado ahí. Se ha colado a traición. Entre la nostalgia, la necesidad de no oír siempre lo mismo, y el petardismo involuntario.
Confeti amariconado para una tarde de lluvia.
Smokie & Suzi Quatro - Stumblin' In
A la crítica nunca le gustó Suzi Quatro. Que se vayan al infierno. Pegadiza, setentera y populista. El inmenso poder del rock sin prejuicuios, pan, circo y glam.
Soft Cell - Say Hello, Wave Goodbye
Los ochenta tenían su corazoncito, y Almond nos regala una baladita de las que le gusta plagiar a Morrissey….
THE TEARS – Autograph
The Tears han sacado el mejor disco en toda la carrera de Neil Diamond. Ël no aparece por ningún lado en los créditos, pero la voz de Brett Anderson le busca por todo el disco corte tras corte, mientras las guitarras de Butler, que remiten más a su carrera en solitario que a Suede, a pesar de emparentar con el pésimo último disco de éstos...esas guitarras apuntalan un disco que al principio es decepcionante, todo un trago amargo como aceite de ricino, pero que luego puede enganchar…pop, lalalas, y poco más, pero nada menos...
The The- Lonely Planet
Olvidado grupo de los 80, con canciones tan notables como esta. Basta de Udoses y hagan más caso a gente como esta o Ian McCulloch.
The Killers- All these things that I’ve done
Seguramente su disco no es una maravilla, pero a pesar de que todo el mundo les ha sepultado como unos “one hit wonder”, esta canción es la que más tiempo ha resistido en mi reproductor…algo tendrá…Típica canción que es poquita cosa al principio pero que crece y crece hasta los alaridos finales (I got soul but i´m not a soldier)…Épica.
The Thrills-Last Night I Dreamt That Somebody Loved Me (Smiths Cover)
La delicada canción del dúo Marr-Morrissey, reinterpretada entre susurros…anoche yo también soñé que alguien me amaba…los thrills sorprenden con un inesperado nivel elevado y emocionante en su recreación.
La canción de youtube de Niños mutantes es Nada nuevo
Sunday, May 28, 2006
De examenes
Zygmunt Bauman
La sociedad de la incertidumbre (fragmento)
" Vivimos inmersos en ese desierto de incertidumbre, pero todavía cabe salvar un punto de referencia: la difícil aceptación de una responsabilidad acompañada de la perenne preocupación por haber completado un error. La voz de la responsabilidad se hace pues perceptible sólo en la disonancia de las opiniones, mientras el consenso y la unanimidad anuncian la tranquilidad del cementerio. "
Estoy de exámenes y dios sabe cómo voy a sobrevivir...Se me queda una cara de locura a lo Holderlin tratando de suplir en una semana la vagancia de un año...Este blog mientras tanto se verá inmerso en estado de duermevela, que se añade a su carácter de emisión pirata irregular...
Les dejo con los manic street preachers, que en la época del everything must go me engañaron con canciones como ésta, pero que después cayeron en picado...
A DESIGN FOR LIVE
Libraries gave us power
Then work came and made us free
What price now for a shallow piece of dignity
I wish I had a bottle
Right here in my dirty face to wear the scars
To show from where I came
We don't talk about love we only want to get drunk
And we are not allowed to spend
As we are told that this is the end
A design for life
A design for life
A design for life
A design for life
I wish I had a bottle
Right here in my pretty face to wear the scars
To show from where I came
We don't talk about love we only want to get drunk
And we are not allowed to spend
As we are told that this is the end
A design for life
A design for life
A design for life
A design for life
We don't talk about love we only want to get drunk
And we are not allowed to spend
As we are told that this is the end
A design for life
A design for life
A design for life
A design for...
Thursday, May 25, 2006
Videoclip de la semana: Relaxed Muscle-Billy Jack
Esta historia comienza con el amigo Jarvis Cocker, mejor letrista de Gran Bretaña en los noventa, estrella excesiva, en cierto modo echada a perder, pero aprovechable siempre, director y productor de infames videoclips antes de la fama de Pulp, excéntrico outsider en los 80...
Cuando el boom del electro este tipo andaba retirado y con ganas de gresca, así que se convierte en un ser extraño, su alter ego Darren Spooner, y se junta con sus vecinos los Fat Truckers que tienen canciones malas y remezclas excelentes en su haber, pero que saben producir un disco de chirriantes electrodos bailables. Así se Formó el anedótico grupo Relaxed Muscle, en plan de broma y para pasar el rato.
El video que nos ocupa es el de Billy Jack, un western de serie B, en el que un irreconocible Jarvis, o debería decir Darren, rinde homenaje a esos spaghetti westerns repletos de amateurismo e imaginación...un video divertido.
Tuesday, May 23, 2006
Diablogos : El Duelo
Asafa:-Eh, tú, si es a tí...
Justin:-Déjame en paz.
Asafa:-Va una carrera hasta la papelera.
Justin:-Paso. Mejor harías reservándote.
Asafa:-La diferencia entre tu y yo es que yo no te tengo miedo.
Justin.-No, la diferencia es el dinero que gano de más.
Asafa:-Eres un cobarde, gallina, capitán de la sardina. Tienes miedo porque puedo correr como el viento.
Justin:-Estás pasado de moda. Esto no es un deporte, es un negocio. Esto va de marcas de zapatillas. Esto va de que si no me pagan más nunca correré contigo. Esto no va de quién es el más rápido. Voy a verme un video de Ben Johnson...Nos vemos...
(Dedicado a El Guerrouj)
Sunday, May 21, 2006
Diario De un Asesino a Sueldo: Historia completa y desenlace
Friday, February 10, 2006
Matar a una persona no es tan difícil. Encontrar la motivación para vencer nuestra cobardía y hacerlo efectivamente es lo complicado.
Caminas en la bruma de una calle estrecha en un país extranjero. Es de noche.
Has visto Branded to kill, has visto Chacal, has visto las pelis que nos enseñan a matar.
Hay quién dice que una vida no tiene precio. Lo tiene. Si estás en el negocio, nadie la valora más que tú. Tú, que haces el trabajo sucio, que eres un peón sacrificable, la estimas muy alto. Atento a las fluctuaciones del precio de la vida, como el que tiene acciones y consulta el periódico.
Los que mandan matar le ponen un precio muy bajo al latir de un corazón. A tu riesgo. A tu conciencia. A la libertad de decir y de actuar sin que te silencien.
Caminas digo, por una calle estrecha. El objetivo vive al final de ella. No quieres saber si tiene hijos, o mujer que le ame, pero has de saberlo, estudias cada minuto, cada brizna de su ser. Debes saberlo todo. Estar preparado, y saber cuál es el modo de su muerte.
Veneno, estrangulamiento, arma de fuego. Como un soldado que mata por su país pero sin país. Sin excusas. Con todo el peso de la muerte en su cabeza.
Misterioso crimen sin resolver. No hay sospechosos. No hay móvil.
Quién te paga, reparte honores y riquezas para enterrar la memoria de un crimen. El olvido es el verdadero asesino, no tu...
Y cuando llamas a la puerta, esperas que te reciba tu recompensa, una bala, una trampa, un castigo o un premio, un viaje de ida al infierno, porque algún día al otro lado de la puerta habrá alguien como tú esperando terminar el encargo.
Y solo podrás dar gracias.
Como una hoja seca
Al tocar el suelo
Tristeza muda.
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Tuesday, March 21, 2006
Se es asesino antes de matar?¿Un asesino nace o se hace?
Cuando hableis con un asesino, nunca admitirá que lo es.
Pero si sois del mismo gremio, si os tiene calado como eliminadores, no podrá resistirse. Ni a contar por qué mata, ni a preguntaros por qué matais vosotros.
¿Por qué matar?¿Hay un motivo en el ancho mundo que lo justifique?¿Os cuenta sus razones porque se siente culpable?
No, os lo cuenta como parte de cierto orgullo profesional, el porqué matar es el porqué de lo que hace día tras día, de su vida. Si según De Quincey rajar cuellos es una obra de arte, todo artista necesita un público, un crítico. Y solo nos tenemos entre nosotros.
Hay tantos motivos como hombres dispuestos a inventarselos.
Muchos hablan de venganza, o de hechos del pasado que les marcaron:
-Me violaron cuando era niño.
-Vi a un hombre saltar en pedacitos en la guerra(da igual cuál)
-Encontré a mi madre rajada con un cuchillo de carnicero por mi padre.
Palabrería pseudopsicoanalítica, en mi opinión. Meras excusas que se dicen a sí mismos para hacer algo que les encanta, pero que no se atreven a reconocer que hacen por placer.
Y una mierda, no hay peor mentiroso que el que se miente a sí mismo y se lo cree.
El pasado no existe, no es aliciente suficiente para dejar huérfanos a unos niños por unos miserables billetes (no estoy hablando del asesino pasional, furioso, de arrebato. Hablo del que repite). El pasado solo tiene el poder que nosotros le demos, solo le dejamos hacernos el daño que queremos hacernos, solo nos tortura siguiendo nuestra propia voluntad.
El pasado es una construcción, una invención, y ponemos en él las pinceladas de lo que ahora creemos que creíamos ver. Así que no me digas que eres un ser torturado. Matas por algo que te ocurre aquí y ahora, el ayer es solo sombra.
Y esa era la excusa buena.
No, no es por eso.
Y si te dicen que es por Dios, Patria o Dinero, o tal vez por amor, mienten.
El amor no es muerte. Si el amor te obliga a matar, mata al amor.
A la hora de mirar a los ojos a un ser humano y borrarlo del lienzo de la creación, no es Jesús o Mahoma quién guía nuestros dedos criminales y sedientos, o las fronteras dudosas de una nación de gente solitaria(y en caso de guerra tampoco. Solo sobrevivir. Es reinccidencia, pero por darwinismo e instinto animal), ni la posibilidad de pagar las letras del coche o comprar un rolex, o ganar tal vez un beso de un cuerpo tibio que está tan aterrado como tú de la fría soledad de la vida y de la muerte(y si sabe que te lo has ganado matando, amas a alguien más fría y peligrosa que tú mismo. Si no lo sabe, desengañate, es parte de un mundo lejano a tí, y solo puedes causarle dolor).
Todos los asesinos tenemos algo en común. Algo que perdimos por el camino. Se nos acabaron las emociones. Ilusión, ira, tristeza, amor, odio, melancolía, alegría. Cada vez cuesta más reaccionar ante los estímulos exteriores, somos frío granito.
Somos tullidos, tullidos del corazón, corazones de piedra, de nieve sucia, de ceniza y adoquín, impasibles.
Robots que fueron carne melancólica una vez, que añoran la persona que eran, incluso las punzadas del dolor que sentían.
El dolor es como los analgésicos y otros medicamentos. Crean tolerancia, y cada vez llega menos. Antes nos sacudía, y parecíamos saber lo vivos que estabamos.
Matamos. Matamos. Matamos porque al arrebatar una vida sentimos algo por un momento, somos personas, matar nos vuelve personas. Qué triste. Es triste, nadie afirma lo contrario.
Por un segundo somos, estamos. La emoción, la incertidumbre, el poder, el miedo, el asco a uno mismo, la piedad reprimida, el dolor, la culpa, la broma macabra, el abismo de la existencia y de la muerte.
Estamos vivos una vez más, el corazón bombea sentimientos, vuelve el calor a nuestros rostros y la tristeza al alma. No me estoy justificando. No es motivo. Es como no tener motivo alguno en absoluto.
Y no hay ninguna otra razón, el dinero solo sirve para subsistir hasta el próximo encargo.
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Sunday, March 26, 2006
Acariciando el oro en forma de terciopelo de sus cabellos, buscando borrar la forma de sus labios a base de besos, tocando sus pechos más para sentir su respiración que por lujuria, perdiéndome en sus ojos como en pequeñas galaxias azules, inexploradas, brillantes, insondables y temibles, le dije:
-Perdóname, soy un mal amante-mientras deslizaba su ropa interior piernas abajo, saboreándolas con mi tacto.
Decidido a contradecirme, la abracé, y busqué su boca como las flores buscan el sol. Pero con movimientos suaves, cautelosos, casi como un felino a punto de abalanzarse sobre un pájaro, casi como si ella fuera de porcelana en lugar de carne hecha caricia.
Puse mi cabeza en su pecho mientras la penetraba, y junto a su breve gemido, oí su corazón hablando en el lenguaje de los seres vivos.
Hago el amor tomándome mi tiempo, como quién afina un instrumento, buscando la nota adecuada con mis finas manos, tocando una melodía de Dvorak al piano de sus breves pezones, rojos como fruta de verano, cerezas y miel.
Su cuerpo era un templo excitante, y era tan hermoso que casi hubiera podido amarla.
Afuera las estrellas tiritaban de frío mientras yo entraba en calor con cada acometida que hacía vibrar sus caderas, sujetándome a ellas y a las brumosas y escarpadas nalgas, a la calidez de su sonrisa que buscaba la mía y se unía en un espectáculo de brasas, y a su voz breve y retadora.
Cuando acabé, la abracé, y le miré a los ojos. Casi podía hacerlo, casi podía amarla, pero aunque tenía sus flacos brazos rodeándo mi cuello, estaba muy lejos de ella.
Se oyó un ruido como de puerta al cerrase, quise hacerlo rápido. Nunca pagan lo bastante en estos casos.
Quebré su cuello, rompí aquella porcelana con forma de mujer, y la promesa de su calidez la apagué de un solo soplo.
Pensé en todos los hombres que habían compartido su carne leve, ígnea y llena de vida. Que habían buscado refugio del frío de sus propias almas. Todos los que se abrazaron a ella por miedo a la soledad, al silencio, sin que les sirviera de mucho, tomando solo lo necesario para continuar el viaje, sin pensar más en aquel trozo de humanidad que ahora había dejado de respirar, dejando sus pechos quietos y tristemente fríos.
Les deseé mejor suerte que la mía. Tal vez después de todo la amé a mi manera. Iba a morir de todas formas, que mejor manera que morir con un beso húmedo, sencillo, sincero, melancólico y asesino.
-Perdóname, te dije que soy un mal amante-susurré. Y la dejé allí, tan muerta como cualquiera, tan bella como pocas.
Antes de escabullirme por la puerta, dejé unos billetes en la mesita de noche.
No quería implicarme emocionalmente.
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Friday, March 31, 2006
Enfrentate a tus miedos.
¿Estás enfadado? Escúpeme tu ira a la cara. Eso es todo lo que conseguirás hacerme. No puedes tocarme. Ni siquiera te atreves a temblar. ¿Crees que te odio? Estás muy equivocado. Soy lo que soy, nada más.
He venido a matarte. Me gustaría decir que no es personal pero mentiría, la muerte siempre es un asunto personal.
Se que tienes miedo. A mi me da miedo vivir, no morir. Yo en cambio siento ternura. No hacia ti especialmente. Pero estoy conmovido. En las películas se mata al peso, por docenas. Podría decirse que solo un minorista de la muerte aprecia de verdad la vida.
Resulta presuntuoso por mi parte denominarme asesino. Creo que superviviente es más adecuado.
¿Sabes? Los lobos no son como los hombres, o por lo menos como las clases de hombres que representamos tú y yo. Cuando se enfrentan y uno de ellos se rinde, no se matan entre sí.
Voy a conseguirte una bonita tumba. Con buenas vistas. Algo acorde con tu posición. Un buen trozo de tierra en el que pudrirse. Me gustaría simplemente que desaparecieras, que no existieras, para no tener que apretar el maldito gatillo, porque esta noche el que va a tener que vivir con sus fantasmas a cuestas e intentar conciliar el sueño, seré yo.
Tú no vas a soñar más. Creo que eso es lo que más deben echar de menos los muertos, pero es algo que me ha sido arrebatado en parte, no más sueños solo pesadillas.
¿Quieres saber cómo hemos llegado a esto? Fue después de que me encargaran borrar del mapa a la puta del presidente. No se lo merecía, aún me acuerdo de ella y de cómo sabía su piel. Era muy dulce, aunque no te podías fiar de sus besos...me parecía estar oyendo la caja registradora mientras intentaba amarala lo suficiente como para no matarla...no por ella, estaba muerta desde que se dió la orden, sino por mí.
Entonces me reuní con mi contacto. Un tipo siniestro, como todos esos chicos criados para ser contables que han hecho de la falta de escrupulos virtud suficiente para llegar a lo más alto de la contabilidad: Ser contable de muertos. Contar cadáveres tristes y el precio de la carne muerta, muerta te digo.
Mírame a la cara cuando te hablo.
Bueno estaba con mi contable en la esquina de la calle Lauria. Había una cervecería cerca, en dónde nos metimos. Él iba trajeado, y antes de llegar yo se despidió de otra persona dándole la mano. Me pareció extraño. Por cierto siempre que veo a dos hombres trajeados dándose la mano en la calle me entran unas ganas locas de cantar Wish you Were here de Pink Floyd. Es lo que llaman condicionamiento, la cultura pop aplicada al perro de Paulov.
Era extraño que quedaramos en un sitio público, era extraño que estuviera con alguien antes de estar conmigo. Era extraño simplemente que me dieran un encargo tan pronto.
¿Impaciente? Tranquilo, pronto llegaremos al final de la historia. Y cuando salga el rótulo de The End y llegue el fundido a negro estarás en manos de Dios o del Diablo. O simplemente del olvido.
Me invitó a una copa, el chico de la barra, un tipo barbudo con rastas y ojillos de ave traicionera nos sirvió Bourbon en vasos grandes. Le dije que dejara la botella ahí, que corría por parte de mi amigo.
Mi contacto me pasó un sobre marrón. Dentro no venían las instrucciones habituales. Ni dirección, ni trabajo, ni familia, ni antecedentes, ni vicios, ni amantes, ni secretos, ni tendencias políticas, ni bares preferidos...
Nada.
Solo un nombre.
Uno que conocía bien. Mycroft.
Ese nombre fue tu sentencia de muerte.
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Wednesday, April 19, 2006
Nunca debéis creer a un asesino cuando os cuenta su motivo para matar. Me temo que he mentido o por lo menos me he mentido a mi mismo. No comencé a matar por haberme convertido en un monstruo sin corazón. Más bien me convertí en un monstruo porque comencé a matar…
19 de abril de 1999
Hoy me he levantado con el silencio como losa absurda. Me ahogo. Me ahogo. Apenas puedo respirar. Hace dos semanas que no sabemos nada de Isabella. Podría estar muerta en una cuneta, seguramente allí esta, acompañada de aquellos pájaros a los que daba de comer en el parque, y a los que ahora alimentará de un modo diferente. Mi hermana, nunca más veré su risa, me crispa los nervios esta maldita espera, en cualquier momento…esta calma tensa, este stand by puede romperse en mil pedazos.
Necesito dormir. Pero he olvidado cómo.
21 de abril de 1999
Nada. Ninguna reivindicación. Ninguna llamada de los secuestradores. Solo una persona que respiraba, que era carne y que de pronto se desvanece en el aire, una niña ahora invisible. Miro sus cuadernos de la escuela, llenos de sumas imaginarias y problemas insolubles. Acaso existió alguna vez, si no podemos verla, si no está, ¿estuvo alguna vez ahí? Pequeños trozos de papel llenos de letra infantil son su único legado. Briznas de nada. Yo también seré apenas un suspiro.
30 de diciembre de 1999
La policía más o menos se ha dado por vencida. Nos han dicho que nos preparemos para lo peor. Lo sé. Puedo ver los periódicos que convierten la vida y la muerte de todos en ficción. “Macabro Hallazgo”. Su sonrisa se perderá para siempre, es invierno y solo quiero vengarme, hacer daño, morder, rasgar, destrozar algo único e inigualable a quién me haya hecho esto.
No me reconozco.
31 de diciembre de 1999
Hoy he salido por ahí. He esnifado droga por primera vez. Cuántas veces, cuántos tragos, cuánta ración de veneno necesito para dejar de ser yo. He iniciado una pelea, con una botella rota. He salido corriendo, pero al golpear y destruir me he sentido extrañamente bien.
12 de enero de 2000
Me he levantado con el rayo crepitando en el cielo, truenos de tristeza. Si Isabella volviera apenas supondría diferencia. Hemos cambiado y somos peores personas. Tenemos el odio en la palma de los dedos y la indiferencia ante todos nuestros sentimientos. Hemos sido desenmascarados como lo que somos. Amanece y yo me encuentro en la calle porque no puedo seguir en la casa, es una pirámide sin momia, un mudo monumento a mi hermana, un muñón en mi cuerpo. Tengo la costumbre de golpear las paredes hasta que acabo agotado, mis padres se han ido. Tienen miedo, creo. Todos se han ido. Solo quedo yo. Empiezo a beber antes de despertarme, incluso en sueños. Pongo sus muñecas en fila y les paso revista. Son mi ejército. El odio es todo lo que tengo, todo lo que me separa de la locura de desear no estar vivo. Debo estar vivo para sobrevivir a aquellos que me han hecho esto, que me han convertido en esto. Estoy solo en esto. Y lo que es peor. Estoy llegando al fondo de este silo termonuclear que es mi alma. A veces me comparo con los perros salvajes, pero eso no sería justo para con los perros. Solo vivo para odiar, solo odio para seguir vivo.
28 de febrero de 2000
Ellos lo sabían, ellos lo sabían.
Les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio, les odio.
Les voy a matar.
Los secuestradores se han puesto en contacto conmigo. Quieren que mate a una persona. Entonces dejarán ir a Isabella. La vida de una persona desconocida puesta en la balanza. La vida de mi hermana. Pero en cierto modo, ya no recuerdo su cara. Quemé todas sus fotos. Ella también es una desconocida. Todos lo somos. Los secuestradores se acercaron a mí en un bar. Mordí a uno en cuello antes de que me redujeran y me explicaran que a partir de ese momento sería su brazo ejecutor.
Me pregunté si aquellos que me habían acorralado e inmovilizado también tenían hermanas en algún lugar esperando unas fuertes manos de hombre que quiebren sus cuellos.
Me pregunté si de verdad tenían a Isabella. Lo más probable es que la mataran el primer día. O que ni siquiera tuvieran nada que ver con ella.
Da lo mismo. He decidido matarle. Diputado Juan Aguirre, estás muerto. Tal vez consiga salvarla, tal vez consiga salvarme, o tal vez sea tarde, para los dos.
16 de junio de 2000
Pensaba que sería más difícil, pensaba que me sentiría culpable, que sería intolerable, que todo cambiaría al ser un asesino, pero lo más monstruoso es que eres la misma persona. Básicamente borrar una vida no significa un gran cambio. El mundo sigue girando, con unas lágrimas de más y un alma de menos, el sol sigue saliendo y tú eres el mismo casi, casi intacto. Solo un poco más frío, un poco más indiferente.
Esto no va a acabar nunca, ahora me doy cuenta. No han soltado a Isabella. Al contrario. Empiezan a lloverme nuevos encargos, nuevas respiraciones que silenciar, no puedo seguir, no me está permitido abandonar.
No acabará nunca.
No acabará nunca.
29 de septiembre de 2002
Todo es rutina. Comer, dormir, matar, comer, dormir, matar, todo es rutina. No soy un hombre, soy un dios triste, el dios de la muerte. Me gustaría poder llorar, o en su defecto poder romper la cadena. ¿Lo hago por mi hermana? Creo que ya no…solo me he convertido en esto. Soy esto. Es la única vida que tengo. El monstruo está vivo, dijo el doctor Frankenstein.
28 de diciembre de 2004
Otro más. Inocente. Me hago viejo. Mis únicos amigos son asesinos. Este ha suplicado por su vida. Un antiguo verdugo ajusticiado. Rezo todas las noches por estar en su lugar.
Isabella, murmuro en sueños. Es el nombre que le he dado a mi pistola, sus balas son besos, y cuando llega el tiempo de matar, murmuro que ha llegado el tiempo de amar.
Sospecho que soy la persona que más se preocupa por esas víctimas que he dejado. El fin no justifica los medios, los medios son el fin. Creo que no hay una razón para la eliminación de estas personas. Ninguna. Solo el placer de ver al ser creado a base de miembros y jirones de despojos moverse, sentir, dolerse, gritar.
Memorizo los informes, tengo que acordarme de ellos, de todos los caídos. Sus familias ya lo están superando. Viven. Están programados para ello.
Pero yo ya estoy muerto…solo vivo en la muerte de los demás, colecciono sentimientos de culpa, colecciono cadáveres que recordar. Mal Evans era leñador. Tenía un gran danés. Le gustaba Flaubert. Le gustaba Mondrian. Le maté con una soga. Pierre Lugart estuvo de corresponsal en la guerra de Yugoslavia…Vivía con su madre, le gustaba la nieve recién caída y la poesía italiana. Le maté mientras paseaba, con un cuchillo.
Tengo que acordarme de ellos.
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Sunday, April 30, 2006
Tienes que irte a algún lugar para poder volver. Hasta ahora esta ha sido una historia construida en torno al monólogo megalomaníaco. Tal vez es hora de dejar de estar encerrado en uno mismo y dar voz a otros personajes.
Aunque teniendo en cuenta que el encargado de narrar mi historia es Mycroft, y no se le da bien escribir diálogos, es posible que todo continúe como hasta ahora, con un discurso autocomplaciente y victimista.
A Mycroft lo conocí la noche del cumpleaños de mi hermana. Yo ese día me disolvía por dentro y necesitaba una botella de algo fuerte y duro para estabilizarme. Buscando un lugar para dar con mis descontrolados huesos, imaginando los días en que nada de esto me torturaba, barruntando palabras sin sentido, di un salto y me tropecé en el aire con el abismo de la noche.
Bajé unas escaleras que me llevaron a un túnel que llevaban desde la Gran Vía a la plaza de España. Allí me encontré con un tipo apoyado contra la pared, observando el ir y venir de coches electrizados, irreales, fluyendo como un arroyo metálico.
Le pregunté si conocía algún sitio para tomar un trago a esas horas. Me sonrió y asintió con la cabeza:
-Claro. De hecho esa es mi especialidad. Soy un conocido guía iniciático de los peores rincones de esta ciudad.- Su voz era dubitativa y estaba deformada como el vidrio al rojo vivo torneado en las sombras de una fábrica de cristales.
El chico se había tragado un diccionario. Me contó que una noche un narcotraficante colombiano que se encontró por la calle le pidió un tour canallesco. Se las arregló para citar a Sartre. Estaba desencajado, llevaba la camisa vaquera desabrochada, arrugada, y su pelo revuelto, barba de dos días y sonrisa forzada.
-He estado seco por un tiempo, pero me temo que esta noche la recaída ha sido de aúpa. Debería irme a casa pero no quiero despertarme mañana y seguir tan borracho como ahora. De hecho simplemente no quiero despertarme. Solo cerrar los ojos y soñar. Sería terrible que mañana, y pasado mañana, y al otro siguiera con mi cerebro convertido en papel secante empapado en alcohol.
-Parece que alguien ha encendido una mecha que no va a poder apagarse. Tienes aspecto de película de terror de la Universal.
-Tú no pareces mucho mejor. Creía que me había topado con Bob Geldolf en la peli The Wall.
-Si empezáramos a caminar podríamos solucionarlo todo con un trago, amigo.
-Apoyo la moción- dijo, y empezamos a andar en silencio.
Era una situación extraña, era casi la primera vez en mucho tiempo que hablaba con alguien y no tenía intención de matarlo, o por lo menos no calculaba si tendría que hacerlo. Los otros asesinos no cuentan, solo puedes hablar de silenciadores, de estrangulamientos, no es una verdadera conversación sino pasos perdidos en la niebla de nuestras voces, recitar un poema solo de noche únicamente para oír nuestra propia voz.
Esa noche me echaron de un pub por intentar romper una silla en la cabeza de una chica. Si juegas con fuego acabas convirtiéndote en pirómano. Mientras hablaba con ella, y era una conversación agradable, solo podía mirarle los ojos, viéndome reflejado en ellos. Era como un espejo deformante en el que veía a un ser deforme, un monstruo, con un feo aspecto y una fea alma.
No sabía qué pensaba ella de mí, pero no podía permitir que se acercara a mí, que mis manos de asesino le acariciaran la cara, y aunque ella me pidió que la abrazara porque hacía frío, yo sabía que no debía dejarme llevar. Ante todo mis entrañas enviaban un mensaje y mi cabeza otro.
Finalmente conseguí ponerla a salvo del peligro de conocerme mejor.
Mycroft y yo hablamos de cine. Pasamos por delante del Martí, un cine que habían cerrado. La última película que él había visto era Días de vino y rosas. Me pregunté por qué no me sorprendía.
Cuándo le pregunté a qué se dedicaba me respondió que era escritor entre risas. Creo me estaba tomando el pelo. Parecía una especie de broma privada.
Pasamos por delante de un accidente de tráfico. Un coche se había incrustado en una Iglesia, salpicando el cielo y las paredes de las casas de sangre. Los mirones tomaban fotografías de cabezas partidas como sandías en el asfalto frío y mojado.
-Carpe diem- dijo él.
Acabamos llegando al zulo sórdido que me habían prometido. Empezamos a beber, y después bebimos más. Había un pozo sin fondo en cada uno de nosotros, y acabamos hablando con el corazón en la mano y sin tapujos. Le conté todo, sin omitir ninguna de las atrocidades cometidas, por acción u omisión. El me contó su historia, su alma también había sido quebrada en mil pedazos y ahora solo quedaban los escombros de un escritor que no escribía, un idealista sin ideas, un amante incapaz de amar, un estudiante fracasado que se refugiaba en un personaje ficticio…Cogimos nuestras almas salpicadas de tristeza y las radiografiamos…Luego colocamos esas radiografías en un panel de luz blanca y comentamos los lugares por los que nos habíamos roto.
En cierto momento del día, ya con los trabajadores caminando por las calles que ya no eran nuestras (acaso nunca lo fueron y solo tuvimos esa impresión un segundo) me propuso algo insólito:
-Hace tiempo que no encuentro una historia que me inspire. Quiero escribir sobre ti.
No recuerdo decirle que sí, pero es evidente que lo hice. Cada vez que salía un nuevo capítulo en su blog lo leía conseguía quitarme a zarpazos la apatía. Por fin había conseguido llorar. Me había llevado años conseguirlo, aunque a veces pensaba que eran lágrimas de cocodrilo. Aquello no suponía diferencia, pero verme esbozado, acaso tergiversado o utilizado, pero vivo, en el lienzo de sus palabras, daba a mi vida una especie, no de legitimación, pero si de verosimilitud.
A veces vivimos inmersos en un estado de duermevela, y todo parece como un sueño del que no despertamos nunca. Lo único que envidiamos a los muertos es la paz de su reino.
Supongo que alguien más se dio cuenta de que las muertes de la ficción y las de la realidad se parecían peligrosamente. Y cuando comienzan las preguntas, a nadie le importa si hay que mandar matar a un chico como ese.
A nadie excepto a mí. Porque su dolor era importante para mí, del mismo modo que el mío era importante para él. Precisamente por ello.
Estaba caminando por la playa del Perelló el día en que me mandaron matar a Mycroft. Al lado del mar el aire era fresco, y yo me había quedado frío por dentro, era momento de dar un salto al vacío, porque continuar el camino que tenía marcado era una opción que no podía permitirme.
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Sunday, May 21, 2006
Era un paraje apartado. Las cinco de la mañana, oscuro como mi alma, entre matojos, en una parcela baldía. Frente a mi un hombre al que le faltaban ya cuatro dedos en una mano y dos en la otra, atado a un olivo.
-Habla-Reclamé. Él sabía que le mataría. Pero eso no tenía importancia. Había ido tirando del hilo del cuadro de mandos en cuyo extremo inferior era yo, como mano ejecutora. Haciendo las preguntas de manera adecuada iba a averiguar qué había sido de mi hermana y a presentar mi renuncia formal como verdugo.
Estaba semidesnudo y había perdido mucha sangre, en parte gracias a su capacidad para callar bajo presión.
-¿Ves esta barra de metal? Adivina en que orificio corporal voy a encajarla. Pero antes…- Empuñé las tijeras de podar ramas y dejé a aquel pobre desgraciado de mierda sin nariz.
Al final habló. Todos hablan. Solo hay que saber en que momento interesarse por su familia, si la tienen. O prometer dejarlos vivos, si no la tienen.
De vuelta a la ciudad, veía ante mi no una carretera estrecha, sino un tablero de ajedrez en el que habían ido cayendo todos los peones.
A la mañana siguiente yo tenía una dirección en dónde me esperaba una trampa, probablemente. Fui a correos y mandé unos paquetes a una lista de individuos difíciles de matar, pero esperaba que fáciles de impresionar.
Me dirigí a la calles Buenos Aires, por la parte de Ruzafa más cercana a las vías, una zona de estrechas callejuelas con una fuerte población inmigrante, y locales poco recomendables. Me habían dicho que encontraría a Isabella allí.
Llamé al timbre: -Tántalos- murmuré. Era la contraseña que me había proporcionado mi última víctima. Abrieron. Subí las escaleras de dos en dos rápidamente, la puerta se entreabrió y antes de que parpadeara metí el brazo por la rendija. Un tipo forzudo con un toro tatuado en su bíceps derecho cayó redondo con un cuchillo incrustado en su estómago.
-He venido a por mi hermana- rugí, abriéndome paso al interior. Dentro olía a perfume barato, había cuadros religiosos en las paredes, pero por lo demás parecía lo que era, un burdel, con unas luces rojizas que proyectaban sombras al igual que rayos eléctricos. Yo estaba enloquecido, y maté a una mujer madura vestida o desvestida únicamente con un etéreo camisón y un cuchillo de cocina, mientras se me acercaba, de un solo puñetazo, hundiendo su nariz hasta el cerebro.
Lo demás fue confusión. Había escuchado la canción Isabelle de Brel durante años, y ahora la cantaba a voz en grito, balbuceando. Estaba sangrando, ríos de sangre y reía porque no me importaba. Era tan feliz como un niño. En una pared empapelada hacía décadas, colgaba un espejo. Lo rompí de un cabezazo. Había gente tratando de reducirme, agarrandome, y las decenas de trozos de espejo reflejaban mi gesto sombrío y terrible.
-Es la muerte, la muerte que viene a por vosotros, que viene por fin- murmuraba entre dientes. Los cristales me devolvían mi imagen de monstruo desfigurado, de tigre reluciente que a fuerza de morder había perdido el dibujo de su pelaje.
El suelo, baldosas de colores tristes formando rombos y cuadrados, figuras geométricas manchadas de sangre, pronto se llenó de cuerpos, seres humanos que habían dejado de respirar, muertos por mi mano, o eso parecía.
Estaba solo. De momento.
Es curioso, como los ríos de sangre en mi cabeza me condujeron a los ríos de agua de mi infancia, en dónde iba a pescar con mis padres, en la desembocadura en dónde el agua dulce muere entre rocas saladas…tardábamos horas en montar las cañas, preparar los cebos. Mi hermana pescaba más que nadie, y eso que era muy pequeña. El aire olía a mar, y había una especie de desierto de rocas junto a un barranco en dónde rompían las olas, y en ese desierto yo jugaba a ser Peter O’Toole en Lawrence de Arabia.
Uno de los esbirros que me condujeron hacia aquí llegó a decir algo terrible. Que mis padres habían vendido a mi hermana. Que no era un secuestro. Que yo era un loco. Que en el fondo lo sabía, que lo podía ver en los ojos de ellos.
Solo por eso le quemé vivo y luego eché palas de sal a sus quemaduras mientras agonizaba.
Lo malo es que todo es posible. Es una probabilidad más a tener en cuenta.
Por fin me planté delante de la puerta del dormitorio. La abrí. Allí había una chica de doce años. Me miraba con miedo. Supongo que era más como el monstruo de Frankenstein en la vieja película de Whale, cubierto de sangre y desfigurado por el odio, que un héroe, de la clase que sea, si es que hay de esos, tal vez los héroes solo son cobardes empujados al límite, obligados a actuar, a caminar por el filo de una espada.
Recordé los ojos azules de Isabella, aquellos ojos, ahora lo sabía, eran gotas de lluvia que no recuperaría jamás. Siempre recordaré la última tarde en casa, yo escaqueándome de hacer los deberes y ella incordiando, la pequeña Isabella, haciéndome rabiar.
Esta chica tenía los ojos marrones.
Isabella estaba muerta, siempre lo había estado. Solo vivía en mi cabeza, solo era una esperanza de salvación.
La chica tenía una pistola. De pronto tenía un semicírculo carmesí, una pequeña medalla al valor pintada de rojo en el lado derecho de mi camisa.
-No tengas miedo, pequeña. No voy a hacerte daño. Soy tu hermano. He venido a salvarte. He venido a salvarme. Soy tu hermano mayor que te ha encontrado- Nada más decirlo supe que no era una mentira para que no me volara los sesos, que más me daba a mi eso ya. No había salvado a aquella niña, pero salvaría a ésta. Por la manera en que estaba vestida, sabía que esta gente no había sido una familia muy conveniente para ella. Ahora ella era Isabella.
Por la manera de mirarme supe que quería creerme, que necesitaba desesperadamente creerme. Soltó la pistola. Solo lloró un poco.
Le puse algo de ropa encima y salimos de allí deprisa. No tenía un plan completo, pero tenía una vaga idea de cómo serían ahora las cosas. Había mandado unas copias de papeles lo suficientemente comprometedores que había ido recopilando con un poco de ayuda de mis superiores. Incluso si esa ayuda había costado un poco de sangre, había valido la pena.
Junto a unos cuantos miembros seccionados, les llegó a la gente que da las órdenes.
Vengarse de ellos era inútil. Suicida.
Intentar recuperar algún tipo de vida para mí y para mi nueva hermana era difícil pero no imposible.
Significaba huir siempre. Significaba no dormir tranquilo nunca más. Significaba esperar a que uno como yo nos encontrara un día y rescindiera nuestro contrato con la vida.
Había mandado los originales a mi amigo Mycroft. También tendría que cuidarse las espaldas, pero decía que la vida sería muy aburrida sin un cierto peligro de muerte cerniéndose contra él.
Le pregunté por qué no tuvo miedo de mí cuando me conoció. Me dijo que estaba demasiado borracho para temerme, y que mi historia era demasiado jugosa como para perdérsela. Y que en cierto modo él era una persona peligrosa también, A su modo.
Así quedaron las cosas cuando compré un yate con el dinero “recaudado” a unos cuantos tipos que negocian en el mercado accionarial de la vida y de la muerte. Pretendía viajar lo máximo posible.
No para huir.
Sino para mandar un mensaje.
Solo quiero que nos dejéis en paz.
Era un mensaje sencillo. Confiaba en que resultara más caro mandar mi muerte y encubrirla, que simplemente ignorarnos.
Y si no al menos habría escapado de la máscara del asesino implacable. Puedes ser otra persona durante un tiempo, puedes hacer cosas terribles para sobrevivir, pero al final no puedes escapar de ti mismo.
¿Y la venganza?
Eso se lo dejo a los héroes.
Si es que conocéis a alguno.
Saturday, May 20, 2006
Fast Living
¡Oh esperanzas aquellas; tierno engaño
de mi primera edad! Siempre, al hablar,
vuelvo a vosotras; que, aunque pase el tiempo,
y aunque cambie de afectos y de ideas,
no sé olvidaros. Sé que son fantasmas
la gloria y el honor; placer y bienes
mero deseo; estéril es la vida,
miseria inútil. y si bien vacíos
están mis años, si desierto, oscuro
es mi estado mortal, poco me quita,
bien veo, la fortuna. Mas, a veces,
os recuerdo, mis viejas esperanzas,
y aquel querido imaginar primero;
luego contemplo mi vivir tan mísero
y tan doliente, y que la muerte es eso
que con tanta esperanza hoy se me acerca;
siento el pecho oprimido, que no sé
de mi destino en nada consolarme,
y cuando al fin esta invocada muerte
esté a mi lado, y ya se acerque el fin
de mi desdicha; cuando en valle extraño
se convierta la tierra, y de mis ojos
el futuro se escape, estad seguras
de que os recordaré: y que suspirar
me hará esta imagen, y el haber vivido
en vano será amargo, y la dulzura
del fatal día aliviará mis cuitas.
(Leopardi: Recuerdos)
Monday, May 15, 2006
Redifusión: Happiness
Mike echó a correr por el jardín. Al pasar se hizo daño con una de las plantas de su abuela.Corrió, corrió y se escondió detrás de un montón de leña apilada. Desde el muro, a su izquierda, un gato rubio le observaba con suficiencia.
Su pequeño corazón latía enérgicamente. Nigel salió de la casa. Se oyó un portazo, y ruido de pisadas.
Mike a sus seis años de edad, era un niño extraño. Pero eso no tenía nada que ver. Maldita sea, no fue culpa suya, NO ERA CULPA SUYA...
Mike sentía una enorme vergüenza por lo que Nigel hacía(por lo que le hacía). No creo que os hagais una idea. No es fácil para nadie, pero coged el momento más embarazoso de vuestra vida y multiplicadlo por un trillón.
Y no sabía por qué, qué era exactamente lo que estaba ocurriendo, simplemente era algo oscuro, secreto y desagradable, una rendija por la que el mundo adulto más sórdido se colaba y le golpeaba.. No solo las amenazas y chantajes de Nigel le silenciaban. Simplemente estaba estupefacto, avergonzado, perdido...
Era ese sentimiento de vergüenza, insisto, honda y profunda, de decepción, un miedo a romper el secreto que le asfixiaba, a no ser creído, comprendido...a ser digno de lástima...no, contra esto lucharía solo...
Todo esto no lo pensaba así, con su mente infantil, sino que lo recordaba años después, intentando descifrar que recuerdos eran verdad, y cuales autodefensa, autocensura, imaginación infantil...
No, no podía decir lo que Nigel hacía, porque en aquel entonces tampoco lo sabía exactamente, en su inocencia.
-Ven-le dijo Nigel calmado. Avanzando paso a paso por el jardín. Los pájaros parecieron callar. El gato rubio saltó al otro lado del muro- Ven, si no vienes, no jugaré más contigo. Y sabes que no tienes muchos más amigos por aquí...
Mike, agazapado entre los troncos cortados, llenos de hormigas, procuraba respirar silenciosamente, con los ojos fijados en el techo de uralita del porche.
Silbando despreocupadamente, Nigel un muchacho unos cuantos años mayor que Mike, de complexión fuerte y ademanes tranquilos, miró furtivamente a un lado y a otro, y localizó el escondite de Mike, pero no se dirigió allí, sino que se apoyó en una cerca....
-Le diré a tu abuela que te has portado mal. ¿Ves esas macetas? Las romperé y diré que has sido tú. Entraré y romperé la lavadora...¿Adivinas quién habrá sido? Habrás sido tú. Te castigarán. Te encerrarán y tirarán la llave-Nigel sonrió.
Mike salió de su escondite. Tarde o temprano le hubiera encontrado. Nigel ensanchó su sonrisa, se acercó a Mike y le desabrochó el botón de los pantalones. Bajó la cremallera...
-Y ahora, juguemos...
(Aparecido originariamente en el blog sic transit gloria mundi) Perdonen por no ofrecer novedades, aún me queda un mes largo de acceso restringido a la red. Ice y Harris ya lo leyeron en su momento, siento ser reiterativo.
Float On
Ser un cadáver.
Narrar una historia.
Flotar.
Vivir en el sunset boulevard.
Tener un traje nuevo.
Estar muerto.
Ser guionista.
Requisitos imprescindibles para ser un clásico escritor en blanco y negro, de camino al otro barrio.
Sunday, May 14, 2006
El corazón delator
Una película con la que no puedo ser objetivo, una película enorme y sencilla, en dónde asistimos al intento desesperado de Tom de retomar una antigua ilusión, al tiempo que lucha en turbios negocios para sobrevivir e intenta no perder la capacidad de amar, aunque sea a la mujer de su amigo.
Se respira tensión, frustración, fracaso...
Su madre pianista es una ausencia que planea en el aire, su padre marrullero de los negocios inmobiliarios, un espejo deformante en el que no es agradable verse, a la vez que Tom deviene en su ángel guardián...
De latir su corazón se ha parado, y el mío de espectador también mientras contemplo como lucha contra la tempestad e intenta retomar sus estudios de piano, le veo ensayar enfurecido por su propia manera de tocar. Le veo herido. Le veo golpear ocupas con bates de beisbol.
Es imposible vivir de pie, decía Brel.
Friday, May 12, 2006
Cinco maneras de matar a un hombre
Hay múltiples métodos engorrosos para matar a un hombre
Se le puede obligar a que cargue un tablón de madera
hasta la cumbre de un monte y entonces clavarlo. Para que esto
resulta necesario una multitud de gente
que lleve sandalias, un gallo que cante, un manto
para disecarlo, una esponja, un poco de vinagre y un
hombre que martille los clavos en su sitio.
O es posible buscarse un pedazo de acero
de forma y monturas tradicionales
y tratar de penetrar esta jaula de metal que lo protege.
Si este es el caso, te hacen falta caballos blancos,
árboles ingleses, hombres con arcos y flechas,
dos banderas por lo menos, un príncipe y un
castillo donde celebrar un banquete.
Dejando de lado los escrúpulos, puedes también, si el viento
lo permite, asfixiarlo con gas. Pero entonces necesitas
una milla de fango tallada por trincheras,
sin olvidar las botas negras, los cráteres de bombas,
más fango, una plaga de ratas, docenas de canciones
y algunos sombreros circulares hechos de acero.
En una era de aviación, puedes volar
a muchas millas por encima de tu víctima y liquidarla
con sólo apretar un botoncito. Todo lo que se requiere,
en este caso, es un océano que los separe, dos
sistemas de gobierno, los científicos del país,
algunas fábricas, un psicópata y un pedazo de
tierra que nadie va a necesitar por varios años.
Estos son, como dije antes, métodos engorrosos
para matar a un hombre. Más sencillo, directo, y mucho
más limpio es asegurarse de que vive en algún lugar
del siglo veinte, y ahí dejarlo.
(Edwin Brock)
Happy Birthday Burt Bacharach
78 años ya...
Oboe sumergido
Avara pena, tarda tu don
en esta mi hora
de suspirados abandonos.
Un oboe gélido deletrea de nuevo
alegría de hojas perennes,
no mías, y olvida;
en mí anochece:
el agua tramonta
en mis manos herbosas.
Alas oscilan en ronco cielo,
lábiles: el corazón transmigra
y yo estoy yermo,
y los días son escombros
(Salvatore Quasimodo)
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Videomania
Thursday, May 11, 2006
Tuesday, May 09, 2006
Pirómano de versos
"De modo que el poeta es de verdad un ladrón de fuego"
(Rimbaud)
Pd. El exquisito Paul Weller pone la música.
L'amour Fou
Estoy mal.
Hoy he hablado con la chica italiana de la que me enamoré en enero y que no volvió nunca más a clase.
Le he dejado todos mis apuntes. Quería.... No se que coño quería...
¿Invitarla a un café?
Tomarme un par de trankimazins y unas birras y decirle lo hermosa que es.
Se llama Alexia. Al menos he forzado una torpe presentación.
Lo más seguro es que esté en Italia ahora mismo con mis lastimosos apuntes. Cuando ha dicho que eran magníficos he estado a punto de preguntarle si podía pasarme alguna droga de la que fuma. Soy una persona terrible, y mis apuntes son aún más terribles. No he dormido bien en días, el domingo me volví andando del Perelló a Valencia ante mi propio estupor, llevo barba de dos días, estoy deprimido, cojeo, y cuando peor pinta tengo se presenta esta chica que hace que mi corazón lata 250 veces más aprisa de lo normal, a la cual debo haber causado una pésima impresión con mi tartamudeo y mi aspecto de patibulario.
Su voz.
Sus ojos.
No puedo ni siquiera mirarla sin contener la respiración.
Mierda.
Mañana tengo que intentar algo. Necesito un plan. Pero reconozcámoslo. Esto se me da fatal.
Pd. Voy a alquilarme Fatótum. Necesito un referente moral. La canción del día es If, de bluetones.
Bluetones Lyrics - If... Lyrics
If you
Get out
Before September
Remember
That I'm
Still inside
But I'm dry
I'm dry
And you
When you try
To make a difference
You're so different
And then I
Try
And just die
I die
You know
That I need
You more than I want ya
But I want ya
For all time
So I
I guess on the line
It's all that I can do
To sing these stupid songs to you
I give up half my time
Just trying to think up words that rhyme
I ain't getting any younger
But you wouldn't know
So it's on
With the show
Sometimes
A smoke
A drink and a ponder
Can work wonders
When you're down
Takes your frown
Turns it 'round
Around
And you
When you try
To make a difference
You're no different
Than when I
Try
And just die
I die
...and now
That your day-
Dream is forgotten
And forgiven
And the world
Has been saved
Be brave
It's all that I can do
To sing these stupid songs to you
I give up half my time
Just trying to think up words that rhyme
I ain't getting any younger
But you wouldn't know
Cos I walk
In shadow
And I never ever
Really show my face
But I'm only ever seen
In the right place
Saturday, May 06, 2006
Espejos y novocaina
Paseando por la biblioteca entre letras de zozobra, me paro frente a una estantería, y mi ojo inquieto recorre una filera de volúmenes hasta dar con uno de lomo amarillo, titulado casualmente “los amores amarillos”.
Mi mano se ha transformado en un imán, el libro me estaba llamando como a gritos, y yo tenía ganas de señalarme con el índice y decir:- ¿Es a mí?
Tristan Corbière ha entrado en mi pupila de inmediato, y he congeniado con él, me he reído con él, he hablado del amor y de la muerte (¿acaso no son lo mismo en el fondo?)
Y me he sentido extrañamente bien por el hecho de encontrar en un poeta semidesconocido del XIX que casi se autoeditaba, un ser tan presuntuosamente vulgar, tan cínico y desesperadamente romántico, con versos que son como ramas secas que hacen “crack” al pisarlas.
Tristan desde su tumba bretona cubierta de polvo es el ser humano más auténtico, más tristemente autocrítico, feroz y despiadado, y ávido no obstante de besos, que he leído en mucho tiempo.
Hijo de marino y escritor, burgués acomodado…El joven Corbière es inteligente pero incomprendido en el instituto, sus estudios terminan abruptamente al diagnosticársele reumatismo agudo. A partir de aquí su vida parece alejarse entre la bruma bretona de un mar de nada. Nada que hacer.
Salvo soñar. Con el cuerpo deformado por su enfermedad, se deja crecer barba, cambia su nombre por el de Tristan, viste de marino, dibuja, pinta, escribe, lleva vida de excéntrico, se acompaña por gente del mar, es un actor sarcástico que interpreta un papel principal de bohemio sin remedio.
Fecha sus poemas en lugares lejanos que nunca pisará, y se hace instalar en la casa de verano de sus padres en Roscoff, en dónde vive, un barquito en el salón, en dónde duerme a partir de entonces.
En 1871 conoce al conde Rodolphe de Battine, rico, jugador empedernido, y a su amante Armida Cuchiani, la Marcelle de sus versos…
En los pocos años hasta su muerte, se vuelve inseparable de la pareja. Al conde no le importa dejarle unas migajas de algo patéticamente sustitutivo de amor, de su querida, que se deja querer por el poeta sin dar importancia a un Corbière que la necesita con todas las fibras de su ser, sabiendo que es solo una locura del monstruo triste de los versos.
Los amores amarillos se publica en 1873, pocos ejemplares y al doble del precio habitual, publicados por unos editores de literatura pornográfica. Nadie parece prestarle atención. Es su época de dandismo, de ropajes barrocos y poses que no se cree del todo, o más bien nada.
Muere en 1875, a la edad de treinta años. El hombre que escribió el poema “El sapo” se desvanece, deseando tal vez no mirar al espejo y ver a un monstruo (el sapo soy yo, nos dice, y parece repetir con otras palabras en varios poemas), o a algo peor, solo un chico triste y frustrado, porque al menos el monstruo es un ser único, terrorífico, bello y romántico.
Mayo le pertenece esta vez, así como a Eels, el hombre doloroso de las canciones enfermas...
Friday, May 05, 2006
Diablogos
CECILIA: –Verás... Aquí la gente envejece y muere y... y nunca encuentran el verdadero amor.
TOM BAXTER: –De donde yo vengo las personas nunca te desilusionan. Son consecuentes, siempre puedes contar con ellos.
CECILIA: –Así no encontrarás a nadie en la vida real.
Thursday, May 04, 2006
Fiesta Heroica
Me enfrenté, con un farol en mano, a mi imagen en el espejo...Y como solo estaba, al propio silencio grité:
-¡Estoy buscando a un hombre!
Y a la mañana siguiente
los basureros reman despacio
en el mar de escollos
y botellas rotas,
restos de una fiesta
de aguas demasiado profundas.
Cantos de sirenas
dicen que oí anoche
en la reunión tumultuosa
de bar en bar
de calle en calle
de botella en botella
de desesperanza en desesperanza...
Y es mi sed de mil sueños perdidos
lo que el agua salada,
no calma.
Con bravura el oleaje herido
de esta intoxicación etílica
golpea mi cabeza insatisfecha
y mi bote de remos zozobra
casi descontrolado,
haciendo eses por el pavimento.
Me doy miedo, digo bajito,
y me enamoro solo un segundo,
mientras me ahogo
en un océano tan mortífero
como mis ásperos labios temblorosos
agotados de no besar
más que el silencio.
Observo, como capitán de navío
que se hunde con su barco en el mar,
un vaso roto, mil pedazos de fulgor,
y mi ceguera serpenteante
recuerda mil películas,
apenas celuloide mojado
en que el héroe errante
roe sus muñecas,
melancólico y desesperado,
con cristal y plástico,
con vidrio triste
y definitivo,
dejando en el suelo
apenas una firma de pintor
de color vermellón.
No importa
el sol hace tiempo
que asoma atronador,
mientras los basureros tenaces
reman, reman, reman,
como al ritmo de timbales,
y consiguen despertarme
del banco en que dormido
aún sueño despierto.
(Del diario de Mycroft)
Tuesday, May 02, 2006
Es todo sobre el amor
La gente muere sin causa aparente por todo el mundo. Son jóvenes solitarios. Dicen que mueren por algo del corazón. Dicen que es de tristeza...
Descorazonado
Fue un poeta de veras: no sabía cantar
Muerto, amaba la luz, desdeñaba gemir.
Pintor que amaba su arte, se olvió de pintar.
Demasiado veía, ver es una ceguera.
Se quedó el muy iluso de su sueño en el fondo;
sin saber darle forma, como un globo que estalla,
sin hurgar en las tripas para ver que hay allí.
Buen galán de novela, la morena adoraba
sin saber si era rubia. Adoraba a la luna;
pero no amó jamás por la falta de tiempo.
Sin descanso buscando, aquí donde se rema,
los veía remar desde su alma altanera,
compasivo y cansado al ver buenos remeros.
¡Oh, minero de ideas! En su pálida frente
se buscaba algún grano, o tal vez el problema
que allí estaba doliéndole. ¿Por qué no hacer nada?
Y decía: La musa es estéril, es hija
del amor y del ocio, de la prostitución;
no queráis deformarla en un vientre fecundo
del cual los garañones sacarán nuevos frutos.
Laboriosos, tenaces, albañiles de ideas.
Os ha hecho su antojo convertir en amantes.
Vanidad, vanidad...Tras la noche frenética,
presumís excesivos deslumbrando a palurdos.
Ella solo os rozaba como si ahogase a un gato,
y exhibís satisfechos o su ala o su red,
poseyendo felices una pluma de ganso
o unos pelos que rascan en lugar de pincel.
Decía: Océano cándido, florecillas, ¿no somos
lo que somos sin nada de pintor o de poeta?
¿Qué vidriero ha pintado?¿Y qué ciego cantó?
¿Qué vidriero ahora canta su paleta rascando?
¿O con su clarinete, algún ciego ha pintado?
¿Eso es arte...?
Aún puede en la Bestia Sublime
perder su huero orgullo y su virginidad.
Tristán Corbière
Monday, May 01, 2006
Las reglas desconocidas
-Nadie llega a conocer a nadie. Asumelo.
Without You, Badfinger
Well, I can't forget this evening
And your face when you were leaving
But I guess that's just the way the story goes
You always smile, but in your eyes your sorrow shows
Yes, it shows
Well, I can't forget tomorrow
When I think of all my sorrow
I had you there, but then I let you go
And now it's only fair that I should let you know
What you should know
CHORUS:
I can't live, if living is without you
I can't live, I can't give anymore
I can't live, if living is without you
I can't live, I can't give anymore
Well, I can't forget this evening
And your face when you were leaving
But I guess that's just the way the story goes
You always smile, but in your eyes your sorrow shows
Yes, it shows
[guitar solo]
CHORUS 3 times
I can't live, if living is without you.
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