Hacía tiempo que no hacía crítica destructiva, pero el nuevo disco de Interpol ha abierto la veda y despertado de nuevo mi sed de sangre.
Anatomia de Grey es a la ficción televisiva como el abono orgánico a la cocina: Estamos hablando de una serie tan dañina para la inteligencia, que como tema de estudio se vuelve fascinante.
Hagan una prueba. Veánla con el audio en modo silencioso. No solo las tramas GANAN. Sino que toda la serie sube enteros: Es el quid de la cuestión, sus creadores han comprendido que los guiones son un lastre. Los escribe algún pobre borracho callejero por unas monedas. La imagen de unos doctores y doctoras jovenes pero maduros (o maduros pero jóvenes) convertidos en barbies y Kens de quirófano, maquillados, con el bótox a punto (Los pómulos de Ellen Pompeo un día sencillamente reventarán) son todo el argumento.
La serie se basa en rostros, apariencias y gestos. Por eso la trama es sencillamente algo dado por hecho: Liarlos a todos con todos como en Melrose Place, introducir largas charlas aburridas y pretenciosas como en Dawson sobre sentimientos, dudas y gilipolleces varias, inyectar estrógenos como en Mujeres desesperadas, o sencillamente recurrir a la larga y fructífera saga hospitalaria de sensacionalismo sentimental (jamás sin llegar a la acidez desmitificadora de house, ni al delirio setentero-ochentero de St. Elsewhere, en dónde juro vi una vez un capítulo de un matrimonio de médicos que se chutaban cual Maeso norteamericano, y follaban en el quirófano: Aunque claro, eso último también se plagia en Grey)
Porque Grey vende sexo banalizado, es una gran batidora de milongas prestadas del "nuevo vale" o del "ragazza". O peor aún, del "AR". Y la utilización gratuita y babosa del pop ( a veces incluso del buen pop) para subrayar sentimientos que no son más que merengue y textos que no son más que humo y sombras, asquea por su cariz artero: Desautoriza a aquellos que si saben combinar música e imágenes con gusto, sin abusar ni azucarar con mano dura las escenas.
Es un agujero negro. El vacío absoluto. No narra nada. Y con el silencio pulsado, uno puede jugar a rellenar el vacío: ¿Está el doctor Negro tirándole los trastos al Doctor Malo?
¿La Doctora Rubia le estará diciendo a Grey que se le ha pasado el arroz?
¿Guarda el Doctor Tonto aviesas intenciones de asesinar al Doctor Guaperas?
¿La jefa de Residentes está cantando "La Regla" de la Banda Trapera del Río?
Próximos experimentos: Comprobar sincronización con el "Dark Side of the moon" de Pink Floyd y con la discografía de Manowar o Kiss. Y con "Aquí huele a muerto" de Martes y Trece. Peor que el original, jamás.
Lo juro, si me encuentro a la creadora malherida en la calle, la remato. O peor, la llevo a un hospital como el de Grey y su corte de los milagros.
5 comments:
no he visto nunca esta mierda, la verdad es que para la tv soy bastante selecto.
He vuelto a verme Arrested entera, con mis compis de piso, y he logrado algo acojonante:
Todas las personas a las que se lo he metido en los ojos han acabado comprando la serie completa...
El disco de interpol no es tan terrible, no jodas.
Ahora a ver que han hecho Ash con lo nuevo, aunque el single me parece de puta madre.
El de art brut es mejor que el primero, no sé si lo has escuchado.
Yo ahora vuelvo a Reykjavík, las mujeres malvadas siempre me obligan a volver a Sigur Ros o a Los Planetas...
Y me dealer de vacaciones...
¡¡Bravo!! Bravo, Mycroft. Me encanta cuando desempaqueta el hacha. No le miento si le digo que eran casi las cuatro de la mañana cuando lo leí y fui a buscar palomitas, regaliz o cualquier otro chuche que pude encontrar para acompañar su destrozo. Ya es casi un ritual, de hecho.
Lo único que lamento es no ser capaz de terminar la reseña que debería haber dedicado a esta bazofia hace ya dos meses. No me veo capaz, sólo vi los cinco primeros capítulos (por inercia, lo programaban después de "House") y no he vuelto a ver ni un minuto desde entonces.
Qué fácil es engañar con las tres artimañas sentimentaloides más arquetípicas: chico encuentra chica, chica y chico se distancian, chica y chico se siguen deseando pero aparecen otros de por medio. Fórmula infalible que lleva funcionando desde la prehistoria literaria.
Ahora que lo leo... Dios!! Hace casi un año que vi a Sigur Ros. Volvería a pagar los ciento y pico euros que me sablearon sin pestañear (si los tuviese) por repetir de nuevo aquella tarde-noche mágica.
Hay que saber diferenciar. Anatomía de Grey es un simple culebrón, no hay que intentar analizarlo como si fueran Los Soprano. Está para pasar el rato y cubrir la cuota morbosa, no para cambiar el rumbo de la TV.
De todas formas no es de mis series favoritas.
Saludetes.
Muy buena y divertida esta crítica destructiva y voy a tomar tu consejo de ver varias películas sin volúmen a ver como resulta. Saludos!
¡dios! la primera vez que veo este blog y me encuentro con una crítica a la serie más odiosa de la televisión. muy buena :)
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