El éxito es como un terrible desastre Peor que tu casa ardiendo, los ruidos del derribo Cuando las vigas caen cada vez más deprisa Mientras tú sigues allí, testigo desesperado de tu condenación. La fama como un borracho consume la casa del alma Revelando que sólo has trabajado para eso- ¡Ah!, si yo no hubiese sufrido su traidor beso Y hubiese permanecido en la oscuridad para siempre, hundido y fracasado. (Malcolm Lowry) Evidentemente Lowry es irónico. Bajo el volcán no lo convirtió en una estrella, sino más bien en una promesa (truncada). Pero los hay también que siempre se quedan a las afueras del triunfo. Nombres que se estrellan contra muros de indiferencia... Adrian Borland se dió una y otra vez contra el muro. Con sus The Sound, sin ellos, con pseudónimo (J. Pimiento), sin él, con formaciones paralelas, en solitario... Visionario del post-punk, escritor descarnado de letras luminosas y terribles, Borland me viene a la memoria últimamente. El enorme gesto de su padre pidiendo footage por internet para poder editar un dvd en condiciones con actuaciones, me llega. La historia del hombre que todos cuentan estaba animado (aparentemente) y optimista (a pesar de ver como siempre quedaba fuera de plano) que un dia de pronto se lanza a las vías (No tan de pronto por lo que se ve, insidiosamente torturado por sus fantasmas años atrás, en la estela no solo musical de Ian Curtis). Uno se estremece con ese I Can't Escape Myself que entona lúgubre.
Solo con recordarlo, con pinchar un poco del fabuloso From The Lion's Mouth o de Jeopardy, uno siente que convoca a su espiritu y le da aliento. Borland, si lo prefieren, es este año mi espiritu de las navidades pasadas (lo cual no deja de significar que yo soy Scrooge).
Y por favor, Papá Noel, si, cosa improbable, escuchas mis plegarias, haz que encuentre algún modo de obtener sus discos con White Rose Transmission.
So many feelings end up in here left so alone I'm with oh, an atmoshere I'm sick and I'm tired of reasoning just want to break out shake off this skin
I can't escape myself
All my problems lume larger than life I canswallow another slice Seems like my shadow marks every strike can't learn to live with what's trapped inside
I can't escape myself
So many feelings end up in here left so alone I'm with oh, an atmoshere I'm sick and I'm tired of reasoning just want to break out shake off this skin
Ya saben como funciona. Esta vez creo que votarán masivamente a la original. Además quería poner otra actuación, pero el goear se niega, y el blip fm no lo domino. Ella era la hija de la Voz, y tenía al lado a un pedazo de compositor: Nancy Sinatra, Hazelwood y su Bang Bang. Un peso pesado. Al otro lado del ring, Jack White, que con los White Stripes en disco no se luce con virtuosismos, pero en directo es un bestia de las cuerdas. Quería colgar su cover de la Sinatra perpetrada en el Electric Proms (jo, desde Jools Holland, esta resultando el mejor invento televisivo musical de Gran Bretaña) que es aún mas bestial, pero tendrán que conformarse con un tubazo del festival Rockslide. Con los Raconteurs enfadados, el aspirante al título White parte con la ventaja de la sorpresa, frente a la confianza del mito... Ustedes eligen!
Pd. No he querido liarla, pero que demonios. Si les gusta pueden decantarse por Audiobullys.
La mezcla era asombrosa: santos incipientes y homicidas realizados, inconscientes poetas líricos e hijos de puta tontos y cabrones con el cerebro hundido en el pescuezo. Y aunque cuando me fui sabía de dónde partían todas las historias y a dónde iban, nunca me aburrí ni siquiera dejaron de sorprenderme. Evidentemente lo que en realidad querían explicarte era lo cansados que estaban y cuánto les repugnaba aquello. Cuánto les había conmovido y aterrado. Aunque puede que fuese yo, mi postura por entones estaba clara: "Corresponsal".("Debe ser difícil distanciarse", me dijo un hombre en el avión que volvía a San Franciso; y yo le dije: "imposible".) Al cabo de un año me sentía tan conectado a todas las historias y las imágenes y el miedo, que hasta los muertos empezaban a contarme historias, las oía como si vinieran de un espacio remoto, pero accesible, en el que no hubiesen ideas ni emociones ni hechos ni lenguaje concreto, solo información limpia. Por muchas veces que pasase, los conociese o no, independientemente de lo que sintiese hacia ellos, de cómo habían muerto, su historia siempre estaba allí y era la misma. Y decía: "Ponte en mi lugar". ---- Todos oímos la historia del tipo de Sierra que estaba "montándose su propio amarillo". En Chu Lai unos marines me indicaron a un hombre y me juraron por dios que le habían visto rematar a un norvietnamita herido y luego limpiar la bayoneta con la lengua. Había un cuento famoso, de unos reporteros que preguntaron a un ametrallador de helicoptero: "¿Cómo puedes disparar contra mujeres y niños?" y él contestó "es más fácil hombre, no tienes que machacarles tanto." En fin decían que había que tener sentido del humor, y, bueno, hasta el Vietcong lo tenía. En una ocasión después de una emboscada en que murieron muchos de los nuestros, cubrieron la zona con copias de una foto en que aparecía un joven norteamericano muerto con esa cosa tremenda escrita a la espalda: "Su radiografía acaba de llegar del laboratorio y creemos saber cuál es el problema". --- Si William Blake le hubiese informado de que había visto ángeles en los árboles, Komer habría tratado de convencerle que no era cierto. De no lograrlo habría ordenado la defoliación. ---- "1963: era entonces guerra de agentes secretos y espías, guerra de fantasmas; aventuras, no exactamente soldados, ni siquiera asesores aún, sino irregulares, trabajaban en lugares remotos bajo escasa autoridad directa, poniendo en práctica sus fantasías con más libertas de la que hayan tenido nunca la mayoría de los hombres..." Algunos de estos fantasmas habían sido alumnos de las universidades más prestigiosas y habían dado tumbos por ahí con sus jeeps y sus cascados citröens, su Sweedish K en las rodillas, literalmente de excursión por la frontera camboyana comprando camisas y sandalias y sombrillas hechas en China. Fantasmas etnólogos que amaban con sus cerebros e inculcaban esa pasión a los indígenas a los que imitaban, acuclillándose vestidos con pijamas negros, balbuciendo en vietnamita. Uno de ellos había sido "propietario" de la provincia de Long An, otro duque de Nha Trang, y cientos más cuya autoridad era absoluta en aldeas en donde desarrolaban sus operaciones hasta que cambiaba el viento y sus operaciones se les echaban encima. Había deidades fantasmales como Lou Conein, "Negro Luigi" que, según se decía, se entendía bajo cuerda con el VC, el GVN, la Misión, la Mafia Corsa... ---- "Buena suerte". Era como decirle a alguien que salía en plena tormenta que no se mojase, era igual que decir "bueno espero que no te maten, ni te hieran ni veas algo que te vuelva loco"... Lo de volverse loco estaba incluído en la gira, lo más que podías esperar era que no pasase a tu alrededor ese tipo de locura que hacía que la gente vaciase cargadores contra desconocidos o colocase una granada en la puerta de una letrina; todo lo que fuese menos era casi normal... Si querías que alguien supiese que te habías vuelto loco tenías que esforzarte mucho para demostrarlo. "Aúlla sin parar". ---- "¿Tú eres paloma o halcón?" "¿Preferirías combatirlos aquí o en Pasadena?". Quizás en Pasadena podríamos derrotarles, pensaba yo... (Michael Herr, Despachos de Guerra)
Ocurrió en un país imaginario. Y conste que no hablo de hechos reales, porque recordar a según que personajes es revivirlos un poco, y olvidarlos es darles la espalda para que nos apuñalen con la guardia bajada. Ocurrió en un país imaginario, un país apenas desperezándose del feudalismo, un país imperfecto como lo son la mayoría, un país que no existía ni siquiera en los clichés del mal poeta asesinado una noche de temblores fríos. Ocurrió que algunos prefirieron querer la nada, a no querer, ocurrió que los pequeños grandes cortijos y los grandes pequeños bancos y los pistoleros de los patronos, y los obreros armados, y los anarquistas, y la derecha que no participó en la constitución, y el olor a cirio, y los pequeños roberpierres y los aprendices de Beria, y los corresponsales americanos y toreros, y los milicianos ingleses y descreídos, y los trotskistas asesinados por su propia gente, y los generales llenos de odio, y la media España que hiela el corazón, se pusieron a jugar a la muerte como niños feroces sin rostro. Ocurrió, ocurrió, y los aviones de Fuhrer eran el lobo que soplaba fuerte y la casa iba a derrumbar. O tal vez no ocurrió nada en absoluto. Es solo un rumor que asola la ciudad, y los juzgados que no juzgaron cuando se debía juzgar, y las iglesias que no excomulgaron a los generales sino que los llevaban bajo palio, eran un rumor, como el de la canción de Elvis Costello. Cada uno cuenta la feria según le ha ido. Yo declaro que la guerra ha acabado, cantaba Phil Ochs años antes de que Vietnam acabase. Yo declaro que no acabó nunca. Murió un general, pero había parido cientos de pequeños tiranos. Murió en cama. Murió, murió, murió. Pero no ha muerto. Recuerdo la escena de Betrayed en que el personaje de Debra Winger oye de boca de los niños las atrocidades que los mayores les enseñan, el odio como la gramatica primigenia en que un caracter, un alma, se forma. Se forja. Y ese odio queda aprisionado. Es el momento en que ella comprende que ese mundo, es un mundo que esta más allá de su visión de las cosas, que no puede amar a esos cachorros amamantados con cuentos de negros y judios transformandose en no-humanos. En infrahumanos. No importa quién cuente la historia, cada cual le aporta un poso de mitos, de preguntas capciosas, de nanas del odio, de recrear el dolor y darle un nombre, un rostro, el del enemigo. Se abre heridas, dicen en el pais que no existe. Pero una herida no se abre a menos que no se haya cerrado jamás. Me preocupan las historias que se narran, y lo que aprendemos de ellas. Unos y otros devoran la vaquilla que agoniza en la tierra de nadie del país que no existió nunca.
Hoy es jornada de protesta, pero también de reflexión: Nos estan imponiendo un modelo de Universidad, pero...¿Qué universidad QUEREMOS nosotros? Esa es la verdadera pregunta. Personalmente soy pesimista, tiendo a pensar que la universidad viene a ser una especie de prolongación de la educación secundaria, una tregua confortable para los alumnos (sobre la miseria de la vida estudiatil ya escribieron los situacionistas), y una formidable maquinaria de pasar examenes, y aceptar no solo los metodos o las metas predefinidos por otros, sino el mismo debate que otros delimitan sobre cada materia en particular y la universidad en general. Mi rector me ha enviado una nota. Pero esta escrita en orwelliana literatura de eufemismo...Permitanme traducir, no por estar especialmente inmerso en la voragine antibolonia, sino por estar especialmente dolido por el utilitarismo que impregna a esta corrupta institucion que es la enseñanza superior. Estudiantes, ocupen las bibliotecas, aprendan por si mismos, y que les follen:
1º.- El equipo decanal no ha autorizado el encierro ni comparte esta medida porque la considera absolutamente ineficaz, a la vista de que ni los centros ni la propia Universidad tienen capacidad de decisión sobre el proceso de convergencia, conocido como E.E.E.S.
Traducción:
El equipo decanal insiste en censurar una medida que pone de manifiesto su propia inacción. El equipo decanal considera necesario hacer saber que sin autorización no debe haber acción, no vaya a ser que se ponga en duda el principio de autoridad que rige su comportamiento. Bolonia es un "hecho consumado" al que es inútil oponerse. Las cosas no cambian porque no tenemos capacidad para cambiarlas, no tenemos capacidad PARA CAMBIARLAS PRECISAMENTE POR CONSIDERARLAS INMUTABLES.
2º.- Nos parece rechazable cualquier medio de protesta que deteriore la imagen de la Universidad pública, produzca costes para la misma, e incluso pueda interferir en su normal funcionamiento. En este sentido el equipo decanal quiere comunicar que su actuación viene condicionada por las decisiones que al respecto se adoptan por el Rectorado de la Universidad. Por lo tanto, una vez que en el día de ayer (3 de noviembre de 2008) éste ha adoptado unas pautas de comportamiento para estas situaciones, se intentará garantizar que las mismas se respeten escrupulosamente.
Traducción:
Nos parece rechazable cualquier medio de protesta, independientemente de su eficacia, que no podamos monopolizar o controlar, que signifique una contestación evidente no solo al nuevo modelo mercantilista de educación, sino a la incapacidad de las autoridades academicas de oponerse a él con firmeza. Cualquier protesta que altere el "normal funcionamiento" amenaza el status quo. El rectorado ya ha acordado un protocolo para el caso en que este mensaje no intimide a los estudiantes.
3º- De mantenerse la situación en los términos actuales el equipo decanal convocará una Junta de Centro para discutir la situación y adoptar cuantos acuerdos procedan.
Traducción:
Confiamos en disuadir la protesta en los términos elegidos por los estudiantes, de lo contrario tendremos que tomar decisiones, o aparentar tomarlas, por lo menos.
4º.- En todo caso queremos dejar constancia de que esta Facultad se ha pronunciado reiteradamente sobre el tema y su postura ha sido inequívoca a la hora de criticar los resultados que en el ámbito del Derecho está produciendo la forma en que se gestiona este proceso, que no facilita la convergencia entre las titulaciones de las diferentes Universidades, españolas y europeas y que conduce a un encarecimiento de la enseñanza pública.
Traducción:
En todo caso queremos dejar constancia de que esta Facultad no tiene el suficiente cinismo para negar la naturaleza del proceso en marcha, aunque nuestra critica es limitada: se limita a la "gestión" del proceso, sin observar que la intención del mismo ya implicaba tal gestión y tales consecuencias. Se obvia la gestión de las propias instituciones académicas y su resignada aceptación del grave hecho que reconocen: "que no facilita la convergencia entre las titulaciones de las diferentes Universidades, españolas y europeas y que conduce a un encarecimiento de la enseñanza pública".
Consecuencias del punto 4:
Si esto es así, como no cabe duda, cabe preguntarse por qué no hay una voz más firme que exclamé un "NO" por parte de la universidad. No puede consentirse que Europa sea la coartada, que en nombre del consenso se pase por encima de los interesados, que la democracia se convierta en una burocracia de rodillo a la europea. Si el proceso es un hecho consumado, y Europa un simple mecanismo mas de imposición y coerción, esos dos hechos son razón de más para la contestación, para los encierros, para las protestas, y para que la Universidad se atreva a ser algo más que un foro de debate interno y endogámico: Hace falta un tipo de acción inequivoca que deje claro a la sociedad eso que la propia universidad, reitero, reconoce: Bolonia "no facilita la convergencia entre las titulaciones de las diferentes Universidades, españolas y europeas y que conduce a un encarecimiento de la enseñanza pública." La repetición no es casual. No puede permitirse el lujo de "dejar constancia" en notas internas enviadas a los estudiantes para cortar las alas a sus protestas. "Dejar constancia" simplemente, si es, en terminos del propio comunicado un "medio de protesta que deteriore la imagen de la Universidad pública". Si eso es, a estas alturas, posible.
Conclusión:
Es el momento de preguntarse si a este moribundo deshauciado le seguimos recetando placebos y tratamientos conservadores, o si una sesión un poco más invasiva, un poco más estrepitosa, un poco menos acomodada, puede ayudar a salvarlo.
Ésta es nuestra historia. Hasta el momento. Aquí estás tú, y aquí estoy yo. Aquí seguimos los dos. Es más de lo que cabía esperar. Aquí estamos. En otra parte. No es mucho pero basta.
[...]
¿Y ante nosotros? Un matrimonio. Con Z. Una huida. La conciencia de un matrimonio perdido. Despertar un buen día y pensar “este matrimonio ha terminado”. Un buen día despierto y pienso que mi matrimonio ha terminado, lo pienso sin que haya dejado de amar. El correspondiente miedo. Querer sacar conclusiones al momento, despertar con la idea de que este matrimonio ha terminado, así es como lo siento, siento el fin del matrimonio de manera inequívoca, me levanto y le digo a Z que tengo que marcharme un momento, que tengo que ir a buscar algo, salgo de casa, me quedo frente al edificio y no lo puedo comprender. Un matrimonio que ha terminado por culpa de la ausencia permanente, cuyo fin no ha sido todavía pronunciado, cuyo punto final es sin duda nuestro encuentro. El fin del matrimonio es otra. Es A. Eres tú. Una convivencia pronta, extraña, que es nuestra historia. Un estar en el extranjero. Y en este estar en el extranjero habita el adiós desde un principio. El adiós es un estar de viaje. Una experiencia alemana, incesante, que viene del extranjero y regresa al extranjero. Una repetición. Un matrimonio en Alemania que se daba por perdido, el amor huidizo que vivimos en el extranjero. Y en medio estoy yo, fuera de mí, me descompongo. Brillo. Invadir Alemania, una infidelidad en el extranjero. “¿Llorar yo? Lloro. Disculpa. Oye, disculpa.”
¿Y nosotros? ¿Nos olvidaremos? Horas de cuerpos que se confundían, ya que nos hemos olvidado. Algo que se cierne sobre nosotros, que se cierne sobre nosotros mientras dura el abrazo, algo que disuelve el abrazo. Luego nos miramos, como extraños. Hay una morrena que empieza a derrumbarse, un retraso, una dilación, nos demoramos, el anteproyecto que no podemos alcanzar, que nos conociéramos tú y yo con esas palabras, será de tal y tal manera, nos irá de tal y tal manera, y entonces no acudimos, no encajamos, eso fue ya una escisión por partida doble, la proyección arrojada al vacío. Dos mundos. No quieres admitir que yo soy otro. Que tú eres otra, y yo no entiendo nada. Y todo el universo de temores, de la prevención, del regreso, de que lo nuestro no sea para siempre, tumbados, dándonos la espalda, uno a cada lado, pegados al borde de la cama, verdad, cuando ya ni tocarnos podemos, cuando nadie se puede estirar, falta de contacto en ambas partes, dos mundos, cuando lo único que se requiere es que alguien te eche una mano, una mano suave.
[...]
Tanto tiempo casados y sin hijos, me sueltas en nuestro primer encuentro, cruzamos la calle, por la noche, con el tiempo que lleváis casados y no tenéis hijos, me dices a quemarropa, eso es que algo no funciona en el matrimonio, añades. ¡Santo Dios! Al día siguiente, poco antes de regresar a ese matrimonio, estaba convencido de que había perdido el pasaporte, volví de nuevo al hotel, en coche, a aquel maravilloso hotel, situado en aquel callejón, puse la habitación patas arriba, nada, volví al barco, al transbordador, deshice la maleta, volví a hacerla, el pasaporte en el bolsillo. Sí que empieza bien la nueva vida, pensé, surgen los primeros agobios, después, en el tren, viajo solo, abstraído, revuelvo en todos los bolsillos por hacer algo, “distracción” es la palabra que me empuja, no busco nada, no encuentro nada, por todas partes moneda extranjera, pero qué debo hacer con todo esto, con toda esta calderilla, tomarme un café, tal vez, ir a comprar un café en el tren, ahora mismo voy hacia delante, en dirección a donde está delante, ahora mismo en la dirección equivocada, el café está hacia atrás, en la otra dirección, detrás se agolpan los viajeros que de pronto no soporto, pero si no te han hecho nada, oigo que pienso, el café hirviente hierve demasiado, el café que hierve demasiado rebosa del vaso, el café se derrama por encima del borde del vaso, o lo que quiera que haga el café cuando se escapa y desborda el vaso, y no precisamente hacia la boca, sino con indiferencia, sin interés, qué sé yo, el resto de café me quema la lengua, ahora lo noto, cada quemadura en la lengua es un recuerdo de una quemadura anterior, una lengua quemada es una de las impresiones más duraderas que puede dejar la vida, una sensación inconfundible, de modo que así estoy, sentado en el compartimento, abstraído y con la lengua quemada, pensando si debo revolver de nuevo en los bolsillos, “así puede funcionar”, te dije al despedirnos, recuerdas, pero así no puede seguir, sin niños, pero contigo sí quisiera tener niños, te casarías conmigo, te pregunté, aunque estaba casado, cosa que ya te había dicho, casado y sin niños, y por la noche, en la enésima cerveza, te inclinaste sobre la mesa y me cogiste la mano, y yo que me agarro a la tuya, te casarías conmigo, te pregunté, y tú dijiste que sí, y yo te lo pregunto, de modo que aquí estoy, en el tren, tan extrañamente cerrado en banda, como si algo hubiera irrumpido en lo más íntimo de mí, como si me hubiera derrumbado, venido abajo, y tú dijiste “sí”, y dijiste “sí, quiero, quiero, sí, sí, quiero”, a dónde irá esto a parar, cómo puedo irme ahora para casa, y qué significa eso en fin de cuentas, mi casa, que de la noche a la mañana se ha convertido en algo ajeno, y al cabo de algunas semanas, después de la mudanza, de dejar un piso y meterme en otro, después de la separación, de la convivencia, me desconozco a mí mismo, me evito a mí mismo, amenazo con volver a largarme, a desaparecer del mapa, a retroceder o irme lejos, me niego a dormir contigo en la misma cama, ¿es eso una confesión?, pierdo los nervios al teléfono, no te conozco y esas cosas de una atrocidad sin parangón, y lo que quiera que añada el viejo danés, enormes trastornos de comunicación, estrategias de evasión, la lista de defectos es muy larga, un deterioro casi irreparable del amor, pero ahora, en este instante, estoy por vez primera solo en este compartimento, sentado de espaldas, viajo en una dirección desesperada, es un grave error viajar en esta dirección, comprendo de repente, el encuentro contigo ha puesto fin al matrimonio, así es como lo veo, sin duda, ha puesto fin a un matrimonio que sin duda se estaba acabando, verdad, sospecho en este compartimento, porque ahora estoy en el tren, en el compartimento, decirte esto, verdad, y no sé si reír o llorar, como se suele decir en tales momentos, como se suele decir en estas cosas del querer, en semejantes asuntos amorosos, completamente enredados, como se dice en general, como aquí lo digo yo, aunque sea sólo para ti, aunque mi amor sea sólo para ti, no es insoportable, y no es algo insoportable, imprescindible, y de notoriedad por todos conocida, este fenómeno, que no tengamos un lenguaje del amor, pero sí un amor en fuga, un abismo del amor, su aniquilación, que no tengamos un lenguaje del amor, que es todo un encanto, salvo siempre el mismo giro, la promesa del cuerpo, el vaivén, y una y otra vez digamos “Te quiero”, y nos avergoncemos de no decir otra cosa de idéntica fuerza, pero no, únicamente somos capaces de decir “Te quiero”, y si al fin lográramos decir algo distinto estaríamos en las mismas, quieres decir “Te quiero”, preguntaría el otro yendo al fondo del asunto, si quieres decir “Te quiero” también yo diré “Te quiero”, y ahora, en este instante, estoy absolutamente solo en el compartimento de este tren, y de pronto me asalta como un vahído, lo tengo frente a mí, lo puedo ver tan claramente que creo que podría tocarlo, sí, esto sí es un lenguaje, todo desasosiego, hay en mí un veneno, lo noto, algo que se me ha metido dentro, que exige determinación, por el momento no sale, tienes que marcharte, lo sé, no puedes volver allí donde regresas, no puedes volver a meterte en este matrimonio, tienes que salir de este matrimonio, este matrimonio ha terminado, y si este matrimonio en efecto ha terminado, lo que se te ha venido encima no es más que el encuentro, que todo lo pone patas arriba, no es eso muy poco, “encuentro”, tú, palabrita, tú, pobre diablo, no fue meramente uno de esos encuentros en los que uno topa con alguien, en los que uno queda varado allí donde hay ya otra persona, más o menos tiesa como una estaca, que ha tomado posesión de cuanto le rodea, del espacio, uno llega allí porque hacia allí lo han ahuyentado, y allí está otro, u otra, que se ha adueñado ya de un espacio en el espacio, y este espacio ha adquirido ya rasgos, aromas, flashes, recuerdos de quien en él, en el espacio, se hecho con un lugar, y penetrar allí, hacerse un hueco en este espacio ocupado, ajeno, sagrado, importante, en el que ya hay otra persona, que es ya otra persona (y a quién debemos agradecer que no rompamos nada en este espacio, que no rompamos nada, que no matemos al otro que es este espacio no bien penetramos en él, que no acabemos con él, con este tipo.) No fue, por decirlo brevemente, un encuentro fácil, fue, disculpa, la explosión que lo originó todo.
[...]
La Deutsche Bahn, te cuento mientras me sumerjo contigo en la historia de tu familia, es una ladrona feroz en suspenso, que no se mueve y te roba el tiempo que has pasado en el andén, te acorta la vida haciendo que pierdas el tiempo con fundamentos que se desmoronan y ataques de apoplejía que se suceden en cada esquina, te hace más pequeño, toda vez que sus retrasos no conocen fin, son más largos que un día sin pan, sin tierra a la vista, digo yo, sin fondo, sin suelo. Si el alcohol que bebí ayer hizo que la distancia que me separaba de una laguna de la memoria adquiriera la dimensión del Lago de Constanza, el café que he tomado hoy me permite ver desde el andén cómo entran los trenes de los que nadie ha oído aún hablar. Alemania es una avería. Un estado que se desmorona. Una ruina. Alemania no tiene porvenir, porque cualquier trayecto te acorta la vida, cualquier parada se traduce en retraso, dondequiera que pare, el tren se detiene en el camino, viajas en un tren de la llamada Deutsche Bahn, este símbolo de la avería, y convocas y suplicas a los poderes mágicos que no se pare durante el viaje, suplicas que no pare otra vez, suplicas hasta llegar a tu destino, si por lo menos hubiera arrancado, pero el tren sigue sin aparecer. Sin embargo, si este tren, que pronto se caerá a pedazos, en efecto se detiene, y lo hace como estaba previsto, aunque no, claro está, puntualmente, y en absoluto como corresponde a nuestros días, empieza para los calculadores la suma del tiempo perdido e irrecuperable ya, la reducción del tiempo de vida, y la Deutsche Bahn, digo en Mannheim sin tapujos, debería contratar a alguien, bien pagado, a quien uno pueda partirle la cara por ello, digo. Si en una cabina telefónica de Leipzig leo la feliz expresión “suerte a destajo”, el mero asomo de la expresión “tren de enlace” duele como una agresión en toda regla, y en Berlín es el no va más. Desde hace años la alternativa, la sustitución, que ni se ve ni se realiza en ningún lado, pero sí se anuncia siempre a bombo y platillo, del transporte alternativo que sustituye el tráfico ferroviario. Una sutil degradación del tren de alta velocidad al autobús, que no arranca, de modo que es preciso que se vuelvan a introducir, de modo imperceptible pero con urgencia, los coches de plaza. “Salida retardada” no es otra perífrasis hueca y alemana de una determinada técnica de inyección, sino cortesía danesa. Para el mismo y perpetuo fenómeno: todo anda con retraso “y ya está”, como dice el viejo danés; todo anda con retraso, todo salvo la muerte. La muerte es lo único intemporal en esta comedia terrenal. “¿Está libre?” “¡No”
Divago. Y con esta divagación mato el tiempo. El ciego que hay en el andén, con su bastón blanco, todos los trenes parados, todo congelado, una rigidez alemana que ha llegado hasta aquí abajo, el ciego que mira en todas direcciones, que mira a su alrededor como si pudiera ver, el ciego que, para oír mejor, mira a su alrededor, el ciego que se ha convertido en vidente y no se aclara con la vista en el mundo de lo visible, que con los ojos intactos revive ofuscación, sacada desde los años de ceguera a una la luz que no soporta la luz, y que, viendo por sorpresa, ha perdido el mundo que le es familiar, el ciego, con su bastón blanco, está claramente frente a la ventana tras la que estoy yo, de la que no puedo escapar, detrás de la ventana de este compartimento me siento yo, frente al ciego que mira en todas direcciones y al que no pierdo de vista, que está tan inquieto que de pronto parece bailar, que baila claqué con una pierna y luego con la otra, se supone equilibrio, todo el equilibrio se pierde, y la mujer vieja que tengo enfrente, y que lleva una bufanda blanca sobre los hombros, blanca como la nieve, la mujer que me sonríe, la mujer vieja a quien rejuvenece la sonrisa, y la sonrisa de esta mujer ya no tan vieja dice “así son las cosas”, este ciego no puede ser tan ciego como esta Alemania enferma, por la que se viaja y a la que se ama, y la mujer que sonríe con el bastón blanco en la sonrisa, la nieve que pronto llegará, la fulgurante oscilación del paisaje, el silencioso rastro de los perseguidos, el sol bajo en el horizonte, el tiempo, el aliento que se hace visible, y corremos el uno hacia el otro, pronto nos tendremos, nos abrazaremos, la repetición, verdad, viejo danés, es un traje que no se gasta, “que ni aprieta ni viene ancho”, el recuerdo es una prenda que nos hemos quitado, el amor que se recuerda el único amor dichoso, el propio recuerdo es lo infeliz, “el amor de la repetición es en verdad el único amor dichoso”, no hay alteración de la esperanza, verdad, “y no la inquietante aventura del descubrimiento”, no hay nostalgia del recuerdo, dicha del momento, no te he abrazado ya mil veces, ¿no eres la abrazada?, abrazarse y besarse no significa reconocerse, la incompatibilidad que se entrelaza, reconocer algo en el otro es ya un malentendido, lo que uno deja para que otros sepan que ése es su lugar, “es como si te conociera desde hace cien años” es ya el fin, “es como si te conociera desde hace cien años”, dice el treintañero, consciencia geriátrica, que se adelanta y no se puede ya alcanzar, extinción del de enfrente, así que aquí los tenemos, pues, al ciego, a la vieja, aquí están, dónde irá a parar todo esto, y la hierba se marchitará como hierba, tu aliento, y el recuerdo se marchitará como la hierba se marchita el recuerdo.
Terror telefónico, dices tú. La agradable llamada de antaño, la denominada llamada de nostalgia se ha convertido en una caricatura espantosa. Una confianza consumida por el recelo. Mensajes breves y terror telefónico. Eres de una ternura esporádica, una fiera que ladra. Llamas, no llamas. No llamas aun cuando has dicho que llamarás. Y luego resulta que llamas mucho más tarde. Y si llamas mucho más tarde ya estoy de los nervios. No llamas, no atiendes mis llamadas. Me subo por las paredes, como se dice, no lo soporto, te vuelvo a llamar, te mando un mensaje breve, no hay respuesta, luego estoy a punto de estallar, como se suele decir, te llamo, por unos segundos tengo la impresión de que te llamo así, sin más, aunque la cosa va ya de mal en peor, acabo de perder la poca paciencia que me quedaba, que te sentías controlada, me contestas, ah no, eso sí que no, hasta ahí podíamos llegar, te grito yo, por dentro te comprendo, esta cultura de las llamadas es horrible, alimenta la desconfianza, le vacía a uno el estómago. Tú en Berlín. Por ejemplo. A mi mensaje de que a las once de la noche estaría en casa y de si me podías dar un número en el que localizarte, no respondes. Te llamo a las diez y cincuenta y nueve minutos. Al móvil. Más minucioso imposible. Me das un número. Vuelvo a llamar. “¿Por qué no has contestado mi mensaje?” “Acabo de llegar aquí, estoy en casa de unos amigos. Estábamos charlando. Te iba a llamar a las once.” “¿Y por qué no me has mandado un mensajito diciéndome que me ibas a llamar a las once?” “Porque te iba a llamar a las once.” “Pero te había pedido que me dieras un número en el que pudiera localizarte.” “Antes tenía que llegar aquí.” “¿Y no hubieras podido darme el número por el que te preguntaba en el SMS de las nueve?” “Te iba a llamar a las once.” “Pero si ya te había dicho que a las once estaría en casa.” “A las once te hubiera llamado.” Y luego la pregunta de si no estaba borracho perdido. Estaba borracho perdido. ¿Acaso hubiera mejorado la escena admitirlo en lugar de decir “no”? No transigir. Entonces se abrió paso lo que ya estaba latente a la hora de coger el auricular, esta acusación, la furia del borracho. Para hacerme el fuerte, amenacé con la ruptura definitiva. Ninguna llamada, ningún contacto mientras estés fuera, amenacé no sin lamentarlo al instante. Y ahora sólo falta colgar el teléfono lleno de rabia, de manera inequívoca, ah, es verdad, ahora quieres que cuelgue, tienes algo más que decirme, era de esperar, después de esta salida de tono, de este daño irreparable, qué más quieres que te diga, tienes la lengua muy larga, eres una hija de puta, ah, es verdad, no hay línea, si acabo de colgar. ¿Y luego? Luego lanzo el teléfono contra la pared, y todo se hace añicos. ¿Y luego? Luego voy por el segundo aparato y te vuelvo a llamar. Da señal, pero nadie lo coge. Móvil. “¿Qué pasa?”, preguntas. ¿Acaso he dicho yo algo que tenga que ver con eso? Diría que no. Irremediable paso en falso. ¿Todo nuestro amor un malentendido ya indeleble? Entramos en barrena, caemos en picado. Nos metemos en una conversación que ya no es conversación. Que debería acabar lo antes posible. Que se acaba ahora mismo. También el segundo teléfono lo estampo contra la pared. De hecho, en este preciso instante podría arrojarlo todo por la ventana, y después tirarme yo. ¿He dormido en alguna parte? ¿En el sofá? ¿Me habré vuelto loco? ¿Y tú? Es la primera vez que te echas atrás. Seguro que has dudado de mi salud mental. Has visto cómo se confirmaban tus temores. Que te controlo. Nada más lejos de mi intención. Pero esta palabra se ha acostumbrado de pronto a nuestras voces, como una úlcera. Y a menudo está el alcohol de por medio, ya se sabe, que nos hace perder la compostura. Desinhibición. Fantasía. Y el paisaje que huye. Finales de octubre. ¿Dónde estás, otoño dorado? ¿Has perdido el color? ¿Por qué confías tan poco en ti? ¿Qué hay en ti que me vuelve loco? Cuando haya nieve, cuando los árboles estén cubiertos de nieve, ¿habrán cambiado las cosas? Sembramos en primavera; en otoño es cuando cosecharemos, dijiste. Y qué cosecharemos no lo dijiste.
Que la mafia matara a Matteo Garrone, sería una pésima noticia desde el punto de vista humano y también social. Pero para el cine, sería una buena noticia. Garrone consigue lo inaudito: Que una pelicula con docenas de tiroteos y unas cuantas persecuciones sea tediosa. No solo tediosa, sino autocomplaciente y pedante. Garrone parte de una voluntad de hierro de ser realista, y convierte su pelicula en una especie de docudrama mafioso propio de documentos TV. Pero es cuando husmea en los peores vicios de un Cassavettes, cuando esta más pagado de si mismo, cuando parece decirse "que inteligente soy, este vecindario parece real, estos mocosos admiradores de Tony Montana parecen reales de puro estúpidos y barriobajeros" cuando el film se hace por momentos insoportable. Garrone quiere hacer un fresco que lo abarque todo, que lo relacione todo, amplia su vision con multiples personajes, mas y mas napolitanos envueltos en El Sistema, que conviven con su realidad cada dia, muestra la sociologia del crimen organizado. Pero a fuerza de querer retratarlos a todos, no retrata a nadie. Los primeros planos con la camara moviendose nerviosa, en silencio, cassavettianos hasta la médula, hasta que el rostro deja de ser rostro y empieza a ser cosa...Los hilos argumentales que campan a sus anchas y no se relacionan más que con una conclusión final: En Nápoles, la camorra sustituye al Estado. La pelicula acaba siendo una sucesion de gente contando dinero, gente matando gente, y chungos de barrio mostrando su estulticia más profunda. Eso no quiere decir que no tenga sus momentos de grandeza: Dos horas y pico de mafia bien merecen un par de flashes. El tiroteo en el que el corredor de la mafia sale ileso, caminando entre cadaveres...El rito de iniciacion de los jóvenes que se dejan meter un tiro en el chaleco antibalas...El hombre de negocios que entierra residuos quimicos de cualquier manera envenenando a la gente, y su esbirro que no puede seguir... Pero ir a ver una pelicula aburrida, maniquea, simplista, excesiva, inmensa (en el sentido de inabarcable) y con esas infulas neo-neo-realistas es tirar el dinero. Garrone va a tener que contratar guardaespaldas extra. No solo por la mafia. También por los espectadores.
Obras de arte son provocaciones con las cuales polemizamos. (Hauser) La especialización de las imágenes del mundo se encuentra, consumada, en el mundo de la imagen hecha autónoma, donde el mentiroso se miente a sí mismo. (Debord) Esta Cover War es urgente. Debe publicarse ahora antes de que la muerte de Amy Winehouse la convierta en algo de mal gusto. Al menos la policia del buen gusto ya ha empezado a censurar cualquier rastro de humor negro denunciándolo como morbo en el mundo vacío del arte. Espido Freire no parece la indicada para hablar de discursos vacíos, ya que su columna es el mismisimo vacío hablando de la nada. Freire observa el mundo y logra aparentar hacer literatura extrayendo lo más insignificante. Tiene la virtud de descartar siempre todo aquello que pueda tener algún interés. Al contrario que Quim Momzó, que gracias a su cinismo consigue convertir las pequeñas anécdotas en piezas de un puzzle que reconstruyen el mundo como un lugar absurdo, transmitiéndonos su mirada, Espido Freire siempre es tan vacua como como los temas que elige. ¿El arte es vacío, frívolo? ¿Ahora se da cuenta? ¿No sabe usted quién era Malevich? ¿No puede elevar un poco el debate de lo que es arte? ¿No sabe siquiera quién era Duchamp? ¿Morbo en el arte? ¿Cuantas jodidas esculturas y pinturas hay de crucifixiones? ¿no es morboso? ¿no creen como dijo Bill Hicks que si Cristo volviera a la tierra (fabulemos, en plan what if, en plan crossover, en plan marvel) lo ultimo que querría ver es una puta cruz? ¿Por qué logra que una frase tan acertada como "el espectador ya no puede distinguir mérito de espectáculo" se disuelva como un azucarillo entre mares de tópicos y corrección política? Tal vez reirse de Winehouse no le haga ningún bien, pero ser condescendientes tampoco. Lo que no hace ningún favor a nadie es escribir un articulo tonto y mojigato. ¿Vas a defender esa postura? Perfecto, tira con polvora de rey, mete sangre, riete de Damien Hirsch, di que es un pervertido que se excita con sus ovejas en formol, riete de Lachapelle como del ser humano más gay de la historia de la humanidad, pon el dedo en la llaga de los galeristas e intermediarios, preguntate qué es arte, no des a entender que solo entiendes el figurativo: si es así atrevete a afirmarlo. Me gusta lo incorrecto, me gusta que nos podamos reir de una artista y su ignorancia y malditismo estúpido, y su way of life, y su "Whitney Houston sindrome", y su cara de yonki que no solo se inyecta caballo, sino que PARECE uno (uno muy desnutrido) y eso no significa que no comprenda que es una artista que se echa a perder y que hay daños irreparables. Pero de algún modo es una situación tan absurda y miserable que resulta imposible no reir. El Bon vivant Oswaldocornelius lo sabe bien. Pasando a la Cover, Rumble strips sienten una extraña fascinación por la Bestia Winehouse. ¿Es la atracción que el mal ejerce sobre unos inocentes de puro corazón pop? ¿Es una manera de continuar el chiste macabro de zombies en Candem? ¿Simplemente adoran la canción? Quién sabe pero hoy la competencia es triple: El Back to Black original, el remix de los Rumble Strips, y la versión en directo de los mismos.
"-¡Derechos de ocupación temporal sobre chalés junto al mar, en Palanga! -¡Derechos minerales y forestales, según prorrata, sobre todos los parques nacionales! -¡Asistencia de jueces y magistrados locales selectos! -¡A perpetuidad!¡24 horas al dia, sin limitaciones!¡Derecho de aparcamiento en el casco antiguo de Vilnius! -¡Cincuenta por ciento de descuento en el alquiler selectivo de tropa y armamento lituano salvo en caso de guerra! -¡Sin pegas de ninguna clase. Libre adopción de niñas lituanas! -¡Inmunidad discrecional en infracciones por torcer a la izquierda con semaforo en rojo! -¡Inclusión de la efigie del inversor en sellos conmemorativos, monedas de edición limitada para coleccionistas, etiquetas de cerveza microprocesada, bajorrelieves en galletas lituanas cubiertas de chocolate, targetas comerciales de Lider Heroico, papel de regalo! -¡Doctorado Honoris causa en Letras Humanitarias por Universidad de Vilnius, fundada en 1578! -¡Acceso "sin preguntas" a las cintas de control telefonico y otros instrumentos de seguridad del Estado! -¡Derecho, exigible ante los tribunales, mientras el inversor permanezca en suelo lituano, al tratamiento de "su Excelencia" y "Su Ilustrisima"! ¡Los infractores serán castigados con tanda de latigazos en plaza pública y sesenta días de reclusión! -¡Derecho a ocupar los asientos ya ocupados en trenes y aviones, acontecimientos culturales, salas de fiesta y restaurantes de cinco estrellas! -Prioridad de cabecera en todas las listas de trasplante de hígado, corazón y córnea en el reputado hospital Antakalnis de Vilnius! -¡Licencia de caza y pesca sin limitación alguna! ¡Privilegio de excepción en periodo de veda para todas las reservas nacionales de caza! -¡Su nombre en mayúsculas en el costado de grandes embarcaciones!"
"...Por 25.000 dólares el inversor tendría derecho a que se bautizara con su nombre a una ciudad ("de no menos de 5000 habitantes") y a ejercer una modalidad "moderna e higienica del derecho de pernada" que cumplía "casi todas" las directrices establecidas en la Tercera Conferencia Internacional de Derechos Humanos. -Era un chistecillo malintencionado-dijo Gitanas desde el rincón del taxi en que estaba encajonado- Pero ¿crees tú que alguien se rió? Nadie se rió. Lo que hizo la gente fue mandar dinero..." (Jonathan Franzen, Las Correcciones)
No habrá catástrofe real porque vivimos bajo el signo de la catástrofe virtual. Lo que ha, aparecido en esta ocasión de una manera deslumbrante es la distorsión entre la economía ficticia y la economía real, y esta distorsión es la que nos protege de una catástrofe real de las economías productivas.
Mientras en un sistema exista disfunción, desobediencia a unas leyes conocidas de funcionamiento, existe perspectiva de solución por superación. Lo que ya no depende de la crisis, sino de la catástrofe, sobreviene cuando el sistema se ha superado a sí mismo, ha dejado atrás sus propios fines y, por consiguiente, ya no se le puede buscar ningún remedio.
Lo único realmente novedoso de la presidencia Obama (si se decide a refundar el liberalismo será reciclando y corrigiendo a los neokeynesianos) es su carácter puramente pop. En el universo imaginario colectivo, YA era presidente antes de serlo. Del mismo modo que pertenece más a la estirpe de un Gary Cooper o un Mickey Mouse...que a la de un Roosevelt. Es un presidente seguramente capaz, serio, e inteligente...Pero a mi me inquieta el fenómeno, la histeria. ¿Soy el único que no ve, como fenómeno, tantas diferencias entre ambas fotos? ¿El único que cree que estamos más en el mundo soñado por Warhol o Baudrillard que el de Roosevelt o Luther King? Vivamos la distopía, y esperemos que Baudrillard se equivoque con las cuentas, porque las cuentas al final mandarán. Quizás estemos a las puertas de que los estados de ahora en adelante, se sometan totalmente no a un gobierno mundial, sino a un organismo economico tipo FMI. ¿Por qué será que no estoy entusiasmado (antecedente Wolfowitz aparte)?
Hopper (hablando solo entre dientes) -Pero...¿Donde cojones estoy? ¿Bolivia? ¿Colombia? ¿Cómo llegué aquí? ¿Donde estan todos? ¿Por dónde queda el set de rodaje? ¿Donde he dejado la coca? No esta mal el paisaje...aqui podriamos hacer una pelicula de dos motoristas, y al final...¿De que me suena eso? Bueno, a ver si pasa algun coche y hago autoestop hasta algun lugar habitado...
Pd. Tengo por fin su Last movie, pero sin subtitulos. Es tan mítica que a lo mejor hasta me aventuro así a pelo...
Les mostraré a los políticos en Norteamérica. Aquí está, aquí mismo. 'Creo que la marioneta a mi derecha comparte mis ideas.' 'Creo que la marioneta a mi izquierda es más de mi gusto.' 'Hey, espera un minuto, ¡hay un tipo que sostiene a las dos marionetas! (Bill Hicks)
Sin embargo, cada vez más los gobiernos hacían lo posible por eludir al electorado y a sus asambleas de representantes o, cuando menos, tomaban primero las decisiones y ponían después a aquéllos ante la perspectiva de revocar un fait accompli, confiando en la volatilidad, las divisiones y la incapacidad de reacción de la opinión pública. La política se convirtió cada vez más en un ejercicio de evasión, ya que los políticos se cuidaban mucho de decir aquello que los votantes no querían oír. (Eric Hobsbawm, Historia del siglo XX)
I was born by the river in a little tent Oh and just like the river I've been running ever since It's been a long, a long time coming But I know a change gonna come, oh yes it will
It's been too hard living but I'm afraid to die Cause I don't know what's up there beyond the sky It's been a long, a long time coming But I know a change gonna come, oh yes it will
I go to the movie and I go downtown Somebody keep telling me don't hang around It's been a long, a long time coming But I know a change gonna come, oh yes it will
Then I go to my brother And I say brother help me please But he winds up knocking me Back down on my knees
Ohhhhhhhhh.....
There been times that I thought I couldn't last for long But now I think I'm able to carry on It's been a long, a long time coming But I know a change gonna come, oh yes it will
Nunca vi la mañana hasta que me quedé despierto toda la noche nunca vi la luz del sol hasta que apagaste la luz nunca vi mi país hasta que estuve fuera mucho tiempo nunca oí la melodía hasta que necesité la canción nunca vi la raya de la carretera hasta que te dejé nunca supe lo que te necesitaba hasta que me metí en un lio nunca te dije te amo hasta que te maldije inutilmente nunca senti las fibras de mi corazón hasta que casi enloquecí Nunca vi la costa Este hasta que me fui al Oeste nunca vi la luz de la luna hasta que brilló desde tu pecho nunca vi tu corazón hasta que alguien trató de robarlo nunca vi tus lagrimas hasta que cayeron por tu rostro
Cada año, se me acumula la faena al hacer el repaso disco a disco del año. En fin, he estado pensando y no se me ocurre ningún otro modo de hacerlo, aunque este año me he prometido a mi mismo ser menos exhaustivo. Además por salir solo quedan que yo sepa, sorpresas aparte, el de BRMC y si se animan a sacarlo de una puñetera vez el de Doves. Así que intentaré limitarme este año (en que tal vez solo haya 10 o 12 discazos, pero hay muchisima "clase media") a unas 120 referencias como mucho. Estuve cavilando cómo hacerlo tipo draft, de manera que fuera más participativo, pero no me cuajaba la idea. Así que dejen en comentarios el disco que les parezca imprescindible de este año. Y lo que les parecen los grupos que estoy oyendo ultimamente (que son los que pongo acá mas Oasis, Duels, Verve y Kings of Leon). Y esa será me temo toda la interacción que haya.
En cuanto a novedades, hay un puñado de ellas que no puedo soslayar. La psicodelia de The Peth (el grupo del actor Ryhs Iffans con el bateria de los Super Furry Animals), el directo de CSNY (brutal, en cuanto salga el dvd de su controvertida gira, cae. Nada que ver con el calmado Heart and Soul dvd), el pop sencillo de Shaky Hands, el discazo de los The Airborne Toxic Event, Hunters Run, o la relativa sorpresa de un Alice Cooper muy muy aprovechable (que da el toque Halloween al post).
Mutando desde 1981. Rock, Pop, cine, comics, literatura, filosofía, conspiranoias, cyberpunk, y tecnomisticismo. Explorador de sensaciones, romántico y cínico, especialista en venenos rápidos, pluma mercenaria, sindicalista, anarco-socialista, utopista