Micronesia en el Cerebelo

Rock, cine, comics, ciencia ficción, cervezologia y sueños rotos.

Monday, March 03, 2008

En el Vacío


Mis momentos con ella estaban hechos de silencios que como pompas de jabón llenaban la atmósfera de la alcoba. Las paredes parecían absorver los susurros sofocados e inconfesables, los más oscuros secretos cuyas palabras no hacían justicia a los negros ósculos situados estratégicamente en las partes y superficies impronunciables y secretas.
Nunca fumaba excepto dentro de aquella habitación, con las blancas sabanas revueltas, el vaso en la mesita palideciendo al sol sofocante del mediodía, que se colaba por la persiana.
-Otra vez aquí, señora Robinson, solía decir, pero ella no había visto la película.
Mi vida se componía de migajas como aquella, pequeñas limosnas de lujuria, sucedáneos de cariño, emboscadas carnales en los polvorientos caminos del afecto.
-¿Me he ganado un diez?
Mi cinismo rellenaba los huecos en el auténtico abismo que nos separaba en dos islas irreconciliables que no se dirigían la palabra más que para exigirse un encontronazo, una pulsión, un polvo rápido y sudoroso.
Mi sonrisa afectada de falso bohemio, demasiado joven para ser un apagado y decepcionado compañero de generación, demasiado viejo para ser un inocente juguete en manos de una mujer. Demasiado consciente de estar apagando mis minutos de juventud entre la ceniza de cigarro, en una casa extraña, murmurando mentiras sobre mi mismo, atendiéndo a sus propias mentiras con interés perfectamente fingido, y soñando, soñando, soñando con campos de fresas para siempre.
-¿Me he ganado mi diez, señora robinson?
Aturdido bajaba el ascensor con los ojos buscando un escondite, pensando que todos sus vecinos sabían cual era mi papel en esta historia, deseando desaparecer.
La nicotina era el último beso, el beso vergonzoso del adiós, del hasta luego, del hasta que este tan solo que desee compartir mi soledad con alguien, con nadie. Solo tiempo en mis manos, solo tiempo...

1 comment:

Emilio Calvo de Mora said...

And here's to you...
Qué redondo te ha quedado; qué lírico y qué sentimental. Un diez para usted.