Thursday, June 28, 2007
Atontamiento de Grey: Doctor conoce a doctora. Doctora es una zorra aburrida y pretenciosa. Doctor estaba casado. Bla, bla, bla...
Hacía tiempo que no hacía crítica destructiva, pero el nuevo disco de Interpol ha abierto la veda y despertado de nuevo mi sed de sangre.
Anatomia de Grey es a la ficción televisiva como el abono orgánico a la cocina: Estamos hablando de una serie tan dañina para la inteligencia, que como tema de estudio se vuelve fascinante.
Hagan una prueba. Veánla con el audio en modo silencioso. No solo las tramas GANAN. Sino que toda la serie sube enteros: Es el quid de la cuestión, sus creadores han comprendido que los guiones son un lastre. Los escribe algún pobre borracho callejero por unas monedas. La imagen de unos doctores y doctoras jovenes pero maduros (o maduros pero jóvenes) convertidos en barbies y Kens de quirófano, maquillados, con el bótox a punto (Los pómulos de Ellen Pompeo un día sencillamente reventarán) son todo el argumento.
La serie se basa en rostros, apariencias y gestos. Por eso la trama es sencillamente algo dado por hecho: Liarlos a todos con todos como en Melrose Place, introducir largas charlas aburridas y pretenciosas como en Dawson sobre sentimientos, dudas y gilipolleces varias, inyectar estrógenos como en Mujeres desesperadas, o sencillamente recurrir a la larga y fructífera saga hospitalaria de sensacionalismo sentimental (jamás sin llegar a la acidez desmitificadora de house, ni al delirio setentero-ochentero de St. Elsewhere, en dónde juro vi una vez un capítulo de un matrimonio de médicos que se chutaban cual Maeso norteamericano, y follaban en el quirófano: Aunque claro, eso último también se plagia en Grey)
Porque Grey vende sexo banalizado, es una gran batidora de milongas prestadas del "nuevo vale" o del "ragazza". O peor aún, del "AR". Y la utilización gratuita y babosa del pop ( a veces incluso del buen pop) para subrayar sentimientos que no son más que merengue y textos que no son más que humo y sombras, asquea por su cariz artero: Desautoriza a aquellos que si saben combinar música e imágenes con gusto, sin abusar ni azucarar con mano dura las escenas.
Es un agujero negro. El vacío absoluto. No narra nada. Y con el silencio pulsado, uno puede jugar a rellenar el vacío: ¿Está el doctor Negro tirándole los trastos al Doctor Malo?
¿La Doctora Rubia le estará diciendo a Grey que se le ha pasado el arroz?
¿Guarda el Doctor Tonto aviesas intenciones de asesinar al Doctor Guaperas?
¿La jefa de Residentes está cantando "La Regla" de la Banda Trapera del Río?
Próximos experimentos: Comprobar sincronización con el "Dark Side of the moon" de Pink Floyd y con la discografía de Manowar o Kiss. Y con "Aquí huele a muerto" de Martes y Trece. Peor que el original, jamás.
Lo juro, si me encuentro a la creadora malherida en la calle, la remato. O peor, la llevo a un hospital como el de Grey y su corte de los milagros.
Tuesday, June 26, 2007
Aquella sinfonía agridulce
Ha saltado la noticia de la reunión de The Verve.
Si es momento para ello, no lo sé. Ya es la segunda vez, y en aquel momento volvieron para consagrarse.
Hoy vuelven sin Simon Tong, fichado por Damon Albarn como chico para todo. No me lo esperaba, por la notoria fragilidad del talentoso Nick McCabe, y su probable fobia a las giras.
La megalomanía de Richard Ashcroft no puede, supongo, tener cabida en albumes mermados, melosos, blandos, y cada vez menos personales: Lo mejor de su debut en solitario provenía de descartes de las sesiones del Urban Hymns de The Verve.
Quiero verlos en directo. Necesito verlos. Puedo perderme con dolor de mi corazón a Ian Hunter y a The Cult en Valencia. El Summercase. Pero si hay gira verborreica, y a pesar de mi pobreza, allí estaré. Por poco que confíe. No es cuestión de fé sino de pura cita histórica.
Y en honor a esa historia rescato una reseña que viene al caso:
Urban Hymns:
A veces la punta del iceberg no nos deja ver nada más. A veces nos cegamos. A veces oyes una canción triste que dice que las drogas no funcionan, mientras la habitación da vueltas y estás intoxicado y con el corazón en un puño.
A veces Velvet morning es la canción con la que quieres despertar. Repetitiva, obsesiva, luces de la mañana hechas de espinos dorados.
A veces el éxito de una canción perfecta como bittersweet symphony hace que perdamos de vista inmensidades oceánicas hechas de sonido, aire tenúe y angustia. Es Rolling People golpeándote con su muro de sonido.
Es catching The Butterfly, una propuesta de persecución: Estás buscando algo entre los himnos urbanos y no sabes muy bien qué, hasta que en Lucky man te das cuenta frente al espejo que aquello que buscabas eras tú mismo.
A veces un disco trasciende su categoría puramente musical. Salmos para la suprevivencia en las ciudades, himnos urbanos.
No puedes quedarte solo con la supreficie del iceberg, o te hundirás.
Las luces de Neon parpadean en Neon Wilderness e indican una inmersión en las profundidades de la mente en Space and Time.
Weeping Willow parece un simple entretenimiento, pero...¿Has estado llorando? Se nota aunque intentes evitarlo, y hacia el final One day contiene una promesa y Come on pretende darte fuerzas para verla florecer.
Es un disco que no hay que juzgar con el cerebro. Es un disco que cala como la lluvia y que es más que la dulzura algo simple de sonnet, moderno canon pálido de amores tristes.
Si nos quedamos en el himno de la sinfonía agridulce, perdemos de vista la profundidad en las letras y la unidad de un album casi perfecto.
Y sin embargo, no es mi album preferido de The Verve. Aunque si el que significó más para mi."
I wander lonely streets
Behind where the old Thames does flow
And in every face I meet
Reminds me of what I have run from
In every man, in every hand
In every kiss, you understand
That living is for other men
I hope you two will understand
I've got to tell you my tale
Of how I loved and how I failed
I hope you understand
I've got to tell you my tale
Of how I loved and how I failed
I hope you understand
These feelings should not be in the man
In every child, in every eye
In every sky, above my head
I hope that I know
So come with me in bed
Because it's you and me, we're history
There ain't nothing left to say
When I will get you alone
Maybe we could find a room
Where we could see what we should do
Maybe you know it's true
Living with me is like keeping a fool<
In every man, in every hand
In every kiss, you understand
That living is for other men
I hope you know that I am me so come on
I'm thinking about history
And I'm living for history
And I think you know about me
Cause I am
And one and one is two
But three is company
When you're thinking about the things you do
And you're thinking about the things you do
I want to tell you my tale
How I fell in love and jumped out on my bail
I hope you understand there's more in a smile than in a hand
In every sky, in every kiss
There's something that I might have missed
Why am I going to
A place that now belongs to you
But you were weak and so was I
Let's pick it up, let's even try
To live today, so why not smile
Don't dream away your life 'Cause it is mine
Is that a crime (repeat) this life is mine
The bed ain't made but it's filled full of hope
I've got a skin full of dope
Sunday, June 24, 2007
A Dandy in Aspic
Teóricamente la última película de Anthony Mann. En realidad la ópera prima de Laurence Harvey, ya que Mann murió súbitamente con el rodaje en marcha y sin posibilidad de posponerlo.
Harvey, protagonista, asumió los mandos de un guión deudor de graham greene y de cierto cine de guerra fría, paranoide, en el que Harvey, veremos, tenía cierta experiencia.
Se nota una obra primeriza, en cierto modo insegura, autoparódica, y que trata de conjugar el cine de espías, el swinging London y la comedia británica sin conseguirlo. Brilla en la pura trama de suspense, sospechas, agentes dobles, infiltrados, traiciones...
Harvey hace de un espía ruso infiltrado en el MI5 que se verá arrastrado al descubrirse su red. Se le encargará seguirse la pista a si mismo (desconocen el rostro del espía principal) en un tour de force de paranoia y sospecha.
El espía ruso mofinómano, cómplice de Harvey, que se sabe condenado, la pérdida de idealismo, la cruel indiferencia de los superiores que manejan los peones como marionetas. Hay un logro en esta película, el miedo, la soledad que los ojos de Harvey transmiten, el estar siempre intranquilo, extranjero entre los británicos y extranjero entre los rusos, utilizado por todos.
Rizando el rizo, debe detectar al agente doble que es él mismo: Proporcionar un cabeza de turco o pretenderlo mientras trata de huir (huida prohibida por sus superiores rusos).
Harvey esta en un cul de sac, y es ese desasosiego Kafkiano lo mejor de este cine hecho con oficio, tal vez supliendo una visión personal: Harvey rueda de memoria aquella película que a Frankenheimer le salió redonda (Manchurian Candidate) o por lo menos una variación.
Pero este guión tiene un cáncer que lo corroe: En lugar de una femme fatale bondiana, aparece, en un cúmulo de casualidades, una muchacha hippie que se mezcla en la vida de Harvey y le da humanidad, haciendo más insondable el abismo al que se enfrenta. El hecho de que la misma e inocente artista de pelo corto pueda ser una espía es lo de menos. Su papel, absurdo, poco relevante, nada matizado, es una subtrama que destruye lo que Harvey había construido con la ayuda de un antagonista de excepción: Un ambiguo, a ratos aparentemente brillante, a ratos rematadamente estúpido Tom Courtenay (La soledad del corredor de fondo) como agente británico que vigila a Harvey.
Ese personaje femenino, perpetrado (sospecho que por jugada comercial) por Mia Farrow casi destruye todo el entramado, y el final, precipitado por falta de dinero, y por un bajón de ritmo, solo remonta en parte con la desesperada acción final de Harvey.
Laurence Harvey murió relativamente joven. No dirigió ninguna película acreditado. A todos los efectos A dandy in aspic es una película de Anthony Mann.
Excepto en el que cuenta.
Friday, June 22, 2007
El pueblo ha hablado
Aquí en Micronesia, lo confieso, la corrupción también llega. He intentado manipular sin éxito una encuesta, pero la victoria de las hermanas Deschanel como una filia mitómana conjunta ha arrollado.
Quería que la futura señora de Mycroft (Zooey: Guapa, inteligente, y toca el ukelele en un grupo...) ganara a toda costa, y sin ningún escrúpulo he metido mano, sin resultado.
Me conocen demasiado bien, y saben que soporto con estoicismo la serie Bones, a pesar de los pesares, y de que filmen siempre el mismo jodido episodio. Emily también tiene su tirón.
¿Así que por qué no las dos?
La belleza y el talento, una lejana admiración hacia los ojos más azules, una inspiración estética por la imagen de una muchacha desconocida, de mirada hipnótica paseando a solas al comienzo de "Winter passing" hablando para sí nerviosa porque va a hacer un casting...Momentos tan solo de pálida y radiante languidez...
Ya ves, un solo paseo por la ciudad, una escenario en que la actriz que hace de actriz deambula perdida, actuando en el papel de estar perdida: Una pantalla a la que me asomo tímidamente, sabiendo que es tan solo un bello paisaje hecho de azul, azul, solo viendo el color azul (son eternos tus ojos).
" Porque ya no somos jóvenes, las semanas han de bastar
por los años sin conocernos. Sólo esa extraña curva
del tiempo me dice que ya no somos jóvenes.
¿Caminé yo acaso por las calles en la madrugada, a los veinte,
con la piernas temblándome y los brazos en éxtasis más pleno?
¿Acaso me asomé por alguna ventana buscando la ciudad
atenta al futuro, como ahora aquí, esperando tu llamada?
Con el mismo ritmo tú te aproximaste a mí.
Son eternos tus ojos, verde destello
de hierba salvaje refrescada por la vertiente.
Sí. A los veinte creíamos ser eternas.
A los cuarenta y cinco deseo conocer incluso nuestros límites.
Te acaricio ahora, y sé que no nacimos mañana,
y que de algún modo tú y yo nos ayudaremos a vivir,
y en algún lugar nos ayudaremos tú y yo a morir. "
(Adrienne Rich)
Monday, June 18, 2007
Single de la semana: Smokers Outside The Hospital Doors
Editors es un grupo que ha sabido hacer algo tremendamente difícil. No morir de éxito y atraverse a crecer. Su primer disco, mimético de la ola revivalista de joy division, deudor de Interpol, era una obra prometedora y con garra, pero faltaba algo.
Faltaba corazón, faltaba personalidad. Tenían las canciones, esos singles diseñados para pegar fuerte, y sin embargo pecaban de algo bastante disculpable para un debut, una precipitada pasión por el éxito.
Peligraban, corriendo el riesgo de estancarse en la autocomplaciencia y el puro continuismo (peligro en el que parecen caer mis antaño admirados interpol perpetrando el peor single de su carrera, pero eso es otra historia).
En cambio, con una calma impresionante, Editors mutan su sonido en algo más etéreo, más difícil, un tour de force de emoción que debe mucho a The Church, Chameleons, Talk Talk o incluso el toque sombrío, espectral y enigmático de los primeros Doves, pero sabiendo encontrar su propio camino.
Estaban obligados a crecer y lo han hecho, estaban obligados a madurar o morir en un paróxismo de repeticiones y deja vus de la dinámica hype.
Les han acusado de ablandarse (incluso se ha citado a Coldplay. Yo no lo veo. Y yo me pregunto si existiría Chris Martin sin antes un Ian McCulloch y sus Bunnymen), pero tan solo han dotado a su sonido de profundidad.
Momentos personales dolorosos para varios miembros del grupo han permeabilizado en unas letras desoladas, dolorosas, pero luminosas, unidas a un sonido compacto. Es un disco un tanto melancólico, pero repleto de una fuerza increíble porque está hecho con las entrañas.
Y eso se nota.
Pull the blindfold down
So your eyes can't see
Now run as fast as you can
Through this field of trees
Say goodbye to everyone
You have ever known
You are not gonna see them ever again
I can't shake this feeling I've got
My dirty hands, have I been in the wars?
The saddest thing that I'd ever seen
Were smokers outside the hospital doors
Someone turn me around
Can I start this again?
How can we wear our smiles
With our mouths wide shut
'Cause you stopped us from singin'
I can't shake this feeling I've got
My dirty hands, have I been in the wars?
The saddest thing that I'd ever seen
Were smokers outside the hospital doors
Someone turn me around
Can I start this again?
Now someone turn us around
Can we start this again?
We've all been changed
From what we were
Our broken parts
Left smashed off the floor
I can't believe you
If I can't hear you
I can't believe you
If I can't hear you
We've all been changed
From what we were
Our broken parts
Smashed off the floor
We've all been changed
From what we were
Our broken parts
Smashed off the floor
Someone turn me around
(We've all been changed from what we were)
Can I start this again?
(Our broken parts smashed off the floor)
Now someone turn us around
(We've all been changed from what we were)
Can we start this again?
(Our broken parts smashed off the floor)
Saturday, June 16, 2007
Panerofobia
Hoy cumple años uno de los pocos (yo diría que poquísimos) poetas de auténtico talento que ha dado este país.
Leopoldo María Panero.
La locura es un grado de lucidez que hace daño, una lógica no aristótelica (No-A, que diría Van Vogt) que le destruye a uno desde dentro, y destruye a los que le rodean. Un egoismo de la mente que se abstrae de toda realidad para solo ensimismarse en su propio reino cenagoso.
Lo más duro de estar maldito (si es que es un maldito. Yo creo que es solo un hombre, imperfecto, roto y quebrado. Lo demás es leyenda y publicidad) es sobrevivir a la maldición, cargar con ella.
DIARIO DE UN SEDUCTOR
No es tu sexo lo que en tu sexo busco
sino ensuciar tu alma:
desflorar
con todo el barro de la vida
lo que aún no ha vivido.
"El que no ve" 1980
Y decían que Ellis no tenía su corazoncito...
Puedo afirmar por el modo en que se mueve que lo sabe. Se ha enterado de alguna manera y ya no puedo permanecer en la sombra. Sé que lo sabe. Por el modo en que mira a su alrededor en los comedores, cuando pasa junto a la biblioteca. Todo lo que hace.
Y creo, sólo creo, que sabe que soy yo. He visto como me miraba disimuladamente la cara: Esos oscuros ojos suyos tan intensos escuadriñan allí dónde están y se clavan en mi. ¿Le da miedo levantarse y decirme cuanto lo siente?
Oigo "Tú serás mi baby" y hago bailes tristes y canto su nombre mientras oigo la música y me abrazo. Sé que le gusto. Lo sé. Y mañana en el baile todo será perfecto. La respuesta definitiva será...
Hoy un profesor nos preguntó en clase si una persona podía morir porque se le partiera el corazón. Hablaba en serio. Me imagino que el infierno es estar encerrada en un cuarto lejos de ti, pero donde te veo y te huelo. Cállate, cállate, me digo una y otra vez. Si fuera profe te diría "Para aprobar debes acostarte conmigo y amarme". Tengo que aprender a escribirle unas notas más cuidadas. Sigo aquí sentada pensando en él. Miedo a respirar. A veces creo que me voy a poner a gritar. Mary, me digo a mi misma, mañana es la noche. ¿Qué te parece? ¿Eh? ¿Tú que opinas? ¿Yo? ¿Quién te habrá visto desnudo?, pienso para mí. ¿Con quién te has acostado? ¿De quién te has enamorado? ¿Cuántos pitillos has fumado? ¿Dos, hoy? ¿De verdad?
Una canción triste para la pobre Mary. No le gusto a nadie, todos me odian. ¡Abrázame! ¡Túmbate aquí conmigo!
Ahora estoy en clase y quedan cuarenta minutos. Creo que voy a vomitar.Tengo que verte, estoy frustrada. Me digo: ten calma, porque me apetece gritar y me apetece acercarme a ti y besarte en la boca y apretarte contra mi y decir "te amo, te amo, te amo" mientras nos desnudamos, mientras empieza el sexo. Voy a matar a esas chicas espantosas que te rodean en el Pub. Oigo una canción de Bread y de pronto apareces. Alguien se me acercó y dijo: "Mal karma, mal karma" y pensé en ti.
Podría marcharme, ir a algún sitio, supongo. Tomarme unas vacaciones ¿dónde?...¿Concentración en qué? ¿En la Pen Station? ¿Masturbación?. Vi a aquella pareja por ahí. Parecían muy desgraciados y me apeteció tocarles. Me apeteció tocarles. ¿Te gustan esas chicas tímidas, ingenuas, aburridas y calculadoras? Un póster que vi el otro día en un cuarto delante del que pasaba: Cuando dos serpientes de cascabel luchan, lo hacen de acuerdo con unas reglas estrictas. Ninguna usa los dientes venenosos, el objetivo consiste únicamente en obligar a la otra a que tenga la cabeza pegada al suelo durante unos cuantos segundos, así se establece cuál es la que manda. Luego suelta a la presa y la que ha perdido se aleja.
¿Quié puede despertar al mundo con una sonrisa? ¿Quién es capaz de coger un día sin importancia y de repente convertirlo en un día que merezca la pena?
(Bret Easton Ellis. Las leyes de la atracción)
Friday, June 15, 2007
Takeshis 500 por cien Kitano
Por fin se estrena la obra maestra de Kitano: Onírica, irreal, cínica, un cúmulo de sueños en estado de demolición cosidos con la materia del fracaso y del miedo a ser aquello que jamás pretendimos ser. Lynch, Fellini...No. No hay más referentes que el propio universo kitaniano.
Más allá de una propuesta estética, un viaje enigmático a un universo de posibles caminos paralelos: Qué hubiese sido de mi vida si en lugar de ser yo, fuera otro, si en lugar de tomar un camino hubiese tomado otro...
Rocambolesco puzzle cósmico, con piezas perdidas, no hay respuesta sino tan solo cuestiones. Humor y filosofía, ternura, sabiduría, autoparodia...Kitano esta determinado a cometer suicidios artísticos cada vez más flagrantes, y a salir indemne...Asegura que es una película inspirada por la matemática fractal...
Y quizás sea eso, una ecuación imposible, ridícula, inabarcable, fallida y enteramente personal que solo plantea incógnitas, pero que en su propia materia de celuloide improbable se muestra impresionante.
Como Welles, incluso cuando se le va la cabeza y comete el error de filmar para si mismo, Kitano consigue trasmitir y mucho, más allá de la lógica del absurdo.
Se trata de ser los vouyeres de un sueño, y de aceptar las reglas de lo onírico.
Superado ese obstáculo el resto cae por su propio peso...
Más exagerado, más al límite, jugando a soñarse dentro de un sueño, a ser ficción dentro de ficción, a rodar una película en la misma película.
Celuloide de perdedores tristes, y de ganadores que han dejado de ser ellos mismos. Un fresco costumbrista y un delirio abstracto, una expedición al fondo de una dualidad mal llevada: El Takeshi director contra el Takeshi clown, el pasado, el presente, y la duda:
¿Hemos madurado o solo nos damos por vencidos con el tiempo?
Monday, June 11, 2007
Near Darkness
"La oscuridad que nos rodea no puede herirnos, es la oscuridad dentro de nuestro corazón a la que debemos temer" (Silvetris)
Pd. David Slade ya está afilando colmillos. Veremos si hace honor al comic...
Saturday, June 09, 2007
Escritos Impúdicos: Prefacio
Dijo mi padre:
No le acomodaba-repitiendo las palabras de mi tío- dejar a un hombre llegar tan cerca de su XXXX-¡Por Dios querido Toby!. ¡Acabarías con la paciencia de Job y ya creo que estoy padeciendo sus mismos sufrimientos!-¿Por qué? ¿Cómo? ¿En qué? ¿Con que motivo? ¿En virtud de qué?, replicaba mi tío con la mayor perplejidad.-!Pensar, decía mi padre, que un hombre de tu edad, hermano, sepa tan poco acerca de las mujeres!
No, no sé nada de ellas, decía mi tío, y creo, continuó, que la impresión que sufrí el año después de la demolición de Dunkerke, con motivo de mi escarceo con la viuda Wadman, impresión que no hubiera tenido lugar-como sabes-de no haber sido por mi total ignorancia sobre el sexo, me autoriza a decir que ni sé ni quiero saber nada de ellas.
-Piensa, hermano, dijo mi padre, que al menos deberías saber diferenciar en una mujer su lado bueno del malo.
(Tristram Shandy, Laurence Sterne)
"Ni siquiera recuerdo bien su figura: ni puedo recordar bien su brazo del que retorcía la piel con mis dos dedos; ni su boca que la mía atrapó como una pequeña ola desesperada, murmurando sin cesar alguna cosa."
(Rimbaud)
Prefacio, palabra que muy bien podría derivarse de "felacio", aunque no sea el caso.
Es la pleitesía rendida por el autor al lector, en muchas ocasiones poco más que adulación descarada.
No es este el caso, mi bienamado e ilustrado apóstol de la lectura.
Jamás se me hubiera ocurrido lisonjear a tan excelente, sabia, recta e inteligente audiencia como la que espera ansiosa mis sucias palabras. No me corresponde a mi glosar su buen gusto sino mis excesos.
Sucias palabras, por impúdicas, e impúdicas por sexuales.
Preguntado al efecto sobre si es el sexo algo sucio un famóso cómico (cuyo nombre omito aunque de sobra le conocen) dijo que "solo si se hace bien".
Vivimos en la misma selva roussioniana de siempre, bajo cambiantes máscaras y suntuosos ropajes. Pero debajo de ellos seguimos sintiéndonos desnudos.
El sexo impregna nuestras vidas y pensamientos, pero no le dedicamos estudios o palabras más allá del hecho físico (sexólogos) y aséptica y contradictoria autopsia de nuestros instintos (psicólogos) y el cine concebido como mecanismo masturbatorio, más allá de todo arte o reflexión (pornógrafos).
¿Qué ocurre con el sexo, que lo callamos, y lo dejamos soterrado para juegos en la distancia, insinuaciones, gruesas palabras, chistes verdes, malas películas y libros de texto?
Es algo menos personal que la muerte, pero nos avergüenza más la lujuria que la avaricia o el egoismo.
¿Y por qué el arte ha de luchar entre el retrato zafio y poco inteligente, o tornarse blando y falso? ¿En eso consiste la sublimación? ¿Es la palabra "polla" menos literaria que la palabra "pene"? ¿O estamos mordiéndonos la lengua para evitar el reproche de la mojigatería generalizada?
Kubrik quiso rodar porno y le salió Eyes Wide Shut, que no es poca cosa en cuanto a reflexión sobre el sexo como acto social, pero que de película guarra, dura y explícita tiene poco, no se acerca a la etiqueta de porno de calidad, porque el sexo se oculta e intuye, bajo las máscaras, telas, parafernalias y melodramas germanos que lo impregnan todo.
¿Por qué tanta justificación si lo que pretendo es hablar con naturalidad de sudores, jadeos, miembros, actos, sacudidas, balanceos, acoplamientos, empujones, acometidas, fuertes abrazos, húmedos lametones, feroces mordiscos, maníacas masturbaciones, oraciones de sátiro, tocamientos, eyaculaciones, estimulaciones orales, pezones, zonas erógenas, perversiones, gritos ahogados y demás actos físicos que no son más de lo que son, pero que nos apresuramos en acallar como algo vergonzoso?
Ah, y también hablar de...coños. Bueno, ya está dicho. La palabra. Como si una palabra estuviera unida a un ominoso significante o referente que la anulara. ¿Suena mal? ¿Vagina hiere menos sensibilidades?
Coño.
Ya esta dicho otra vez. De eso trata todo este montón de mierda que estoy escribiendo, y, entiendanme, tengo que hablar de ello sin eufemismos. Nada de monte de venus por aquí, genitales femeninos por allá.
Ahí nos tienes, señor, cada uno soñando en su cubículo con cuerpos perfectos estremeciéndose al tacto lascivo de unas yemas, o al susurro ávido de unos labios.
Mentes llenas de actos físicos imaginados, inconfesables, perpetrados en nuestros sueños en la carne irreal de lo que nos han enseñado que es bello.
Inconfesables castillos en el aire hechos de sudores fríos e imágenes tórridas.
Oh, look at all the lonely people, Where they come from?
Pensé en narrar todas las peripecias, pensamientos y pecados como algo póstumo, ocurrido a un amigo de un amigo.
Debía encontrar sus papeles tras su muerte por combustión espontánea, debida a la excitación producida de modo deliberado y calculado por cierta mujer que solo buscaba alentar falsas esperanzas de copulación, para después defraudar las expectativas creadas y dejar a mi amigo sumido en la frustración.
Melodrama, mala literatura, exceso narrativo, que se unen a este monólogo discursivo que no es más que una lista pobre de enumeraciones y lamentaciones, fustigaciones y confesiones.
Tal amigo, claro, no existe, o soy yo mismo, y no mentiré si digo que todo pecado aquí narrado, tal vez me cierre las puertas del hipotético cielo prometido en mil y un intentos salvíficos, pero como experiencia forma parte de aquello que me hace ser la persona que soy.
No podría avergonzarme de mis impúdicos actos ni ante un sacerdote ni ante toda la corte divina de santidades, puesto que la fe del primero es algo intangible frente a los momentos narrados que existieron , placenteros (y algunos lo fueron en grado sumo: Minutos como horas, que cabalgan la eternidad, mientras el cuerpo se vacía en la "petite morte") o momentos terribles, forman parte de mi ser. El camino del exceso es el de la sabiduría.
Es más impúdico matar, y sus efectos tienden a ser mucho más definitivos, al menos para la parte interesada.
El sexo nos rodea, es un acto social que trasciende el mero apareamiento de especimenes, aunque subsiste una cierta motivación subconsciente en los casos de la mal llamada relación monógama, como ya veremos más adelante.
Una muestra es, que pese a que el buen gusto dicta silenciarme, el sexo flota en el ambiente ahora mismo, mientras escribo estas líneas tumbado en el césped del parque: No puedo sustraerme a mis instintos más voraces (tal vez en parte por culpa de dos muchachas que fuman porros en el mismo césped, apenas a unos veinte metros, y vestidas únicamente con un bikini, pasándose el humo dopante la una a la otra con vigor, boca a boca, labio a labio, lengua a lengua, mientras al sol, se acarician sus firmes y algo pálidos pechos).
¿Por dónde iba? Creo que perdí el hilo.
El hecho es que decidí narrar toda mi experiencia sexual tras una discusión etílica con un amigo, mi colega Pristinus, acerca de la conveniencia o no de que el diámetro de las circunferencias mamarias femeninas fuera todo lo enorme posible, por métodos naturales o quirúrgicos.
Yo defendía la tesis de que no era cuestión de vital importancia, y él la contraria.
Pristinus:-Yo creo que ante la duda, más carne, más cantidad, qué mejor que unas tetas descomunales, como globos terráqueos.
Narrador:-Hay mujeres atractivas que no entran en ese estereotipo.
-Ya, pero ¿Y si tiene menos pecho que tú mismo?
-Tal vez exista un mínimo...y a partir de ahí a gustos...
-Lo definitivo es que te la ponga...
-Mejor dejémoslo...
-No, me interesa tu opinión. Mejor hacer una prueba empírica.
-¿Como cuál?
Y así esa noche llamamos a dos meretrices profesionales y armados con cintas métricas, calculadoras, preservativos, y demás instrumentos científicos decidimos sacrificarnos por la ciencia.
Pero no resultó concluyente, pues la muestra estadística era apetecible, pero pequeña en número y poco significativa, y nos conjuramos a no cejar en el empeño hasta dar con el tamaño ideal.
Y sin embargo habían parámetros que habíamos descuidado (firmeza, turgencia, forma, regularidad, suavidad, igualdad)
Esta promesa llegó a costarle a Pristinus horas de dedicación y finalmente incluso la vida.
Así me propuse recordar todo lo que sé (y lo que no sé) acerca de anatomía y psicopatología del sexo.
El tono es jocoso en ocasiones, irónico, desencantado, pero tal vez en esa desengañada ironía haya más verdad que en mil novelas románticas.
Y si a veces por contra el tono es pomposo y grave, será porque me gusta tratar los temas ligeros de modo grave y los graves de modo ligero. ¿Pero es el sexo un tema ligero? Tal vez no. Aristóteles poco dijo de esto. Pero no en vano sexo y muerte van tan a menudo de la mano en literatura.
Sin mucho más preámbulo me lanzo a la narración de mis pecados, impudicias, escándalos, atrocidades e inmoralidades.
Nunca aquel joven casto, convencido de su propia pureza y determinado a no dejarse influenciar por el sexo contrario (aunque en aquel tiempo usaba la palabra "contaminar". Mucho cambiaron las cosas.) pudo pensar mientras caminaba entre la multitud de la Plaza Redonda de Valencia con objeto de ir al tenderete ambulante del rastro a cambiar cromos con un conocido tahur con alma de mercader de Venecia, que el mero roce de un pantalón iba a hacerle cambiar de parecer.
Es una cuestión física, que escapa a la voluntad y a la decencia.
Mero roce capaz de levantar imperios de rigidez imperecedera, y tornar materia de blandos músculos, por arte de magia, en estaca más dura que un madero (y cuando era niño teníamos en casa chimenea, así que cortábamos leña al albor del invierno. No exagero pues hay maderos afectador por la humedad mucho menos firmes).
Pobre joven presa de la estupefacción y la vergüenza, que camina entre sus semejantes como un trípode viviente.
¡Corre a esconderte, hasta que se desvanezca el hechizo!
Allí comenzaron mis cuitas, estimados compañeros, y aquel fue día que merece recordarse, domingo de resurreción (y erección), minutos después atravesando la procesión en la cercana Plaza de La Virgen, y yo con el pene más tieso y recto que el de un ahorcado, frente a la sagrada imagen.
Esa fue la primera, más no la última vez, que fuí traicionado por la mecánica de la naturaleza.
Esta es una crónica que comienza con torpeza infantil, grotesca, patética y berlanguiana, y acaba...
No diré cómo. Tal vez con una falsa sonrisa triste.
No es mal final para una ópera bufa que se torna en oscuro tríptico de obsesión y depravación, una conversión en ese Casanova de Fellini agotado, entregado al vacío del ardor amante, como guerrero que solo sabe luchar.
Sable sin vaina.
Vida, sexo, amor, muerte, todo se entremezcla en el mismo torbellino, en una arlequinada con absurdo guión de Russ Meyer en que generosos y grotescamente enormes pechos son el lecho en que lágrimas son ahogadas, páginas escritas con la tintas del sudor, y pecados consumados con lascivia.
Y si solo queda eso, una escena final fría y anticlimática, en que ante el absurdo, Nikole Kidman se mira en el reflejo de la cámara y dice:
-Follemos.
Entoces, perfecto.
De eso tratan estas letras. Si me retratan como sátiro inmoral, es porque lo soy.
Incluso un monstruo es una persona, tiene alma, y su rostro de creación prometeica no tiene por qué no ser más que una máscara.
Abajo las máscaras. Vean lo que hay y lo que hubo, mi trayectoria desde una mística misoginia adolescente a una erotomanía triste, cínica y descreída. Tempus fugit.
Arriba el telón:
Friday, June 08, 2007
Salven a Terry Gilliam
Ya es la segunda vez que hago llamamiento en favor de Gilliam, pidiendo movilización para su última peli.
Lo hice con los Grimm y lo hago con Tideland. Y preocupa que haya que salir así a agitar banderas y pancartas de gilliamismo, a defender a los directores de talento, cuya obra debería defenderse sola. La promo en la puta calle que tuvo que hacerse Gilliam en EEUU y de la que da noticia otro seguidor convencido como es Noel es una vergüenza.
La pelicula es valiente, no es la obra total gilliamesca, pero no esta el horno para bollos tras la debacle de La Mancha. Ya es bastante ser imaginativo, cruel, tierno, valiente y rompedor. Y eso que aún no se si la peli me gusta (La vi de estrangis), pero no me deja indiferente, la veré en cines, y creo que eso es mucho, y más con carteleras de veranito.
Gilliam:
"Si existiera el Dios de los Antiguos Testamentos debería hacer su trabajo y barrer el lugar (Hollywood) del mapa. El único problema es que nos perderíamos algunos buenos restaurantes".
"Mi reputación no tiene nada que ver conmigo."
"No creo que Jeliza-Rose obtenga lo que quiere; amaría a Dickens y al bebé, pero no va a obtener eso. Probablemente conseguirá algo que sea muy seguro, y la vida se volverá normal para ella, pero nunca tendrá nada tan intenso, tan maravilloso o tan mágico como este breve periodo, como estos días que experimenta."
Pd. Miento, la película si me gustó. Es excesiva, pero ahí reside su encanto.
Wednesday, June 06, 2007
El futuro no es lo que era...
Las utopías no emanan ya, en efecto, del interior de las personas, sino de fuera de ellas. Este tipo de utopías -si se quiere mantener el nombre- conduce, por lo demás, a una nueva situación social, en que las utopías colectivas se ven reemplazadas por utopías individuales. Y la utopía individual tiene otro nombre menos bello pero también muy eficaz: el éxito. Es necesario preguntarse si la cuestión de las utopías no es simplemente más que el seudónimo actual de esa búsqueda radical, radicalizada, de nuestro tiempo: la caza del éxito. Eso plantea, por lo demás, la cuestión crucial de saber que deviene la utopía de la sociedad solidaria en una sociedad que, precisamente, se quiere, ahora mismo, regida por esa tendencia a la des-solidarización. Porque todo ocurre como si la sociedad estuviese cambiando de estado de agregación. Como el agua que, bajo el efecto del calor, pasa de hielo a estado líquido y después a vapor, algo comparable se produce actualmente en la sociedad: pasando al estado de evaporación, sus partículas elementales se liberan. Me parece que se trata de una tendencia innegable del tiempo presente: los lazos y los valores se redefinen hoy en una tendencia a la inestabilidad creciente…
Me parece que lo que dice se ejemplifica bastante bien, en Francia, en la nueva ruptura que aparece entre quienes han hecho la elección de la mundialización neoliberal y tienen éxito en ello, y los otros, los que no llegan a hacerse con la nueva idea central de la modernidad.
(Peter Sloterdijk)
Sunday, June 03, 2007
The Black Donnellys
Paul Haggis, más allá de su sobrevalorada carrera en el cine, es el creador y valedor de una serie que desde ya figura en mi podio de lo mejor que he visionado últimamente.
Con un punto de partida un tanto efectista, narrada por un amigo de los hermanos Donnelly ( Joey Ice Cream) que canta de lo lindo en la cárcel, fanfarroneando sobre su amistad con los irlandeses (a quienes admira, pero parece que no es muy correspondido), la historia comienza con estética y ritmo deudores del primer Guy Ritchie. Sin embargo pronto la cosa se vuelve más oscura, y las aventuras y recuerdos de la familia Donnelly cobran un tono elegíaco y grave, muy del Scorsese de Malas Calles (de dónde se toman los roles del hermano responsable, equivalente a Harvey Keitel, y el alocado adicto, equivalente a De Niro).
Los hechos se precipitan de forma fatídica, y la vida de Tommy Donnelly se mancha de sangre: Se ve arrastrado por los negocios y deudas de sus hermanos a una trama de violencia, asesinatos, venganzas secretas, dobles juegos...
Tommy (Un Jonathan Tucker tremendo) se deja llevar por el lado tenebroso, y descubrimos en el estudiante de arte a alguien con la cabeza muy muy fría, que defiende a sus descarriados y atontados hermanos sin reparar costes: No importa dejar un reguero de sangre de las principales familias italianas e irlandesas que se disputan el barrio, tras romperse un pacto de convivencia y beneficios mutuos.
Los Donnellys, en la visión de su amigo enjaulado, idealizante y dudosa, se mueven como fríos tiburones en un mar muy peligroso. Tommy debe sacrificar su amor de siempre (ella, Jenny, interpretada por la enigmática Olivia Wilde, sospecha incluso menos crímenes de los que se ve obligado a cometer) y choca con su hermano más pendenciero (Jimmy) con quién tiene una deuda vital imposible de saldar.
El ambiente deja de ser un noir trepidante para volverse en un crudo relato sociológico de los barrios dominados por Familias, Sindicatos y Consorcios, y la vida deja muy pronto de ser aquello que prometía ser.
La mirada fría y calculadora de Tommy Donnelly es la mirada que nos depara el futuro a nosotros, endurecerse con los días, las ilusiones enmarañadas, las pasiones muertas, y los crímenes que manchan sus manos son semejantes (aunque hiperbólicos en su propia gravedad) a nuestros pequeños pecados.
Y al fin, The Black Donnellys se torna una suerte de "Crimen y Castigo" en que todos engañan a todos, y el clan prima sobre el individuo.
Lástima que la hayan cancelado. Actores fantásticos, tramas hipnóticas, diálogos brillantes, silencios aún más brillantes, no bastan...
Deberemos contentarnos con los 13 capitulos que, me parece, ganan poco a poco en profundidad, en su relato del mal, de sus raíces, y del hombre que vende su alma para salvar a los suyos.
(Reitero petición. Solo tengo subtitulos del 1 al 6).
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