"Mujer tendida de espaldas, como flotando sobre las suaves sábanas tan blancas: Yo te contemplaba hundido en mi sillón. En mi boca seca, tan ávida de ti, tus besos sabían a limosna.
Mujer tendida de espaldas, con la mirada adormiscada y la respiración de una brisa suave, yo sabía que no me amaste, y bebí intentando llenarme de un sueño dulce y tranquilo, creándo un océano de sabor destilado, para cuando tuviera que malgastar mis lágrimas contigo.
Mujer ahora boca abajo, como gacela que bebe del lecho del río, contemplo tus formas con miradas fugaces, porque mirarte duele más que mirar el sol.
De todas las estrellas, la que tengo más cerca resulta ser la más inaccesible."
Pd.Esto lo escribí hace apenas unos años. El dolor de no ser correspondido no es nada. El dolor de pensar que somos breves brasas de un fuego que se apaga, el dolor de pensar que aquel cuerpo que yacía contigo un día dejará de funcionar y que tu apenas recordarás acaso más que un día de lluvia mirando sus ojos y soñando con ellos, reuniendo valor para hablarle, el dolor de no recordar el rostro que, hace tiempo, tenías grabado a fuego, el dolor de acostumbrarse a estar solo, a preferir estar solo, el dolor de no creer en nada...
Me gustaría recuperar una parte de la persona que fuí. No precisamente la más inteligente. Probablemente la más estúpida.
5 comments:
Sí, recuperar esa estupidez sería tan glorioso como estúpido a la vez.
La sabiduría no aporta la felicidad, precisamente la aporta cierta despreocupada estupidez. Pienso que soy bastante estúpido, pero no lo suficiente.
Por otra parte como decía Pessoa, llevo encima todas las heridas de las batallas que evité.
Quizás, en ocasiones, experiencia, prudencia, inteligencia, solo sean nombres que le damos a nuestra cobardía.
También decía Pessoa que se iba quedando sin pasamanos es este hacer humo que es la vida... Trate de recuperarlos, la estupidez ya viene sola, se lo aseguro ;)
Yo leo ahora cosas de hace años y no me reconozco en absoluto. Sobre todo cosas de amor dirigidas a otras personas. Si bien hay muchos momentos de nostalgia, la cabeza me pone en mi sitio y el corazón no perdona los malos momentos. Sólo espero tener fuerzas para no volver a repetir las mismas tonterías (o por lo menos que sean tonterías distintas).
excelente. su post y su comentario, mycroft...
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