Micronesia en el Cerebelo

Rock, cine, comics, ciencia ficción, cervezologia y sueños rotos.

Friday, January 30, 2009

Skins Parte 3


Los Smiths tienen una canción titulada That joke isn't funny anymore.

Mis sensaciones ante Skins, s03e01, vienen a apuntar en ese sentido. Y no porque discuta la decisión de dar carpetazo a una generación de actores/personajes, sino en las dudas de los reemplazos en concreto.

Estaba claro que ibamos a echar de menos a Tony, Sid (simpático guiño que se le hace), Chris, Cassie y los demás.

Skins en sus temporadas 1 y 2, se convirtió en una serie juvenil inteligente, concisa, y emocional. Y a ello contribuía la profundidad y el matiz de unos personajes no reducidos a estereotipos, vivos y evolucionando.

Temo que el primer capitulo de presentación de la nueva hornada, apunta más hacia roles arquetípicos que hacia retratos complejos, y las tramas se quedan en la superficie del chiste, y no en el tembloroso dolor juvenil que subyacía en él.

No creo que mantener a los viejos actores hubiera salvado a la serie, porque mantenerlos significaba aprisionarlos, dejarlos encallados, involucionados, en un bucle infinito, hasta convertirlos en "viejos" interpretando eternamente a jóvenes, que repiten errores, conductas y conflictos sin que nada cambie ni avance: ejem, Dawson creek, 90210, Compañeros, Alsa, y toda la caterva de lo peor del género han caído en el error del bucle: El conflicto mueve la historia, luego hagámoslo perpetuo, de modo que deja de ser conflicto, y acaba siendo rutina. Veáse como ejemplo el conflicto sentimental que pierde toda su fuerza al convertirse en una mera sucesión de emparejamientos aleatorios hasta agotar todas las combinaciones posibles.

Puede ser pronto para hablar, pero lo visto no promete. El frío mutismo "cool" de Effy, el personaje llamado a heredar de su hermano Tony el rol de motor de la historia, carece de lo necesario para serlo. Sin la ironía amarga de Tony, simplemente con su fría manía de control y manipulación, sin el matiz desquiciado de estar perdiendo el control, y sobre todo, sin heredar el peso de la tradición de los "angry young men", Effy es una silenciosa esfinge sin secreto, carente de carisma.

El hecho de que todos sean nuevos alumnos tampoco ayuda. En la anterior serie, existían vínculos anteriores, elipsis de años compartidos, relaciones especiales, miradas mutuas. Todo eso se pierde, un fabuloso background.

En ese sentido, el personaje que sorprendentemente sobresale, es el de la estúpida Pandora, la única con Effy que repite. Porque es odioso, pero ya sabemos algo de ella, y existe un pequeño halo de curiosidad ¿Qué va a ocurrir con ella? ¿Por qué la han rescatado de su rol secundario? ¿Que tramas le depara su inocente y atontada mirada?

El personaje que denomino "el hooligan" en concreto parece el reverso tenebroso del antaño querido Chris. Es más brutal, más primario, carece de momento de la vulnerabilidad, la bonhomía, la gracia despreocupada del querido Chris. Dudo que a este personaje llegamos a quererle, es deliberadamente un capullo, se esfuerza en serlo.

Los personajes caricaturescos (el hooligan, el nerd, un personaje que o cambia mucho o voy a odiar también, el antihéroe, la chica popular, la hermana descontenta, la "alternativa"...) todavía no alcanzan a desplegar matiz alguno. Son cartón piedra, y eso es lo más doloroso en una serie cuyo espíritu era el contrario. Finalmente acaba como un frío retrato de un primer día de colegio, con chistes gruesos, héroes de highschool (algún apunte interesante del chico del monopatín), y jugando a escandalizar porque sí, sin la fluida naturalidad de la serie en el pasado, en que la droga, el sexo y la muerte eran solo aspectos de la vida, y no la vida misma, o el centro de una trama sin (todavía) ningún interés.

Esperemos que mejore. TIENE que hacerlo. Es fácil. Los guionistas solo tienen que recordar cómo solían escribir.

3 comments:

lutxo said...

Recuerdo haber visto el primer episodio de Skins y haberme sentido totalmente indiferente. Pensé que se trataba de otra típica serie adolescente enfocada en una generación con la que yo no tenía nada que ver.

La retomé animado por tus comentarios y, la verdad, es una serie sobresaliente. Con todos los pros que ya apuntaste: buenos actores que representan a personas de su franja de edad, temporadas cortas y el acierto de terminarla cuando las líneas argumentales habían llegado a su fin.

Además de sus brutales líneas argumentales, fina ironía, sentido del humor y banda sonora.

Va a ser tremendamente difícil igualar el carisma de la primera generación de actores. No he visto nada de esta nueva temporada (salvo las fotos del reparto). Pero habrá que concederles el beneficio de la duda.

Por cierto, tener pensamientos maliciosos con Effy es ilegal todavía, no?

un saludo!

Mycroft said...

No, si es solo la presentacion, y eso siempre es farragoso, falta que monten los arcos argumentales. Ademas, a mi mejor amigo si que le ha gustado...Pero bueno, habrá que darle tiempo a ver.

Anonymous said...

Ligera decepción, la verdad, pero quiero creen que han jugado con la estereotipación de los personajes a propósito. Hay que tener en cuenta que la serie comenzó con una relación bien cimentada entre los personajes y eran, presumiblemente, algo más maduros. Estos llegan por primera vez al instituto y tienen que enseñar sus cartas, posicionarse y demostrar algo ante los demás a toda costa. Igual todo esto son mis ganas de que la cosa empiece a pintar mejor, pero le voy a conceder el beneficio de la duda.