Banda sonora

Las calles recorridas perezosamente. Deberías estar haciendo tantas cosas que solo olvidas, mientras la música apenas susurrada gira en volutas alrededor tuyo, y tu sombra ha huído, y recuerdas aquella canción del hombre sin sombra, y las supernovas de champán...
Vivías de igual modo en el vacío, y, oh sorpresa, diez años después sigues sin saber quien eres. Tu nombre es un orificio de bala en el lenguaje, que solo sirve para denominar aquello que no está. Y te hundes en tu propio oasis de ruido y confusión, fumando algo de hierba que le suplicaste a un amigo que te consiguiera, aunque no la puedes pagar, mientras en la densa y ligera mañana (la contradicción es posible, piensas) observas a los ancianos en las panaderías. Tú, simplemente estabas esperando una mañana gloriosa que no llegó nunca, y sigues esperando, me temo. Pero no tiene sentido mirar atrás, con o sin ira. Solo puedes estar aquí y ahora, aunque te desvanezcas en una existencia que es solo simulacro.
Esta perra vida solo son cigarrillos y alcohol, pero es bueno sentirse libre. Te desperezas, ligeramente drogado, preguntandote cuándo empezó a ir todo mal. Los sueños que tenemos de niños, piensas, cuando creces se desvanecen...