Micronesia en el Cerebelo

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Wednesday, January 16, 2008

Al césar lo que es del césar...Y a Dios...


A nadie escapa que la actitud de cierto sector eclesial español tiene hoy más que ver con la institución censora que le negaba el pan y la sal a Galileo, que con la del concilio y el diálogo ecuménico, y otros avances.
Al fin y al cabo, legítimo es que sean un actor en la discusión del modelo de sociedad, pero el acto de Madrid no es un diálogo sobre modelos sociológicos sino una demostración de fuerza y movilización política.
Y si la Iglesia entra en política desde el púlpito, sobornando a los votantes con las promesa ultraterrenas y cambiando el perdón de los pecados con el voto, si el cambalache de conciencias blanqueadas es tal, se arriesgan a que se les conteste con política.
Alguien debería decirle a García Gascó que ya no gobierna Fernando VII. Alguien debería decirle que el laicismo que amenaza la democracia, fue, en la Francia revolucionaria, la fuente de esa democracia. Y la garantía para la libertad de culto.
Que las prebendas del concordato son, ni más ni menos, indecetes. Indecentes entre otras cuestiones por cuanto que, la libertad religiosa de unos es subvencionada con el dinero de otros, durante muchos años. Y hoy en día, no me parece que se pueda financiar a los hare krishna del mismo modo.
No contentos con descuidar su propio rebaño, ahora ellos deciden decirles lo que pueden o no pueden hacer a los que no pertenecen a ese rebaño, discutiendo normas que autorizan (no obligan, ni prohiben).
Lo único que pone a prueba ese laicismo radical no es su conciencia, señor García Gascó, sino su tolerancia y su capacidad para abstraerse de aquello que, perdone, no le incumbe:
El matrimonio civil. "Civil" señor purpurado, no es un adjetivo baladí.
En cuanto a la educación, resulta muy cómodo para todos los colegios religiosos concertados (constituyen un porcentaje escandalosamente alto de éstos) seguir poniendo la mano, pero echando pestes de una educación por la ciudadanía que no viene más que a heredar, de modo un tanto infeliz, el espacio de la ética como asignatura que forme la personalidad.
Un alumno no solo es un contenedor de conocimientos: Un sabio que es una alimaña no es ni sabio ni una persona de provecho.
Más allá de una discusión acerca de la sociedad deseable usted pretende que toda aquella norma que no encaja en su ideario debe ser eliminada. Y eso usted lo llama la democracia contra la cual el laicismo radicalizado amenaza. Un laicismo cuya única afrenta es no dejarse someter a sus presiones ilegítimas.
Y sin embargo se mueve.

1 comment:

Bowie said...

dijo Blanco el otro día: "La Iglesia española sueña con convertir el delito en pecado"

que estos señores digan que igualar en derechos a una pareja homosexual con respecto a una hetero, es atacar a la democracia, es de juzgado de guardia

que digan que ampliar su estrechísimo concepto de lo que debe ser una familia, es atacarla, es un atropello