-¿Sabe Scott que vienes aquí?
Ambos concentrados en la chaqueta del pijama, primero un brazo y luego el otro. Un acceso de tos de Bill les hizo detenerse unos instantes.
-¿Acaso hay algo en esta casa que Scott no sepa?
-Eso pensé-dijo él.
-Se ha hecho amigo hasta de los ratones. Sabe qué ventana recibe la mejor iluminación nocturna en cualquier noche del calendario lunar.
Cambió de posición para desplazar las sábanas y deshacer el nudo de los pantalones.
-Y no le importa-dijo Bill.
-No sé qué remedio le queda. Quiero decir, que aún no nos ha pegado un tiro.
-No, no lo ha hecho.
-Y nunca lo haría.
-No, no lo haría, ¿verdad?
-En fin, en fin, en fin. ¿Acaso no me trajo aquí para ti?
Bill no lograba hallar motivo de optimismo en aquel argumento. Quería creer que Karen se había topado con aquellas palabras en la punta de la lengua, más o menos como venía a suceder con todo lo que decía. Pero quizá pensaba que era cierto, y acaso lo era, y no dejaba de resultar interesante para Bill imaginar que desde el principio, estaba traicionando a Scott según designios previamente establecidos por éste.
(Mao II, Don DeLillo)
4 comments:
DeLillo es una asignatura pendiente desde hace mucho tiempo. No pasa de este miércoles que rapte algo de él.
Yo también lo tenía pendiente. DeLillo escribe MUY bien. En algunos sentidos, mejor que un Wolfe o un auster. Otra cosa es que la trama de Mao II empiece brillante, y acabe dando tumbos, y uno preguntándose: "¿a dónde quiere ir a parar este hombre?"...
Creo recordar que vi tres o cuatro libros suyos. ¿Alguna sugerencia, Mycroft? Apuntaré títulos por si están.
Solo he leido Mao II, aunque he oido cosas buenas de cosmopolis...
Ahora estoy con las Particulas Elementales de Houellebecq, que me está encantando...
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