Micronesia en el Cerebelo

Rock, cine, comics, ciencia ficción, cervezologia y sueños rotos.

Wednesday, May 20, 2009

La semana de Jarvis: ¿Quién es Darren Spooner?




La semana de Jarvis probablemente se prorrogue a la quincena de Jarvis, porque el ritmo de publicación planificado (un post al día) es sinceramente inalcanzable, y porque el finde me desvanezco en la lejanía.

"I just really wanted to do something where you could release something and people wouldn't know exactly who it was, and hopefully they would react to the record in a more kind of genuine way."

"And also, because I've attained a certain kind of celebrity status in the U.K., as soon as you do something people are kind of like, I know that person. I know what they're about. They have some idea about you. So with my new band, I just wanted people to have no idea about it, for it to stand a chance. If anybody liked it, they'd just like it for what it was. And if they found out who it was they'd be horrified or burn it or throw it in the bin. That was the concept, but that all got blown out of the water when we played a concert."


(Entrevista a Jarvis Cocker)

Ahora quiero llamar la atención hacia un síndrome conocido: El síndrome "Julian Cope". El síndrome Cope toma el nombre del líder de Teardrop Explodes, pero intuyo que es muy anterior: Habla del momento en que el líder de una banda entierra a ésta en una fosa profunda, y se lanza al mundo.

El síndrome Cope es cuando esa persona, básicamente, se vuelve un poco "excéntrica". Hay variedades, desde el el que se entierra a si mismo (ni siquiera a su grupo) en una secta destructiva o un religión fanática (Cat Stevens), el que se vuelve majareta poco a poco hasta caer en la heterodoxia más absoluta, como el propio Cope (con discos más y más erráticos, ruidistas, y aventuras psudofilosóficas relacionadas con los druidas), el que se va a Paris y se mata bebiendo (Morrison), el que pasa una fiebre de experimentación y rupturismo (¿Qué demonios era "unfinished music" de Lennon?) en fin toda una variedad de conductas erráticas, dentro y fuera de los surcos, que pueden durar poco o durar toda una vida (Jacko).

Claro que siempre es mejor que sufrir el síndrome "Phil Collins".

Creo que Jarvis era muy consciente de este síndrome, y tuvo la inteligencia de inventar un alter ego que lo sufriera por él, y así aparecer inmunizado. Siendo Darren Spooner, dió rienda suelta a sus ansias de cometer travesuras, de divertirse, de no acarrear con el peso de una marca, de un nombre, de una leyenda. Era Halloween, y Jarvis se ponía su máscara para hacer una de las cosas que mejor se le dan: convertirse en un provocador nato, y en un animal escénico.

Era el tiempo de dar rienda suelta a la imaginación. El primer paso, unirse a sangre joven proveniente de la escena indietrónica de Sheffield, el líder de los Fat Truckers, Jason Buckle, quién a su vez asumió su propio alter ego, Wayne Marsden, que conoció a Spooner, según ellos afirman, plantando flores como parte del trabajo comunitario impuesto en su condena por robo.

El universo de Relaxed Muscle, el grupo resultante, era un oscuro carnaval de violencia y sexo, en el que las reglas estaban abolidas, y las expectativas y clichés de lo que "se espera" de Jarvis, también. Los directos del grupo son descritos en unos términos sorprendentes que se acercan más a un tour de Marilyn Manson que a la imagen que tenemos de Jarvis, o a la música que facturó con los propios Muscle, una perversión electronizada de su vertiente glam.

Era el patio de recreo necesario para purgar los excesos, que acumulados y reprimidos, necesitaban una vía de escape. El divertimento perfecto antes de emprender una carrera más seria. Un divertimento que tiene sus raíces en la juventud de Jarvis, en los mil y un proyectos y alternativas que por un momento de duda barajó antes de decidir persistir en Pulp. Y en el gusto por escandalizar (recordemos el affaire michael Jackson, en el que Jarvis fue su propio personaje) compartido por Russell Senior en los 80.

Jarvis transfirió su histrionismo, sus ganas de epatar, de convertir su nueva libertad en una juerga, en una broma, una broma en la que reíse de si mismo y de sus nuevos ímpetus, a ese nuevo ser, Spooner, que como el retrato de Dorian Gray asumió todos los excesos en su rostro de calavera, dejando a Jarvis desahogado, y listo para nuevas aventuras.

Aventuras que no se resintieron de ese paréntesis, porque Jarvis es un creador prolífico, como lo demuestran sus colaboraciones (Lush, The All I seeing I, Air, Barry Adamson, Nancy Sinatra, Marianne Faithfull, The Weird sisters, The Gossip, Charlotte Gainsbourg, tributos a Rolf Harris, Gainsbourg y Leonard Cohen...)

El la actualidad, Darren Spooner parece haber sido jubilado, y parte del gamberrismo del alter ego, reasumido por Jarvis, como demuestra su último disco. Y lo mejor es que el riesgo del síndrome Julian Cope ha sido conjurado.



2 comments:

Paolo2000 said...

Que grande su reflexion sobre Spooner como vehiculo para la catarsis del sindrome de Julian Cope... Sigo tomando notas en los margenes sobre su recorrido Jarvis...

Mycroft said...

Un aspecto que me intriga es que el sindrome no parece operar cuando al sujeto lo expulsan del grupo. En esas ocasiones el sindrome lo sufre el grupo expulsante.
Pensemos en Lemmy fundando Motorhead tras salir de Hawkwind, en la coherencia de Slash y la deriva de los Guns n roses post expulsiones/deserciones, en la extrema flexibilidad de algunas formaciones heavy (Iron Maiden, Black Sabbath), en el florecimiento de Coxon mientras Albarn caía en el síndrome Cope a pesar de quedarse con la franquicia...
Incluso en la dignidad de un Butler en solitario que se fue de Suede por una tontería de nada.