Conversación Maldita

Pidieron una reunión con el director, almuerzo privado en el comedor de la Universal.
"En esa época yo me creía invencible, creía que las notas que pudieran venir de Shainberg y Diller no iban a tener ningún valor"
Friedkin les pidió a Smith y a Green que acudieran a la comida, insistiendo en que Green, que había estado trabajando en una casa, acudiera con el peto pintado de pintura. Les dijo: "Quiero que mostreis una total falta de respeto ante esa gente".
Friedkin asistió vestido de dependiente de gasolinera, con el mono de trabajo, y les dijo a sus amigos: "Esos tíos operan con el método de la intimidación. Ellos hablan y uno escucha, y lo que esperan es que asientas con la cabeza a todo lo que digan.
Recordad esto: Digan lo que digan, incluso si os gustan sus sugerencias, no asintais con la cabeza. No les mireis a la cara, mirad solo sus orejas. Y si ellos os dicen si puede hacerse tal y tal cosa, decid que si, que por supuesto, pero que habría que prepararlo, y llevar todo el equipo y volver a filmar."
Fueron a comer. Smith colocó una grabadora sony encima de la mesa como si fuera a grabar la conversación (el aparato no tenía cinta ni pilas).
El camarero se acercó:
-¿Alguien quiere beber algo?¿Té frío, coca cola...?
-Tráigame un vodka-dijo Friedkin
-¿Un vaso?
-No, una botella de smirnoff...
-¿Quiere un poco de hielo?
-No- Friedkin no bebía, y tomó el vodka directamente de la botella. Se puso rojo.
Habían rodado once meses, habían montado y proyectado la película. Era demasiado tarde para imponer cambios importantes, pero Diller y Shainberg tenían una lista de observaciones que hacer.
Entre otras cosas se quejaron que la película no aclaraba cuántos kilómetros habían viajado los camioneros con el cargamento de nitroglicerina, ni cuantos faltaban para llegar. A lo mejor sería una buena idea introducir planos del cuentakilómetros de vez en cuando.
Friedkin echó un trago de vodka y dijo:
-Si eso es lo que queréis, ningún problema, perfecto. Bud, tenemos que llamar a los actores, reunir otra vez todo el equipo. Y hay que preguntar si nos dan permiso para rodar en la República Dominicana. No debería llevar más de un mes.
-Eh, espera un momento, espera un momento-dijo Diller- ¿Para qué necesitas a los actores y por qué volver a la República dominicana? Solo necesitamos una toma de...
-Yo no filmo añadidos.
Hacia el final de la comida, Sheinberg le enseñó orgulloso un anuncio que había preparado el estudio. Friedkin solo se inclinó hacia delante y cayó redondo.
Sheinberg le miró y preguntó:
-¿Qué le pasa?
Smith respondió:
-Ese anuncio lo ha dejado fuera de combate.
Friedkin recuerda: "Pensaron que estaba como una regadera y simplemente se fueron".
(Peter Biskind: Moteros Tranquilos, Toros Salvajes)