Micronesia en el Cerebelo

Rock, cine, comics, ciencia ficción, cervezologia y sueños rotos.

Saturday, September 11, 2010

Rubicon


Otros años en esta ineludible efeméride he recordado otras efemérides que se ven oscurecidas (Chile, Brel) por el peso de la Historia reciente (Esa que Fukuyama daba por terminada, esa que Huntington transforma de nuevo en un sencillo juego de buenos y malos).

Hoy viene a cuento hablar de ficciones. Rubicon es una serie de espias de ritmo lento, misterios profundos, y miradas largas de desconcierto de sus protagonistas. Es una de esas series (Dexter, True Blood) que sin variar sus líneas maestras funcionan de modo doble: Por sí mismas son excitantes, pero también pueden contemplarse como su propia parodia, desde un punto de vista irónico. Depende del humor que tenga uno en un momento concreto.

El protagonista es un hombre que perdió a su familia en el 11-s. Comenzará a trabajar como analista de inteligencia (espionaje), hasta que una serie de circunstancias le lleven a cuestionarse para quien trabaja realmente, o si su intelecto está efectivamente al servicio de la patria.

Rubicón es interesante por su tono paranoide, pero también por su medición del estado de los USA defensivos post-11s. La desconfianza del protagonista hacia el entramado de la inteligencia y contrainteligencia, y el desapasionamiento con que se habla de asesinatos selectivos, victimas colaterales, entre café y café, teorías conspiranoicas, empresas de seguridad privada, lobbys armamentísticos, desinformación, etc, es muy interesante, a falta de que se mantenga el ritmo de la intriga propiamente dicha.

Especialmente divertida de tanto en tanto, absurdamente críptica casi siempre, un poco obvia a veces, excitante de una forma extraña y gafapastil, en ocasiones el tono gris y asfixiante se torna surreal: las profundas miradas de espanto y sospecha de James Badge Dale, alias sosoman, son cristalinas y nada sutiles. El papel de Arliss Howard es especialmente jugoso como veterano y siniestro espía gayer de la Cía. El resto del equipo de analistas se mueve entre el ambiente profesional a lo "ley de los Ángeles", hasta la tontuna suprema del personaje de Dallas Roberts, un Nerd que encajaría mejor en una serie tipo Bored to Death.

El último capítulo era puro relleno, pero es una serie que me intriga, aunque aún no se si de un modo serio, o en un modo autoparódico. Ganarían si se pusieran paranoicos al estilo desquiciado de Dick, me parece a mi...

2 comments:

alex said...

Estoy terminando de ver Mad Men y a la caza de un sustituto. Le echaré un vistazo a Rubicon. Me ha gustado la premisa paranoide.

Paolo2000 said...

Yo compro... Vi el Piloto y me enganchó bastante aunque me previnieron de un bajonazo importante pero su post es el empujoncito que necesitaba para ponerme.