Tengo miedo de que el regreso de Gordon Gekko sea, visto el trailer, mitad comedia mitad panfleto, y que saque lo peor que Stone, en ocasiones prodigioso, tiene dentro. Esa tendencia al efectismo, ese discurso aparentemente político, demagógico y resultón.
Porque si Wall Street funciona, es por lo mismo que funciona Recursos Humanos, la excelente película francesa: Por el personaje de Sheen, por el conflicto de principios, de generaciones, de maneras de entender el mundo, de realidades distintas.
El nuevo Wall Street solo funcionará si no se deja seducir por Gekko/Madoff, si no se deja influir por el aura irónica, viril, mefistofélica en un sentido muy Goethe, si no hace una comedia negra y cool con una realidad aterradora.
Debe dirigirse al núcleo del asunto, a la agonía del mundo del "Welfare state" de nuestra infancia, al "Brave New world" resultante, a la imposibilidad de la existencia prometida por el sueño americano, a la inseguridad de la contingencia, a la paradoja del fin de la historia de Fukuyama y su conversión en una historia del Fin de los Tiempos, al Mal, al relativismo, al hedonismo, a las Particulas Elementales, al American Psycho, quebrado y arruinado, a la gran literatura que anuncia a esos últimos hombres nietzscheanos, incapaces de hacer otra cosa que parpadear ante las quiebras, las ayudas bancarias, la precarización...
Debe ser inteligente, porque estamos huérfanos de inteligencia. Debe ser sutil, porque hablamos del nucleo duro del capitalismo como fracaso del pensamiento, como monumento a la falta de alternativas, como gestión del miedo a la anarquía, como tragedia shakespeareana, como último estadio del Leviatán Hobbesiano.
Gordon Gekko no puede ser solo el último tiburón dispuesto a nadar en nuevos estanques, mientras contempla cómicamente al narcotraficante negro subirse a la limusina a su salida de prisión.
¿Quién sabe? Tal vez sea mucho pedir de Stone a estas alturas, tal vez más le valga ser humilde, centrarse en sus chistes sobre los móviles de los 80, y hacer simplemente su versión cool del Bresters Millions de Walter Hill y Richard Pryor.
Pero estoy huérfano de un Hollywood valiente, inteligente y que meta el dedo en la llaga. Al fin y al cabo, este es el tipo que dirigió Salvador y Platoon, prácticamente el mismo año!
Porque si Wall Street funciona, es por lo mismo que funciona Recursos Humanos, la excelente película francesa: Por el personaje de Sheen, por el conflicto de principios, de generaciones, de maneras de entender el mundo, de realidades distintas.
El nuevo Wall Street solo funcionará si no se deja seducir por Gekko/Madoff, si no se deja influir por el aura irónica, viril, mefistofélica en un sentido muy Goethe, si no hace una comedia negra y cool con una realidad aterradora.
Debe dirigirse al núcleo del asunto, a la agonía del mundo del "Welfare state" de nuestra infancia, al "Brave New world" resultante, a la imposibilidad de la existencia prometida por el sueño americano, a la inseguridad de la contingencia, a la paradoja del fin de la historia de Fukuyama y su conversión en una historia del Fin de los Tiempos, al Mal, al relativismo, al hedonismo, a las Particulas Elementales, al American Psycho, quebrado y arruinado, a la gran literatura que anuncia a esos últimos hombres nietzscheanos, incapaces de hacer otra cosa que parpadear ante las quiebras, las ayudas bancarias, la precarización...
Debe ser inteligente, porque estamos huérfanos de inteligencia. Debe ser sutil, porque hablamos del nucleo duro del capitalismo como fracaso del pensamiento, como monumento a la falta de alternativas, como gestión del miedo a la anarquía, como tragedia shakespeareana, como último estadio del Leviatán Hobbesiano.
Gordon Gekko no puede ser solo el último tiburón dispuesto a nadar en nuevos estanques, mientras contempla cómicamente al narcotraficante negro subirse a la limusina a su salida de prisión.
¿Quién sabe? Tal vez sea mucho pedir de Stone a estas alturas, tal vez más le valga ser humilde, centrarse en sus chistes sobre los móviles de los 80, y hacer simplemente su versión cool del Bresters Millions de Walter Hill y Richard Pryor.
Pero estoy huérfano de un Hollywood valiente, inteligente y que meta el dedo en la llaga. Al fin y al cabo, este es el tipo que dirigió Salvador y Platoon, prácticamente el mismo año!
1 comment:
Me temo lo peor, sinceramente. Stone, a quien yo guardo pleitesía, ha degenerado en un artísta autocomplaciente que trata de estorbar lo justo. Se acabaron los años de meter el dedo en el ojo ajeno. Ahora va de provocador sin serlo. Antes se limitaba a rodar lo que bullía por su cabeza.
"Wall Street" no es ni de lejos mi película favorita dirigida por él. Pero tiene un valor importante: Gordon Gekko. Nunca se presentó de un modo más crudo y certero (al menos en apariencia para los que no nos movemos en ese mundo) a un tiburón financiero. Ahora puede perderlo si no se mueve con cuidado.
Post a Comment