La gente estaba tan complacida que una persona como él fuese electa, y en medio de una situación de crisis, que pensaron que sería un gran reformista, así como lo fue Roosevelt. Pero no fue así. Obama empezó mal. Si se compara los primeros cien días de Roosevelt con los de Obama, lo que aparece es la rapidez de Roosevelt para escuchar a asesores fuera del circuito gubernamental, para probar nuevas cosas, en comparación con la insistencia de Obama por permanecer en el centro. Pienso que ha perdido su oportunidad. Tuvo su mejor oportunidad durante los tres primeros meses, cuando el otro lado (los republicanos) estaba completamente desmoralizado, y en capacidad de movilizar el Congreso, pero no lo hizo. Uno debe desearle que le vaya bien, pero creo que las perspectivas no son muy halagadoras.
(Eric Hobsbawm)
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Personalmente pienso que ha encontrado escollos que no esperaba por el camino. Su inexperiencia política se ha hecho notar. Aun así, su programa se mantiene en un 85%. Ha logrado sacar adelante la reforma sanitaria (con grandes sacrificios ofreciados a poderosos aliados), está saliendo penosamente de los conflictos armados que otros comenzaron y por fin ha aprendido que es mejor tener cerca a tu enemigo que escucharle ladra a lo lejos. Más tiempo. Un año no es suficiente.
La presión de los lobbys ha sido terrible, su propio partido le hace la cama... ¿Por qué presentar candidatos tan inferiores en ciertos estados? Algunos barones han declinado dar batalla y partirse la cara por él.
La reforma sanitaria no ha salido adelante. De momento no. Su presión al gran capital, tímida. Su política exterior, extrañamente continuista (al menos Merkel intenta sobornar al sector de los talibanes que no son fanáticos sino señores de la guerra, lo cual es bastante sensato).
Empiezo a pensar que es mejor orador que hombre de acción, y que un republicano hubiese tenido más apoyo, al menos de la parte demócrata, para actuar, ya sea bien o mal.
Eso si, a años luz del panorama nacional.
No doy por perdida la reforma sanitaria, por mucho que en medios de la derecha más rancia se feliciten por su fracaso. Las reformas siempre tienen un recorrido largo, y el de la reforma sanitaria acaba de empezar. En cuanto a su política exterior, se le acusa de blando por tener un carácter conciliador del que carecía su antecesor. Su famosa afirmación de que no está en contra de todas las guerras tiene lógica viniendo de alguien que procede de los States. Él es consciente de que los ciudadanos de su país se sentirán más seguros si el que dirige las rienda no duda a la hora de apretar clavijas. Y él duda, cierto. Su formación es humanista (gran orador, como dices. cuestionable hombre de acción, probablemente por su pobre experiencia en el campo político), pero se requiere a un tiburón para desempeñar su cargo. Su propuesta de grabar las operaciones mercantiles, que tanto dolor ha causado en círculos liberales, es la prueba de que no le teme a los poderosos lobbys de la industria y de la banca. Posiblemente, no lo cuestiono, su actitud temeraria se deba a su desconocimiento del medio. Insisto en que necesita y merece más tiempo. Sus ideas son lo mejor que ha conocido su país desde hace décadas. Necesita conocer el medio y adaptarse a él.
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