Micronesia en el Cerebelo

Rock, cine, comics, ciencia ficción, cervezologia y sueños rotos.

Saturday, May 22, 2010

Repost The Lost


Corría el año 2008, y la impaciencia agitaba el frágil universo lostiano. Todos parecían empeñados en hallar una explicación instantánea al misterio de una serie que intuían de culto, pero de la cual ansiaban arrancar a tiras su piel sedosa de enigma, su aura de misterio.

Y yo creo que aquello que protestamos entonces, sigue siendo válido: El último capítulo de Lost no justifica la aventura emprendida, ni siquiera la confirma. La aventura era hermosa en si misma, en cada paso dado, y el final es solo la guinda, la despedida. Nunca el todo o nada de los que no han sabido maravillarse y esperan impacientes, ansiosos, e insolentes, que la explicación final llene el espacio vacío de su malograda experiencia, desperdiciada en elucubraciones y protestas intempestivas.

Algunas cuestiones son cosa de fé, de simpatías, de dejarse sumergir en un mundo de maravilla...

Reproduzco el texto, y lo enlazo para que podais ver el animado debate que suscitó en torno a un final que se acerca. Si me parece conveniente rescatarlo es porque nada tengo que añadir a aquellos pensamientos con los que sigo comulgando.

"Como espectadores, hay toda una serie de seguidores de lost que ansían respuestas, incluso que no están cómodos con que se planteen nuevos enigmas yuxtapuestos a los viejos e inconclusos.

Esos mismos espectadores que necesitan una descripción continua del marco del relato para sentirse seguros, no necesitan preguntarse nada acerca de su propio marco de referencia: No son precisamente pensadores existencialistas que se pregunten acerca del sentido de sus propias vidas, de la muerte, de la razón, del bien, de por qué piensan del modo que piensan concretamente, o de cualquier modo en general.

Dan por sentado valores asumidos: mecanicismos darwinistas, utilitarismos, creacionismos y demás literatura de ciencia ficción que explique la mayor improbabilidad de todas: El ser humano.

En cambio, en un universo explícitamente fantástico, necesitan de un hilo de Ariadna: Porque no confían en el narrador. Temen lanzarse sin red y que el relato sea una experiencia vacía. Carecen de la fé de Locke, de la determinación de Jack, de la valentía de Charlie, del homérico sentido del destino heroico de Desmond.

Temen perderse en el relato porque lo ven como representación del mundo, y no como un mundo en sí mismo abierto a sus propias reglas y lógicas internas.

Yo abogo por el reto de saltar al vacío y no pedirle explicaciones al sentido de la aventura y de la maravilla...¿Quién esta conmigo?

PD. El debate esta abierto. En Guasabilis Lutxo lo ha comenzado analizando una temporada pretendidamente explicativa, y un gran post de Xabibenputa, temporada casi pedagógica, como la redención por los pecados confusionistas pasados. Yo afirmo que explicar el mito es solo una opción del narrador no necesariamente mejor o peor en si misma sino en tanto sea un elemento más de convergencia de la aventura. No temo al gran enigma que haya detrás, o a su falta de concreción. La aventura en si misma es suficiente y puede ser mas satisfactoria que el enigma que la sustenta.

En todo caso, explicar los enigmas no es un valor en si mismo, es una opción narrativa solo válida en su engarce con el relato. Explicar las cosas no es mejor o peor que no explicarlas. Hay toda una clase de espectadores, en cambio, que ya no disfrutan igual del relato porque no se sienten cómodos con la incertidumbre, ni siquiera con el marco de referencia: Necesitan respuestas, las exigen, y cuando las reciben, las valoran por encima del resto del relato: Son el premio que no deberían ser. Esa presión por responder afecta al narrador y le somete a chantaje. Es el narrador en todo caso el que debe administrar las respuestas o los silencios, y no olvidemos que un buen enigma sigue siendo mejor que una mala respuesta, o una respuesta simplemente pasable.

Cito mi propia réplica: "Para mi el Prisionero es el modelo de Lost, y su amigüedad es parte de su fuerza. Si le quitas eso matas el misterio. El mejor momento de esta temporada se basa en lo inexplicable: Los saltos temporales de Desmond.

Para ser precisos, una vez aceptado el universo interno de la serie, no hace falta recurrir a ese universo para explicarlo continuamente. Es un simple marco en el que se mueven los personajes. Como "el universo marvel" o el "universo DC"."

1 comment:

lutxo said...

El viaje ha merecido la pena.

un saludo!