Micronesia en el Cerebelo

Rock, cine, comics, ciencia ficción, cervezologia y sueños rotos.

Thursday, April 15, 2010

El aprendiz de brujo


Paul Cook: Es increíble que después de pagar a abogados y acreedores no quedara dinero para ninguno...

Rotten: Malcolm está lleno de grandes planes, pero nunca ha hecho casi nada, salvo derrochar dinero...Se supone que los managers están para juntar equipo eficiente y conseguir buenos conciertos. Nuestros conciertos eran un auténtico caos, no porque no supiéramos tocar o fuéramos vagos, sino porque el equipo era lo más cutre del mundo.

Steve Jones: John se preocupaba más porque no se fiaba de Mclaren. A mi no me importaba, me la sudaba, cualquier cosa era mejor que el agujero del que venía. Yo no hacía preguntas aunque nos la estuvieran clavando. Los músicos siempre tienen las de perder.

Rotten: Decían que mi pelo era una imitación del de Rod Stewart. De ahí sacó Malcolm la pulla de Stewart. Lo llevó aún más lejos y afirmó que me había convertido en Rod Stewart. La gente cuando quiere hacer daño ve lo que quiere.
Todo se habría arreglado si Malcolm se hubiera sentado con nosotros a hablar. Y si queríamos separarnos al menos lo podríamos haber hecho como es debido y no en los juzgados sin hablar entre nosotros.
En cuanto a Sid, mientras tuviera drogas con las que anularse, le seguiría la corriente.

John Varnom (ex-ejecutivo de Virgin records): Me da la impresión de que la relación entre Lydon (Rotten) y Mclaren acabó porque hubo un afecto homosexual no correspondido.

Branson (propietario de Virgin): Hasta la declaración jurada de Varnom nunca he oído a nadie sugerir que Lydon tenga tendencias homosexuales, no creo que sea así, ni lo creo relevante...Mi principal objetivo era que Lydon volviera al gupo y, en caso de no ser posible, mantener sus servicios y los de los demás músicos.

Paul Cook: Creo que Malcolm fue un manager excelente, arregló todos nuestros contratos.

Malcolm Mclaren: Que yo sepa nadie ha afirmado, y sería falso si lo hicieran, que soy un manager y un empresario incompetente.

Robert Regehr (empleado ejecutivo de Warner durante la gira americana): Mi impresión por la conversación que mantuve con Malcolm era que la separación del grupo se debía a que Rotten lo había dejado, pero tras mi conversación con Rotten me pareció que se debía a que Jones y Cook habían conspirado con Malcolm para hacerle el vacío, dejarle de lado.

Rotten: Y yo en medio de todo el espectáculo ¿Donde coño está el dinero? ¿Por qué no nos daban una habitación de hotel (en la gira)? ¿Por que no íbamos (Sid y yo) en avión (con los demás)? Tuve que ir en autocar...

(No Irish, no blacks, no dogs, Johnny Rotten et altri)

2 comments:

Paolo2000 said...

Yo siendo bastante fan de toda la Sex-Pistologia me declaro Mclarenista con todos sus defectos, crimenes (en el sentido casi literal) y pecados... No puedo evitar admirarlo como mercader...

Mycroft said...

Habría mucho que hablar. Como negociante y agitador, sin duda un 10.

Como aspirante a ideólogo, mucho menos. No llegó a comprender el punk como evolución radical del pub rock, como algo de calle. Él lo llevaba a su esfera de alumno rebotado de escuela de arte, con lo situacionista de fondo. Hubiese sido el manager perfecto para Pink Floyd 10 años antes.

Tampoco comprendió a Rotten. Rotten era el alma de los Pistols y se vió en PIL, el gran talento que tenía.

Era el que deseaba pasar de lo de ser icono y profesionalizarse, y el que estaba más escandalizado con la uniformidad y el merchandising del punk como tribu consumista y tópica incipiente, a lo que contribuía Mclaren y señora y su tienda de ropa.

Rotten sentía que si se prostituía, al menos quería llevar la parte del león monetaria, al menos quería que le valiera la pena. Quería más actuaciones, y mejores, quería lo que obtuvo The Clash más tarde. Pero el agit prop mclarenista que los subió a la fama interfería con la profesionalización, y las cuentas se iban en películas, en giras deficitarias, en luchas contra la censura, en juicios por escándalos...

También fue un pésimo gestor humano, dado a las camarillas.
La incompatibilidad con Rotten, mutua, y su amistad con Cook y Jones le llevaron a pensar que podían prescindir de un Rotten que era la cara, la boca, y el cerebro de los Pistols.