Micronesia en el Cerebelo

Rock, cine, comics, ciencia ficción, cervezologia y sueños rotos.

Friday, January 29, 2010

We Can't


La gente estaba tan complacida que una persona como él fuese electa, y en medio de una situación de crisis, que pensaron que sería un gran reformista, así como lo fue Roosevelt. Pero no fue así. Obama empezó mal. Si se compara los primeros cien días de Roosevelt con los de Obama, lo que aparece es la rapidez de Roosevelt para escuchar a asesores fuera del circuito gubernamental, para probar nuevas cosas, en comparación con la insistencia de Obama por permanecer en el centro. Pienso que ha perdido su oportunidad. Tuvo su mejor oportunidad durante los tres primeros meses, cuando el otro lado (los republicanos) estaba completamente desmoralizado, y en capacidad de movilizar el Congreso, pero no lo hizo. Uno debe desearle que le vaya bien, pero creo que las perspectivas no son muy halagadoras.

(Eric Hobsbawm)

So cool


Tengo miedo de que el regreso de Gordon Gekko sea, visto el trailer, mitad comedia mitad panfleto, y que saque lo peor que Stone, en ocasiones prodigioso, tiene dentro. Esa tendencia al efectismo, ese discurso aparentemente político, demagógico y resultón.

Porque si Wall Street funciona, es por lo mismo que funciona Recursos Humanos, la excelente película francesa: Por el personaje de Sheen, por el conflicto de principios, de generaciones, de maneras de entender el mundo, de realidades distintas.

El nuevo Wall Street solo funcionará si no se deja seducir por Gekko/Madoff, si no se deja influir por el aura irónica, viril, mefistofélica en un sentido muy Goethe, si no hace una comedia negra y cool con una realidad aterradora.

Debe dirigirse al núcleo del asunto, a la agonía del mundo del "Welfare state" de nuestra infancia, al "Brave New world" resultante, a la imposibilidad de la existencia prometida por el sueño americano, a la inseguridad de la contingencia, a la paradoja del fin de la historia de Fukuyama y su conversión en una historia del Fin de los Tiempos, al Mal, al relativismo, al hedonismo, a las Particulas Elementales, al American Psycho, quebrado y arruinado, a la gran literatura que anuncia a esos últimos hombres nietzscheanos, incapaces de hacer otra cosa que parpadear ante las quiebras, las ayudas bancarias, la precarización...

Debe ser inteligente, porque estamos huérfanos de inteligencia. Debe ser sutil, porque hablamos del nucleo duro del capitalismo como fracaso del pensamiento, como monumento a la falta de alternativas, como gestión del miedo a la anarquía, como tragedia shakespeareana, como último estadio del Leviatán Hobbesiano.

Gordon Gekko
no puede ser solo el último tiburón dispuesto a nadar en nuevos estanques, mientras contempla cómicamente al narcotraficante negro subirse a la limusina a su salida de prisión.

¿Quién sabe? Tal vez sea mucho pedir de Stone a estas alturas, tal vez más le valga ser humilde, centrarse en sus chistes sobre los móviles de los 80, y hacer simplemente su versión cool del Bresters Millions de Walter Hill y Richard Pryor.

Pero estoy huérfano de un Hollywood valiente, inteligente y que meta el dedo en la llaga. Al fin y al cabo, este es el tipo que dirigió Salvador y Platoon, prácticamente el mismo año!


Monday, January 25, 2010

Malditos Bastardos



Ante la fantasía final, podemos hacer alguna especulación: La hipérbole, el estallido en que la Historia se hace añicos, tal vez es un guiño a Wellstein, su fiel productor, y a su bravuconería judaica: Ofrecerle un tributo en forma de sueño, de distopía, a ese personaje que Biskind retrata tan bien como una mezcla de ira y complejos, de reafirmación, de testosterona y sionismo americano.

Pero estaríamos suponiendo demasiado tal vez.

El hecho de que Malditos Bastardos, con su "érase una vez en la Francia ocupada" sea una carta de amor de Tarantino al cine bélico clásico, a Aldricht, a Fuller, no quita para que sea a la vez una obra tremendamente personal, un pastiche travieso que juega con su propio mcguffin, los bastardos, para contar otro tipo de historia de guerra.

Es un comic, un comic de "Hazañas bélicas" en el que todo es posible y la verosimilitud de la Historia con mayúsculas se rinde a la de la historia, con minúsculas, de la imaginación irreverente de Quentin.

Hay en esa bastardía, algo, no mucho, del espíritu de Peckinpah en la Cruz de Hierro: Un gesto airado ante las voces que siempre una y otra vez afirman que tal género o tal otro han sido ya agotados, que no es posible explorarlos sin recorrer caminos ya trazados.

El logro de Tarantino es no romper con el aire clásico, pero a la vez romperlo del todo con sus anacronismos, sus piruetas, su narrativa posmoderna, su cine nervioso y ecléctico, su desmesura, su humor (en ocasiones grueso, otras elegante, como en la parodia al cine patriótico nazi).

Y sin embargo, todo ese torrente referencial, esa sinergia de lo viejo y lo nuevo, está contenida en la carta de amor que hemos anticipado, al cine, a su lenguaje, a sus maneras, a sus maestros.

Y por debajo, en el núcleo, un cuento infantil, en sentido maravilloso del término, de un lobo feroz, y una caperucita no menos feroz a la postre, con supervillano magistral, con su diva en el centro del relato, irradiando fuerza y ternura.

Y al final, las palabras de Aldo ratifican el status de obra maestra.

Thursday, January 21, 2010

Haití?


"En el indigente sólo se percibe al indigente, no al hombre."

"El filántropo moderno se transforma no en amigo de los pobres, sino en amigo de la pobreza”.


(Pascal Bruckner, citado en este artículo imprescindible sobre la ayuda humanitaria)

"...But their remedies do not cure the disease. They merely prolongue it. Indeed, the remedies are part of the disease. They try to solve the problem of poverty by keeping the poors alive. This is not a solution...The proper end it's to reconstruct society on such a base that poverty will be impossible"

(Oscar Wilde citado por Zizek)

Me han contado que en Nueva York
en la esquina de la calle 26 con Broadway
en los meses de invierno, hay un hombre que todas las noches
rogando a los transeúntes
procura refugio a los desamparados que allí se reúnen.

Al mundo así no se le cambia
las relaciones entre los hombres no se hacen mejores
No es esta la forma de hacer más corta la era de la explotación.

Pero algunos hombre tienen cama por una noche
durante toda una noche están resguardados del invierno
y la nieve a ellos destinada cae en la calle


(Bertolt Brecht)


Al principios de los 80, Glutamato Ye ye cantaban una canción llamada "todos los negritos tienen hambre y frío". Bajo una apariencia naif la letra parodiaba con muy mala leche el tono políticamente correcto y solidario que ya era incipiente, y que, años después, hace impensable hoy en día que una canción con las palabras "negritos", "hambre", "frío" salga en antena.

Partiendo de ese principio, de que hoy en día no solo no nos permiten no ya rechazar la ayuda en si misma como algo incontestable, sino la misma utilización de ésta de un modo irónico, deberíamos reflexionar: No nos está permitido pensar que lo que está destruyendo el tercer mundo no es solo el hambre: es la "Ayuda".

No estoy en contra de una ayuda de emergencia, medicamentos, comida de los países vecinos, bomberos, médicos, e incluso, en contra de lo que dicen muchos izquierdistas de manual, de los marines.

Pero estoy en contra del dinero. Ese dinero del cual el señor Botín se queda una comisión, ese dinero que se manda por sms debido a la mala conciencia, ese dinero que se lanza a un mendigo sin mirarle a los ojos.

La caridad no es una solución. La caridad no es amiga de la justicia. La caridad mantiene el status quo y refuerza la dependencia tanto real como simbólica. Hay demasiada caridad, y poca solidaridad.

El pensamiento dominante nos arrebata la única herramienta que puede cambiar el mundo: La reflexión. Para reflexionar acerca del mundo, en ocasiones uno debe plantearse incluso sus propios sentimientos a fin de conocer exactamente la diferencia entre la solidaridad justa, y la caridad culposa. Y poner en breve paréntesis sus propias tendencias humanistas.

No quiero entrar en un argumento peligroso y deleznable, de tipo del socialismo más enloquecido o del maoismo más cruel, abocado a la realpolitik (que vendría a pedir cuantos más cadáveres mejor, porque más allá del desastre natural, son el síntoma del fracaso capitalista y del abandono de la periferia del sistema a su suerte). Entre otras cosas porque pensando así no se consigue nada, dado el punto de insensibilización y virtualización del dolor. El dolor es ficción televisiva a menos que lo pueda palpar con mis manos.

Pienso que Zizek, a pesar de sus coqueteos esporádicos con Stalin (sospecho que más por ganas de provocar, y más por una fascinación por una fuerza natural, como un médico fascinado por la naturaleza de la peste, que una auténtica simpatía) cuando denuncia la caridad lo hace desde una perpectiva moral: Del mismo modo que quién cree en dios y practica su código ético religioso, no por convicción sino por curarse en salud, por "asegurarse su puesto", quienes donan, lo hacen habitualmente para "desactivar" el problema de su conciencia, y como una especie de "prima de seguro": Se aseguran la existencia de la caridad, de su consideración positiva en la esfera moral, para el caso de que la catástrofe se cebe con ellos.

No estoy diciendo que la persona que ayuda a Haití haga un cálculo racional de manera consciente y que su propósito sea egoista. Pero es la manera en la cual funciona de modo inconsciente.

La ayuda despolitiza la cuestión aquí, en el primer mundo, al considerar que "ya hemos hecho algo", aunque ese algo no solucione nada. Pero también allí, en el lugar olvidado por la mano de dios, porque es muy difícil pedir cuentas al que te trae la hogaza de pan cada día, al que manda los médicos, al que tiene la penicilina.

El hecho es el siguiente: La ayuda ha matado miles de personas en las últimas décadas. Estudios de gente como Ziegler, Loretta Napoleoni, o exabruptos de Stiglitz, vienen señalando en esa dirección. La ayuda pura no existe más que plantándose in situ, arremangándose y sacando cascotes, y ni eso, porque cada individuo voluntario ha de asegurarse un mínimo de condición de vida que ni siquiera allí pueden sufragar:

Aquí entramos en la gestión de la ayuda, en los recursos, y, señores, en las contrapartidas. Siempre existen contrapartidas. "Los gobiernos son corruptos". En consecuencia, para gestionar la ayuda, surge una casta de intermediarios. Surgen organizaciones, en ocasiones negocios que se lucran con parte de los donativos.

Aparecen conceptos de gestión, maximización. Incluso subcontratación. En ocasiones el capital procede de fondos privados de grandes filántropos. Multinacionales. Generosos donativos. Sugerencias del Banco Mundial: privatizar mercados, desregular sectores, para atraer inversores a las zonas deprimidas. Suculentos créditos blandos para financiar la reconstrucción, a cambio de flexibilizar las normas proteccionistas.

Esto acaba llevando a la práctica destrucción de las industrias autóctonas y a la masiva dependencia de los donativos (y, no lo olvidemos, los préstamos) para poder comprar los productos, incluso agrícolas, que se importan de mercados exteriores, o se generan en el mercado interno por medio de grandes trusts extranjeros.

Las "ayudas" del Banco Mundial han matado a muchísma gente de hambre (ver Ziegler).

Pero..."Todos los negritos tienen hambre y frío". Queremos sentirnos mejor. Estamos comprando un producto. Se llama "paz de espíritu". Los negritos salen por la tele. Nuestos vecinos ya tienen uno! No vamos a ser menos! Como si no pudiéramos permitirnoslo!

¿Movilizarse, exigir cambios a nivel de política internacional, organizar movilizaciones, exigir responsabilidades de la ONU, desplegar cascos azules, vaya, politizar el asunto? Nooo! No vaya a convertirse en una patata caliente, en un asunto de justicia y no de caridad, en una lucha de clases: entre "ellos" y "nosotros".

Como dice el artículo de Joan Piqueras Contreras, citado, "Lo humanitario ocupa el lugar de lo político." Es un mecanismo de drenaje del sistema para perpetuarse. Para Bruckner citado por Piqueras, se trata del derecho de injerencia como el "derecho a descuidar a algunos pueblos fingiendo prestarles auxilio". Podemos señalar otras perlas del artículo: "el discurso humanitario encubre y eufemiza las relaciones económicas". "La "empresa humanitaria" puede reducir los costes de producción y obtener capital sin interés".

La conclusión del artículo no puede ser más definitiva, y coincide con la alusión de la conferencia de Zizek "Against Charity" a la renta básica universal como única idea revolucionaria de la izquierda en décadas. Se dice que "La justicia distributiva (esto es, el reparto equitativo de los recursos, que conviene no confundir con ayuda) sólo adquiere pleno sentido si va acompañada de un régimen universal".

El hecho de que esto nos llevaría a problemas todavía más pantanosos, de corte malthusiano, o incluso neo-eugenésico, acerca del reparto de los recursos, la sostenibilidad, la demografía, etc, no debe desviarnos de la contradicción señalada entre justicia y caridad.

No somos capaces de empadronar inmigrantes pero queremos compranos un huerfanito. Miramos la tele con la esperanza de que el niño de ojos tristes y mirada perdida, ¿un ser humano? haya perdido a sus papás. Así nos lo quedamos porque hace juego con los muebles.

Como decía en el blog de Alex, "se percibe al indigente como artículo de consumo."

El hecho es que la caridad entierra el "problema de fondo", nos hace olvidarlo, y solo nos queda en la retina "la magnificencia" de nuestra generosidad, aumentada por la TV y la prensa, que dentro de una semana habrá enterrado el tema bien hondo en las notas a pie de página.

"You Buy your redemption" dice Zizek en su conferencia. En cambio yo prefiero hacer política, pensar, gritar, no enviar nada, y sentirme miserable por no hacerlo. Porque no quiero que pasemos por alto "el problema de fondo". Porque no quiero comprar nada, porque no me corresponde a mi como ciudadano, "dar las vueltas", sino a mi como agente político, exigir a nuestra sociedad que, de manera colectiva, salde su deuda con la historia. Y no con limosnas.




Tuesday, January 19, 2010

Especies Protegidas




Julia:-A veces me recuerda a Gabriel Byrne en Muerte entre las flores. Aparenta estar en un bando cuando en realidad está en otro. ¿Te identificas?

Oriol:-No, recibe de las dos partes y pierde a la chica.

Julia:-La pierde por fidelidad a un amigo.

Oriol:-Yo no tengo amigos.

Julia:-¿Qué somos nosotros entonces?

Oriol:-Quizá lo sabríamos si no tuviéramos intereses creados.

(Ferran Torrent, Espècies Protegides)

Monday, January 11, 2010

Club de los Pilotos Suicidas 8


Capitulo 8 del podcast, que les hará pasar el rato mientras lidio con dificultades técnico informáticas...

Friday, January 08, 2010

Reforma Laboral

La batalla de Cabanyal


A petición personal:

No nos andemos por las ramas. Falta sutileza.

Depredada la ciudad, destruída la huerta, cuyo futuro está preñado de negros nubarrones engordados por la PAC, por la desidia en apoyar la viabilidad económica del mundo agrícola, y por intereses espúreos, tocaba hace ya años, que la ciudad de Valencia se devorara a si misma.

En China, la destrucción de barrios con siglos de historia se ve con naturalidad, en una concepción que encantaría al PPCV, de remodelación y renovación continua.

Finiquitada La Punta (Vean el documental A Tornallom, en el que se cuenta por dónde se pasó el gobierno Valenciano la calificación de "Zona Agrícola de Especial Protección"), puesto en el mapa Nazaret, gueto de origen marinero, como el Cabanyal, mal comunicado y peor considerado, pero cuya proximidad portuaria puede hacerlo aún más una presa de futuro, toca construir una avenida al mar. Proyecto ya aplaudido por el Blasco de los cuatro jinetes y del diario Pueblo (y precursor anticlerical de un populismo valenciano que algunos han sabido transformar en su aparente opuesto ideológico)

Sin embargo, esto no es un cuento de Dickens en que la malvada solterona trata de amargar la existencia de algún pupilo desdichado. Aquí hay más trasfondo. Aquí los ahora opositores socialistas, concibieron y alimentaron un proyecto parecido. Lo que antes era bueno ahora es malo y todo lo contrario, en aras de un electoralismo torpe y chapucero, sin explicar su postura en temas graves como es el planeamiento urbano. Y Rita, y con ella muchos arquitectos, se preguntan por dónde puede crecer Valencia, cercada de fértil y ruinosa huerta, de (desgraciadamente) fétidas reservas naturales echadas a perder, lagos contaminados, nucleos urbanos adyacentes sobre cuyas cabezas pende la imposible ambición de anexión y la lucha por la supervivencia, el crecimiento, las dotaciones presupuestarias, y los negocios lucrativos...

Creced y multiplicaos.

Y aquí paz y después gloria. Es una vieja orgía que saluda el derrumbe como negocio, la catástrofe como oportunidad: desde las proyecciones del barón de Cárcer y su idea abandonada de destruir el Carmen haciendo una gran avenida (que ahora acaba abruptamente, y deja el nombre del Barón anclado frente al Mercado Central en una "avenida" que no es tal) hasta los muchos y florecientes negocios que las inundaciones de los cincuenta dejaron: reconstrucción y el desvío del río, que se demoró por las continuas malversaciones y "mordidas" cuando no robo de maquinaria por los propios contratistas, de aquella "sana" España, tan "diferente" de la corrupción que nos "escandaliza" (cada vez menos me temo).

El Cabañal es un barrio degradado: degradado por alguien, no de forma espontánea, a golpe de intimidación, de realojos con familias en situación de exclusión, de negación de licencias de obras para acondicionar las viviendas. Un "bulling" inmobiliario con el manto de lo público, unas compras de viviendas bajo amenaza de expropiación, o directamente mediante justiprecios ridículos, un sadismo innecesario en las formas, un desprecio, ahora, a la actuación del ministerio de cultura, que pretende hace cumplir las calificaciones pertinentes que garantizarían su protección: cambiando tales calificaciones, resuelto el problema.

Un temerario conflicto de competencias que puede acabar en ese sumidero de despropósitos que es el actual TC. Orden contra decreto, no se trata de un duelo de rango sino de competencia, y tal vez fraude de ley si modifica el BIC, por mucho que se llene la boca con las sentencias del TSJ (todos hemos visto como actúa, Montero Aroca aparte) y TS, porque habría que ver el fondo del asunto de esos contenciosos ganados, y si es el mismo.

Y sin embargo, comprendo la postura del consistorio: Ha llegado demasiado lejos, ha acumulado demasiados inmuebles en la zona, ha domeñado demasiadas voluntades, ha afirmado demasiado enfáticamente que su solución, su trazado, su avenida es la única posible, la única concebible, más allá de posibles alternativas técnicas. Solo queda un camino de no retorno, y el aniquilamiento de una Valencia que, me temo, fue demasiado humilde, demasiado marítima, demasiado poco señorial: Rita y los suyos hablan de un barrio de callejas, mal comunicado, degradado...Ah, ah, ¿Y qué es Velluters, señores, qué es el Carmen? ¿O tal vez es tierra plagada de material para arqueólogos, y por eso interesa menos? ¿tierra con más solera, más cara de arrebatar?

Y, mientras tanto, el necesario Parque Central, aquel planeamiento de enterrar las vías, de conciliar dos partes de la ciudad vecinas y separadas, de comunicar barrios hermanos, ah, muy caro...el diners y els collons per a les ocasions, y eso son Copas América, edificios aquejados de elefantiasis de caro mantenimiento, y quebranto constante del montante presupuestado...

La ciudad crece, se despereza, tal vez busca contagiarle la lepra del asfalto a La Font d'En Corts, o a otras pedanías, esa voracidad problemática porque cuanto más se devora, menos queda por devorar... Frente a la ingenuidad del activista de manual, de altermundista defensor de una Huerta que uno no está dispuesto a cultivar, creo en el debate, creo en la transformación, creo que me pueden convencer de que una actuación determinada es necesaria.

El problema es que esta gente no quiere convencer, sino vencer.

Tuesday, January 05, 2010

Los mejores videos musicales de 2009


Lista cortita, para variar...

Meritorios clips de Kasabian quedan a las puertas...

5-Handsome Furs - I'm Confused
La invasión de los ladrones de cuerpos vista por Handsome fur. Es bueno saber que queda buen humor cuando el talento se esfuma.


4-THE LAST 3 LINES- Fish Tank
retro, homenaje a la serie B, a las pelis de Godzilla, a los 70. De momento, el realizador ya acumula para mi más crédito que el nefasto Pedro Temboury.


3-Acid Girls- The Numbers Song

Un gran hermano sexual con un final un tanto inquietante. Vouyerismo, exploitation, y todo tipo de depravaciones, de las que el observador no está en absoluto exento, sino que se torna cómplice.


2-Lilly Allen- Not Fair
Autoparodia, guiño a Nashville, realización Kitsch de programa de Tv de décadas pasadas, Rednecks... Lo tiene todo.

Not Fair

1-The Crystal fighters- I love London.
En muchas listas el clip If I Know you de los Presets, con unos jóvenes bailongos, aseadito, aséptico, ha alcanzado cierta fortuna.
Pero si esa es la versión limpita del Praise you que spike Jonze se marcó para Fatboy slim, yo elijo una versión bastarda, cutre, enloquecida, callejera, barata y auténtica. I Love London.

Saturday, January 02, 2010

Minutos Musicales: Liderando el diálogo social


Vuela amigo, vuela alto no seas gaviota en el mar
Vuela amigo, vuela alto no seas gaviota en el mar
La gente tira a matar cuando volamos muy bajo
La gente tira a matar cuando volamos muy bajo...

(Julio Iglesias)

Minutos Musicales: El I+D como salvación


"Pasan los años y la carrera espacial
ya no me da respuestas
y unos por otros... Marte sin explorar."

(Dwomo, Marte sin explorar)