O de cómo el podcast es la excusa para juntarse tres amigos, y cómo han pasado infinidad de cosas desde el último capítulo (separación de Oasis, Muerte de M. Jackson, conciertos, festivales...)
La próxima vez a ver si meto presión y hablamos más de discos, y menos de todo lo demás...Aunque ha quedado bien, con Dark side of The Moon como disco clásico, más allá de un servidor gritando como un loco que el disco de Jarvis Cocker mola.
Interrumpo el repaso al 2008 musical para hacer sangre con una crítica destructiva...
Sidonie, El incendio
Cuando uno piensa que el nivel ya había bajado hasta límites sonrojantes, estos chicos consiguen devaluarse a una velocidad parecida a la del rublo en los 90. Dicen estar hasta los huevos del sectarismo indie, que lo suyo es simplemente "crecer". Este falso dilema que contrapone comercial e indie, es una coartada muy conveniente para tapar la falta de calidad, el elevado nivel de simpleza y la poca exigencia en su concepto de lo que es o debería ser el pop comercial. Un conjunto de chimpancés lobotomizados firmarían mejores textos. Sidonie tienen ahora dinero para una producción efectista (mezcla en Abbey road incluída) que oculte la nadería de su propuesta, una suerte de easy listening para radioformulas expresamente reñido con la inteligencia, el buen gusto, y, en general, con la música como forma de arte y no como glosario de tópicos sobre besos, flores, y demás costumbrismo pseudoemocional, mala imitación de poesía sentimentaloide. Peor cuando muestran algo de ambición (el inicio de La Sombra, a lo Paint it black. Luego suena "por eso aquí/vienen vuestras sombras a vivir" "yo soy tu sombra en la pared/donde vayas tú te seguiré", entre otras lindezas que dejan a Mikel Erentxun a la altura de Rafael Alberti) Algo nos pasará me suena al "Hago chás y aparezco a tu lado", pero tomando el nombre de los Kinks en vano. Rimas como "es el día de la cita/te han traído margaritas" demuestran el auténtico desastre lírico, que sin duda se convertirá en éxito (el incendio ya es un "himno" para muchos). "Lo mejor del sol/a puñados yo te lo doy" define Por tí, que suena al Sabina de "Y nos dieron las diez", pero con un nivel de vocabulario de 8º de EGB. Sidonie hacen parecer a Gabinete Caligari, los Beatles (Al viento). A Loquillo (Viva el loco que inventó el amor) lo elevan a la altura de un Gene Vincent "que bonito es/esto del amor/que nos rompe y nos parte en dos". La diferencia con Pereza es esencialmente que sidonie aún tienen infulas de autenticidad, cuando en realidad deberían dejar todo cinismo y abrazar su genérico producto. En su entrevista con mondosonoro se llegan a comparar con los Love del Forever Changes, a propósito de "A la vera del mar". Vamos, igualitos. Hasta tal punto llega su delirio.
A uno le dan ganas de preguntar, si este nuevo proyecto de Bernard Summer suena igual (de bien) que Electronic (y que Monaco) qué cojones hacía Marr en el supergrupo. Para mi, que el último disco de New order me supo muy mal (me colaron un fake del grupo Elefant, y me moló más) esto es una delicia, un caramelo pop que augura cosas buenas en el horizonte.
Ahora, a esperar que Peter Hook se curre una respuesta mejor de lo que en su día fue Revenge.
What you doing with that stupid little girl? Stop your fooling, don't you know its gonna hurt? When she leaves you, and you gave all you could give You'll be hurting for the one you should be with
How are you gonna deal with this? How many times before you slip? You made a wager with a kiss Now you're the new name on her lips This is the real thing at your door Big wave breaking on the shore But are you gonna sink or swim? Hold on tight, don't fall in
Hey what you doing with that stupid little girl? Stop your fooling, don't you know its gonna hurt? When she leaves you, and you gave all you could give, You'll be hurting for the one you should be with
Jesus save this heart of gold Take the time to save a soul Will he bend or will he crack? Save this yearling from the pack He's not aware of anything Sure as summer follows spring Doesn't know where he's coming from Reaching perfection takes too long
yeah yeah yeah yeah yeah yeah (repeat)
Hey what you doing, you've got so much to live for The world is turning till it can't turn anymore This fire is burning, it will burn forever more So whatcha doing with that stupid little girl?
Stop your fooling, don't you know its gonna hurt? When she leaves you, and you gave all you could give, You'll be hurting for the one you should be with
"A un panal de rica miel, dos mil moscas acudieron, que por golosas murieron..."
Gran artículo explicativo de Civera hoy en el Levante...
Si el paradigma del politico conservador valenciano tradicionalmente era desconsolador (antiguos prohombres tipo Frabra con sus redes clientelares y sus conexiones con las cámaras de comercio, versus diletantes entrajados crecidos al albur de los PAIS y demás piraterías legalizadas) el socialismo poslermista daría para una película de Nanni Moretti, tal vez una versión posmoderno y cínica de su fragmetaria Palomebella rossa, entre el absurdo y el descontento de alguien comprometido con algo que no es, que nunca fue.
El mundo de dentro (orgánico) es una guerra permanente en la que los feudos son más importantes que las ideas, en que las posiciones de poder, son más tenidas en cuenta que las derrotas del proyecto global.
En un contexto tal, en el que los secretarios son víctimas propiciatorias de un entorno que creen comprender, pero que están lejos de poder dominar, una corte extraña de profesionales, señores feudales comarcales, que con el cuchillo entre los dientes emprenden abordajes, alianzas y demás pequeña politiquería orgánica, en que se promueve el ensimismamiento de los miembros del partido, observando al partido mismo como objeto de alarma, estudio o atención, es un contexto en el que la sociedad, la crisis, la realidad, e incluso el proyecto y la táctica electoral, son objetos secundarios.
A propósito de aquel congreso tan poco concluyente, me preguntaba hasta qué punto el nuevo secretario no estaba apresado por sus valedores y aliados coyunturales, hasta que punto era ruptura, proyecto propio, punto y aparte, hasta que punto no estaba calentandole la silla a algun(a) gerifalte de Madrid para una posterior conquista de la federación valenciana. Ahora, forzado a buscar apoyos de fuera (Blanco) en contra del llamado "pajinato", y con todos dentro esperando a que salga adelante o caiga en desgracia, sin mover un dedo, es alguien con una debilidad del aparato político tremenda. Y recordamos a Romero. Recordamos la etapa final de Pla.
El pequeño (diminuto) golpe a los campsistas, no será aprovechado por los pocos rivales que quedan en las comarcas del sur, esperando como los sebastianistas portugueses, el retorno del rey prometido (Zaplana) con una nostalgia artúrica de los tiempos en que política y negocio eran una misma cosa (hoy también, pero toca guardar las formas con los vientos que corren).
La pequeña política vuelve a triunfar. Avanzar a un supuesto enclave estratégico, a costa de comprometerse uno, y a los de tu propio partido. Pero qué más da, si la gran política sigue en un día de la marmota casi inquebrantable, con unos poniéndoles velas a San Obama, y proponiendo castillos en el aire de reconversiones fabulosas, y los otros, con una nula respuesta, culpando pero no proponiendo una alternativa, y buenas palabras acerca de presupuestos que pueden cumplirse sin impuestos, y de reformas estructurales que tienen nombre y apellidos (reforma laboral) y que nadie llama por su nombre.
Todas las pequeñas bajezas apenas cuentan, hasta que comienzan a contar, a envenenar no solo a los jugadores, sino al juego mismo, a descomponer un sistema. Benidópolis es solo un símbolo, una determinada sociedad, a escala local, un determinado sistema de funcionamiento, de asignación de recursos, de prevendas, genera su propia política, su propia dinámica (transfuguismo, división social).
Un sistema más grande también acaba siguiendo unas inercias que acaban volviéndolo rígido. Hace un año abogaba por una reforma que subrayase la corresponsabilidad, el cogobierno autonómico, las asambleas de Presidentes Autonómicos, los órganos federales que al estilo alemán cogestionen el conflicto, el senado territorial.
Hoy creo que el sistema esclerotizado, los actores participantes en el mismo, no dejarán la más mínima forma de adaptación, que simplemente no es una demanda social sanear la política y dotarnos de mejores órganos de gobierno, y que la constitución como pacto y como dogma intocable que representa la paz postransición, ahoga a la constitución como intrumento político.
Bienvenidos a la desintegración del nuevo sistema canovista...
Hannah Green: James lo sabrá todo sobre George Sanders.
James Leer: George Sanders?
Hannah Green: El señor Crabtree estaba contando cómo se suicidó George Sanders, pero no alcanza a recordar cómo fue.
James Leer: Pastillas. 25 de Abril, 1972, en una habitación de hotel de la Costa Brava.
Terry Crabtree: Muy considerado de tu parte.
Hannah Green: James es maravilloso. Conoce todos los suicidios de las películas. Adelante, James. Cuéntaselo.
James Leer: Hay muchos.
Hannah Green: Bueno, sólo unos pocos. Los más sonados.
James Leer: Pier Angeli, 1971 o 72, también pastillas. Donald "Red" Barry, se pegó un tiro en 1980. Charles Boyer, 1978, pildoras también. Charles Butterworth, 1946, creo. En un coche. Supuestamente, era un accidente, pero, ya sabes, estaba perturbado. Dorothy Dandridge, pildoras, 1965. Albert Dekker, 1968. Se ahorcó. Escribió su nota de suicidio con lápiz de labios, sobre su estómago. William Inge, monoxido de carbono, 1973. Carole Landis, pildoras otra vez. Olvidé cuándo. George Reeves, "Superman" en la Tele, se pegó un tiro. Jean Seberg, pildoras por supuesto, 1979. Everett Sloane - estaba bien - pildoras. Margaret Sullavan, pildoras. Lupe Velez, muchísimas pildoras. Gig Young, se pegó un tiro a si mismo y a su mujer, 1978. Hay muchos más.
Hannah Green: No había oído hablar ni de la mitad de ellos.
Terry Crabtree: Los has dicho en orden alfabético.
James Leer: Es sólo cómo funciona mi cabeza, supongo....
¡Qué sé yo si habrá luz y sombra o nada! Hasta aquí llego yo con mis palabras sublunares. El más allá precisa otras lenguas, con impensados sonidos y vocabularios. ¡Qué sé yo si me espera otro mundo, un mundo nuevo detrás de otro!
Una de las mejores canciones del irregular disco naranja de Blur se llamaba "Strange news from another star". Con Fringe de vuelta, debemos estar atentos a las extrañas noticias que sus emisiones catódicas nos deparan.
La serie comenzó a relentí, con episodios casi autoconclusivos de índole X-filesca, inspirados en una relectura biotecnológica de Charles Fort, con una estética fría, y unos personajes aún desdibujados (aún no se fraguaba la genial vis cómica de mad doctor de Walter)
Sin embargo, conforme los arcos argumentales fueron tomando forma, dirección, y convergiendo (Massive dinámics, bioterrorismo, premoniciones y profecías apocalípticas, experimentos descontrolados, multiverso y ciencia ficción cada vez más desbocada y atrevida) se fue poniendo de manifiesto que el principio, algo procedimental, era un señuelo, una presenatación algo tímida para no asustar al televidente medio (dueño y señor de los shares y las cancelaciones prematuras).
Fringe no es Lost, no llega a conformar una mitología propia, pero comparte modales, maneras, desafíos, claves. Estamos ante un comic de la pequeña pantalla, el tipo serie que debió llegar a ser Heroes y nunca fue, un apunte distópico de la paranoia moderna, una exploitation de los miedos, de los límites de la ciencia, de las normas del parque humano sloterdijkianas. Fringe es gran entretenimiento, y la pregunta es: ¿Y tras la sesion finale, con su tour de force...ahora qué?
De entre muchos aniversarios y efemérides, uno casi inadvertido, también fraguado un 11 de septiembre, alejado de explosiones, de distopías contemporáneas, de golpes de estado. 50 años de Ne me quitte pas de Brel.
Una canción sobre la que pesa un enorme malentendido, fomentado por la melancolía de la interpretación, y la musicalidad del idioma francés. No se trata de una canción de amor, sino de humillación. No se canta a la pasión, sino a la derrota, no hay romanticismo, sino un brochazo cínico que retrata la degradación total del amor no correspondido.
En el libro de Clouzet sobre Brel, uno de esos libros heredados, que acompañaron la soledad paterna antes que la mía propia, Brel habla de aprender a estar solo, de aceptarse, de renunciar al malentendido. Por eso Ne me quitte pas es tan triste, porque habla de una imposibilidad, de una ilusión, de tiempo perdido en el espejismo de algo que creímos que fue, y que apenas existió.
Se echa hacia atrás limpiándose la boca. Debería parecer menos él mismo, pero no es así, parece más él mismo que nunca. Es como si, al tener el cuerpo averiado, todo le hubiera asomado a la cara, y aunque ésta ha cambiado, aunque está toda hueca y la carne cuelga, el efecto es que deja traslucir mejor lo esencial, como si le hubieran encendido una lucecita dentro. Digo: -¿Para qué querías verme?-como si yo fuera un hombre muy ocupado y tuviera que irme enseguida. No quería preguntarlo así. Me mira. Me mira directamente a la cara como si también buscara en ella un poco de luz, como si estuviera buscando su propia cara en la mía, y me traspasara como si yo estuviera hueco, como si estuviera vacío, y no tengo sus ojos, su voz, sus huesos, su manera de cerrar el pico y de mirarte directamente sin apenas un parpadeo.
Tiempo para ser catástrofe Densa niebla en la que se adivina un hombre para ser solo humo, vapor de agua que toma forma engañosa de carne y temblor.
Tiempo para ser debacle huracán que acaricia los pechos de una tierra cualquiera para dejarla yerma con su tacto Caricia violenta con sabor a lluvia (escribir la firma de dios en una duna desolada)
Tiempo para ser mortal saberse mortal darse a los demás como los posos de un vaso saciarlos para dejarlos sedientos tratar de romper el silencio con un poco de ese silencio que late dentro de ti.
Tiempo para desesperarse y no habrá un mañana aunque las horas sean cuchillas de afeitar con las que jugueteas (solo tratas de llamar la atención, estar vivo es tan doloroso, tan maravilloso, tan inútil)
Tiempo para añorar una infancia imperfecta para ser un héroe de Salgari al que le han salido islas mapas del tesoro batallas navales sueños con olor a libro viejo entre las células decadentes
Tiempo para arrancarse la piel a tiras para perder de vista esos restos de ti mismo cuando soñaste que la vida era otra cosa.
113- Glasvegas- El album homónimo reune algunos de los trallazos épico-sentimentales que ya conocíamos por los singles...Pero no es capaz de arroparlos con mejores compañeros de viaje que unas canciones de relleno, ni de hilvanarlo con la coherencia de algunos EPs ya destacados. Meritorio, pero insuficiente, afectado, pero con grandes aciertos. El toque sensiblero, se ve compensado por el estado de gracia de algunas canciones realmente intensas, como Flowers and Football Tops. Tienen que hacerse mayores.
114-The Boat People- Chandleriers Increible la gélida recepción de este disco, y dicen que el pop esta en crisis. Si, esto es un disco meloso de pop comercial (no tanto, en realidad, pero ya me entienden). Tambien Gainsbourg o Johnny Hallyday, o Buddy Holly hacían pop comercial. ¿Algún problema? Temas contagiosos como Panic, Light of Love o Born in The 80s no merecen el olvido o el desprecio precisamente. Si luego en millagri se ponen blandos, lo hacen con un leve toque shoegazer. En fin, si a discos así les vamos racaneando...
115- Bloc Party- Intimacy Pienso que Bloc Party han querido experimentar, y seguir agradando a su público. Explorar nuevas posibilidades, y ofrecer más de lo mismo. Y ambas cosas es imposible hacerlas. Por eso es un disco de transición, por eso es su disco más discreto.
Bloc Party se encuentran en una encrucijada en la que sus fans les exigen inmovilidad a un alto precio. El precio lo pagaron en el genial album conceptual "A Weekend in the city". Arriesgarse a "traicionar" a un buen puñado de compradores, a cambio de un disco coherente: Dejando fuera temazos (Secrets, Version 2.0) perdiendo pegada, pero ganando algo más intangible, algo más valioso, un disco personal como pocos.
Ahora si han fallado, ha sido por saltar un nuevo triple mortal sin red.
Y esta vez, no por haber sido demasiado inquietos, sino demasiado poco. No por pasarse sino por quedarse cortos:
Ejemplo: Mercury convenientemente producida, es un temazo rompepistas a lo Out of Control o Belive de los chemical Brothers. Recordando Flux, la colaboración con los hermanos quimicos y oyendo la fabulosa remezcla Telemitry mix, uno entiende que se han quedado con medias tintas, que en realidad había material para hacer un enorme tema de baile y no se han acabado de atrever. Mejor canción de lo que muchos sospechan.
Ares es el mejor tema de Beatie Boys que jamás ha compuesto Okereke, un tema lleno de fuerza cuya rudeza puede amedrentar a los fans más intransigentes e inmovilistas.
Better Than Heaven remite al mejor U2, el de Pop, con ese aire a Last night on earth, creciendo al final.
Halo es tema adrenalítico y pegadizo marca de la casa, blocpartiano hasta la médula. Fórmula algo sobada, riffs repetidos, pero funciona y tiene fuerza.
One Month off es un temazo con una buena letra, hecho de la misma pasta que Two more years, Helicopter, o Banquet, un nuevo clásico de la banda, arrollador e intenso como siempre, supongo que lo que el fan intransigente viene pidiendo a gritos desde Silent alarm. Muy bueno.
Ion square es, con Like Eating Glass, la mejor canción de Bloc Party. Y eso no es poca cosa para "un disco de mierda". Épica y monumental, intensa y emocional, excesiva y magna, un final de disco de traca. Inmensa.
Apartado negativo:
Zephyreus: Lamentos quejosos de un Okereke afectado, con una base de percusión a lo Prayer, y una producción de mierda, con un intento de crecer al final. Simplemente odio esta canción, candidata a peor tema del año.
Trojan Horse es un experimento un tanto recargado. Le faltan unos versos mejores, algo más de solidez debajo de una producción un poco tramposa. Tampoco esta tan mal como pensaba al principio.
Signs es una balada aburrida digna de Postal Service (Postal service sucks).
Biko es como llevarse a Rick Astley a una rave de adictos a la ketamina.
115-The Ruling Class- Tour de Force (EP) Prometedor revival madchesteriano, homenaje no siempre respetuoso a Stone roses, buen punto de partida, pero nada excepcional. Algunos pueden ver las brumas del primer blur, en las neblinas casi shoegazer de algunos cortes. Cualquier día les cae una demanda por Umbrella Folds/Waterfall (demasiado mimetismo). Sleeping Beauty promete maneras, es una gran canción, pero la auténtica oportunidad de renovar madchester pasó en la brevedad del grupo de Simon Tong, The Shining, que devolvía a los primeros Verve a la modernidad combinando su psicodelia épica, con las atmosferas de madchester y una lujosa producción del siglo XXI. Me temo que tendremos que esperar para ver si Ruling Class van en serio
116-The Wave Pictures- Instant Coffee Baby Un grupo inteligente, con buenas letras y personalidad, cuyos discos hasta ahora no acababan de seducirme en su conjunto...Esa extraña mezcla de grupo de pub, tremendamente inglés, y la herencia del folk-geek de Hefner (son protegidos de Darren Hayman, portadores de su legado) por fin logra un disco sin tiempos muertos.
117-Infadels- Universe in reverse Si en el primer disco eran un grupo de synth pop con dejes ochenteros, y coqueteo electro, aquí se dirigen más decididamente a un pop electrónico menos personal, más mainstream, más de baile, pero con mucha, mucha pegada. Menos macarras, menos indómitos, menos originales, pero más pegadizos. Menos The Faint y más ABBa. Menos XTC y más Chemical Bros.
"There is no trap so deadly as the trap you set for yourself." Raymond Chandler (Long Goodbye)
Gould ensayó un Marlowe especial, romántico como el antiguo, solitario, pero lejos del mito estoico bogartiano. El Marlowe de Gould quiere tener fé, exhibe esa vulnerabilidad, quiere creer a pesar de que sus viejos ojos ya le han enseñado el panorama, ya se le han enturbiado de duda. La fina ironía es un mecanismo de defensa contra el sufrimiento, contra la nostalgia de si mismo, del hombre que fue antes de que el mundo y la soledad encallecieran su epidermis.
Marlowe deambula en un teatro en que todos pretenden ser ganadores, con el lema "perdedor" escrito orgullosamente en la frente. Porque a esos juegos de callejón sin salida, de todo o nada, no vale la pena jugar. La vida debería ser más sencilla.
Mutando desde 1981. Rock, Pop, cine, comics, literatura, filosofía, conspiranoias, cyberpunk, y tecnomisticismo. Explorador de sensaciones, romántico y cínico, especialista en venenos rápidos, pluma mercenaria, sindicalista, anarco-socialista, utopista