Socialcapitalismo, sust.-Tras el fin del llamado "socialismo real" y la crisis del irreal capitalismo, surgió esta quimera económica que consiste en privatizar los beneficios y socializar las deudas.
Ante la crisis financiera, mero anticipo de la alimentaria y de materias primas, se pensó que para salvar el sistema financiero, nada mejor que el pensamiento cristiano de la absolución.
Algunos partidarios de la intervención del estado saludaron las medidas con simpatía, sin advertir diferencias con el pasado: Roosevelt invertía en cosas y no en entelequias: el gasto publico se tradujo en infraestructuras, presas, carreteras, i+d, programas de alfabetización etc...que revertían en la sociedad.
Las inversiones no iban ya en este caso (Bush et altri) al final de la cadena hipotecaria (el llamado deudus pauperrimus) sino que se perdían en las nebulosas de los mercados.
El nuevo socialcapitalismo se basa en eliminar el riesgo que justificaba el lucro de la usura, sin eliminar la propia usura. El estado compra deudas de dudosos cobro, hipotecas hipotecadas, fondos de desinversión, habichuelas mágicas, calderos de oro, parcelas en la luna, puentes de brooklyn, y otros negocios de probada solvencia.
Finalmente, el contribuyente puede acabar siendo deudor de si mismo, pagandose un alto interes a través de la intermediación de papá estado.
Los responsables del crack fueron recompensados con un conveniente y tupido velo a su gestión, su continuidad en los consejos de administración y en los mercados financieros, y unas monedas para echar a las tragaperras y que salga el cartel de "siga jugando".
Otra modalidad llamada "capitalsocialismo" es practicada en China y consiste en vender 2 productos por el precio de uno: por ejemplo tiranía y consumismo, leche y veneno, transfusiones de sangre contaminada y pobreza, imperialismo y hermetismo, oligarquía y partido único. Se diferencia de la economía de mercado en que es más liberal y deja actuar a los agentes económicos, y en que se ahorra el despilfarro de la impostura electoral.
1 comment:
Cuando escuché la propuesta del "Plan Bush", me vino a la cabeza una rendición. Los republicanos, tan económicamente liberales ellos, se habían convencido al fin de que la única salida al tunel que ellos mismos han construido, consistía en tomar iniciativas "estatales", como la que tomó Roosevelt. El estado invierte en el pueblo (que para eso debería estar) y el pueblo se lo devuelve multiplicado por diez. Gran error. En realidad, como señalas, se trata de otra vuelta de tuerca. Un nuevo camino hacia la nada liberal.
Imagino los miles de hospitales que se podrían construir con un tercio de ese dinero. Los acuiferos que se podrían habilitar. La educación que se podría proporcionar a millones de niños. Y en todos los casos, hablo de beneficiarios pobres. Realmente pobres, como los países africanos, sudamericanos o del sudoeste asiatico. Aquellos que viven con un euro al día.
Pero eso no importa. Ayudémos a los ricos. Llevemos a cabo un plan que ayuda a salvar el dinero invertido en la nada por sociedades de alto riego.
Es una digna despedida para el peor presidente americano de la historia. Ahora, como casi siempre, le tocará al candidato demócrata recomponer una economía deshecha.
Ya que la sanidad está perdida (en Madrid, si no tienes seguro puedes morirte. Y nos reíamos de los yankees). La próxima guerra será la del agua. De momento, doña Espe ya ha propuesto privatizar la gestión del canal que abastece Madrid. Lo siguiente es la escasez y los precios desorbitados. Será en veinte años o treinta años. Al tiempo...
Brillante escrito, Mycroft.
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