"La paradoja de la Dama en el amor cortés equivale en última instancia a la paradoja del desvío: nuestro deseo "oficial" es que queremos dormir con la Dama; mientras que, en verdad, no hay nada que temamos más que una dama que podría ceder generosamente a este nuestro deseo- lo que verdaderamente esperamos y deseamos de la Dama es una nueva ordalía, una dilación más..."
"El amor cortés es una estricta fórmula ficcional, con un juego social "como si", donde un hombre finge que su querida es la Dama "inaccesible""
"Privada de toda sustancia real, la Dama funciona como espejo en el cual el sujeto proyecta su ideal narcisista".
"Es el siervo, pues, el que escribe el guión, es decir, quien realmente lleva las riendas y dicta la actividad de la mujer (dominatrix): pone en escena su propia servidumbre..."
(Slavoj Zizek, las metástasis del goce, seis ensayos sobre la mujer y la causalidad)